Sin embargo, la de Oporto reserva una comida a la semana para tomar lo que le apetezca. Una cheat meal con la que no tiene por qué despedirse de sus platos favoritos ni sentir la ansiedad que ello supone: “Siempre llevo una dieta equilibrada pero este domingo, por ejemplo, llegué de Venecia, estaba muy cansada y me apetecía un Shake Shack (cadena de hamburgueserías de Estados Unidos), así que lo pedí”.