Para sacar más partido a este truco, también es importante trabajar con los pelitos, peinándolos hacia delante, siguiendo la tendencia natural del cabello. Y, a partir de ahí, rellenar con la sombra o el producto elegido. Es la mejor manera de conseguir que se queden ahí y no campen a sus anchas, o se disparen como si fueran cuernos. Después de muchos años luchando contra ellos, nos hemos dado cuenta de que es más fácil lidiar con ellos con cariño, concediéndoles el derecho a estar ahí.