Otra propuesta que nos hace viajar en el tiempo. Esta vez, de mano de Lily Aldridge, que nos propone un maquillaje en tonos marrones en el que destacan sus cejas, gruesas y perfectamente perfiladas; sus ojos, con sombras en color chocolate, enmarcados con eyeliner negro y pestañas postizas; y sus pómulos, trabajados con la técnica del contouring. En sus labios, un tono nude.