Si eres usuaria de la red social y tienes cierto interés en el mundo beauty, es muy probable que el algoritmo haya llevado hasta ti algún vídeo sobre cómo maquillarte basándote en tu tipo de contraste. Un tema que viralizó el mes pasado la maquilladora francesa Aliénor y que se ha convertido en un auténtico fenómeno. Aunque en realidad no se trata de una técnica revolucionaria, sino de una teoría que los profesionales estudian y tienen en cuenta a la hora de trabajar, fijándose en el tono de piel, cejas o cabello de cada mujer.
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"El contraste juega un papel fundamental en el acabado y el mensaje que podemos transmitir con nuestro trabajo. Al final, el maquillaje es una forma de arte que involucra luces y sombras, contrastes y colorimetría", nos explica Daniel García, makeup artist de Reviderm. Algo en lo que coincide también David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. "Ayuda a realzar las facciones y equilibrar el look según los rasgos de cada persona, es uno de los fundamentos esenciales del maquillaje, más allá de las tendencias que puedan sucederse en cada momento".
Tres tipos de contraste: alto, medio y bajo
Los expertos nos explican cómo diferenciar cada uno de ellos, un truco muy fácil para conseguirlo y qué productos escoger en cada uno de los casos para lograr el resultado más favorecedor.
Contraste alto
"En este caso hay una diferencia muy marcada entre la luminancia del color del cabello, la piel y los ojos. Por ejemplo, una persona con piel clara y pelo oscuro, o bien ojos claros", apunta Daniel. "Es ideal usar colores vibrantes que reflejen la energía del contraste, como delineadores oscuros y sombras llamativas".
Contraste medio
Este tipo es el más versátil, permitiendo una amplia gama de técnicas y opciones. "Se caracteriza por ser menos marcado y más suave, también es el más común en nuestra sociedad y lo vemos en tonos de ojos marrones, piel ligeramente más bronceada y cabellos castaños", asegura David. "Tonos cálidos, bronceados y naturales funcionan bien, creando un look equilibrado". Y también los colores tierra, según apunta Daniel.
Contraste bajo
"Hay poca variación entre la piel, el cabello y los ojos, como en el caso de una persona con todos sus rasgos en tonos similares", dice Daniel. "Lo mejor para estas personas son los tonos suaves y neutrales para mantener la armonía facial, como los pasteles y nudes". David coincide: "También colores como marrones claros, melocotón y rosados, pues mantienen la suavidad”.
¿Influye el color de nuestra piel en el tipo de contraste?
"Sin duda, el color de la piel es uno de los factores más influyentes en nuestro tipo de contraste, ya que funciona como el lienzo base sobre el que se erigen todos los demás elementos. Pero cuidado, no hay que confundir la tonalidad de la piel como un indicativo directo de nuestro tipo de contraste. Es decir, una piel oscura no es por defecto un contraste alto o viceversa. El tipo de contraste surge siempre en relación de unos elementos con otros. Piel con el cabello, por ejemplo", aclara Daniel.
El truco para averiguar cuál es tu contraste
Si dudas en cuál de las tres categorías encajarían tus rasgos, los maquilladores nos dan una fórmula muy sencilla para averiguarlo. Hazte una foto y transfórmala en blanco y negro: si predominan zonas muy claras y muy oscuras, seríamos un contraste alto, pero si por el contrario vemos más o menos los mismos tonos de “gris” en todo el conjunto, seríamos de contraste bajo. "Como la lógica nos indica, si en esta prueba tenemos dudas porque vemos contrastes, pero no demasiado evidentes, es posible que seamos de contraste medio", añaden.
¿Qué color de labial o sombras sienta bien a todas sin importar el contraste?
“Un labial rosa suave, un tono rosado o nude y sombras en colores tierra, bronce o rosados suelen favorecer a la mayoría", asegura David. "Estos tonos son neutrales y cálidos, y combinan con cualquier tipo de piel y edad. Por ejemplo, el rosa intenso y el marrón dan un toque de calidez y sofisticación sin ser demasiado fuertes, mientras que un rosa suave resalta los labios sin saturar." Daniel recomienda también apostar por labiales neutros que se asemejen a nuestro tono de piel, pero con un subtono malva.