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Durante este último año, y en parte gracias a su trabajo sobre la pasarela, hemos visto a Irina Shayk apostar por formas muy diversas de peinar el cabello liso al que lleva tiempo siendo fiel. Desde pulidos recogidos de invitada, pasando por una melena con efecto mojado, uno de los peinados favoritos más recurrentes de la alfombra roja. Pero hasta ahora no habíamos visto a la modelo decantarse por un estilo tan opuesto como el que escogió anoche para asistir a una cena en Londres organizada por una conocida publicación. Partidaria del color negro que recientemente protagoniza sus conjuntos, la rusa posó con un look de estética dark y decidió apostar por el maxivolumen en su cabello.
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Inspirada en el estilo que marcó los noventa, cuando la fiebre por la permanente puso de moda llevar el cabello rizado, Irina Shayk ha rescatado este look por el que en su día apostaron actrices como Julia Roberts o Sarah Jessica Parker -quienes aún lo mantienen-, dando un giro de 180 grados a su pelo. Una vez más ha sido Harry Josh, estilista capilar de supermodelos como Karlie Kloss o Gisele Bündchen, quien se ha encargado de darle forma al pelo liso que siempre suele llevar en favor de este peinado. Con la raya en medio y un cuarto de cabello sin ondular a partir de la raíz, los rizos (obra de una tenacilla, probablemente) bajan en cascada totalmente definidos, creando un efecto de lo más salvaje.
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Destaca también el conjunto que eligió para la ocasión, con un vestido negro de la última colección otoño-invierno de Alaïa, un diseño largo que vimos sobre la pasarela hace unos meses, y que llama la atención por su combinación de detalles de cuero y diseño de malla de encaje en 3D. Irina lo combinó con unas originales sandalias con tiras y detalle de tacón dorado con forma de escultura, de la misma firma.