Antes de que conozcas cuáles son los gestos a evitar a la hora de cuidar de tu pelo, tienes que saber que existen dos tipos de problemáticas. La primera reúne a los errores más comunes. Errores que necesitas abandonar y que, al hacerlo, la integridad de tu melena mejorará notablemente. Por otra parte, hablaremos de los grandes deconocidos en términos de cuidados. No todas las chicas saben que hay productos y técnicas a su disposición para paliar según qué daños. Especialmente en verano, es necesario conocerlos e integrarlos en la rutina diaria para tener la mejor versión de tu melena. Para ello, hemos hablado con dos estilistas expertas que, tras años y años de experiencia en el sector, se proponen que luzcas pelazo 24/7, todos los días del año.
- Trucos antiencrespamiento para lucir pelazo en verano
¿Te estás cepillando bien?
¿Has notado que cuentas con pelos más cortos que el resto y no sabes de dónde proceden? La estilista María, del Salón Cheska en Madrid, apunta a la ausencia de un correcto cepillado en este sentido: "Para mí uno de los errores con mayúsculas es no cepillarse el pelo", asegura la experta, la cual destaca las fatales consecuencias que ello conlleva. "El pelo enredado hace que se parta la punta", de ahí que aparezcan pelos más cortos de lo habitual y que, a largo plazo, puedas llegar a experimentar una rotura generalizada y severa. La estilista asegura que esto es especialmente común en chicas con mucho pelo o muy fino, con la presencia de nudos sobre todo en la zona de la nuca. Para evitarlos, María recomienda cepillarlo empezando por las puntas, después de medios a puntas y terminar por la raíz y hasta el final. "Preferiblemente una vez por la mañana y otra por la noche", añade. Si tienes el pelo rizado u ondulado y no quieres deshacer el tirabuzón, basta con que uses tus dedos o "un cepillo de púa ancha", en palabras de la estilista.
El creciente abuso del champú en seco
Que el champú en seco es uno de los mejores inventos de la industria en los últimos años es un hecho incuestionable. Consolidado como el salvador más útil cuando no tienes tiempo de lavarte el cabello es, sin embargo, un arma de doble filo si abusas de él. Acude a dicho producto cuando realmente lo necesites pues, al contrario de lo que pueda parecer, no se deshace de las impurezas y partículas de suciedad, sino que obstruye la cutícula y, a largo plazo, puede provocar pérdida de cabello, así como una notable ralentización del crecimiento. Eso y que, si tienes el cuero cabelludo deshidratado o sensible, no hará más que agravar dicho estado.
No a los lavados constantes ni con agua muy caliente
Si eres de las que se lavan el cabello prácticamente todos los días, es hora de cambiar el hábito. Al hacerlo continuamente, favoreces, sin darte cuenta, consecuencias tan indeseadas como la rotura, la sequedad y la irritación del cuero cabelludo. Sandra Sadler, del Salón Coolday (Madrid) asegura que, además, el lavado muy fruente "elimina la capa protectora natural que tenemos" con lo que ello conlleva: irritación del cuero cabelludo, entre otros factores anteriormente mencionados. La experta sugiere hacerlo una vez cada tres días idealmente.
En este sentido, también tienes que saber que las consecuencias de aclarar el pelo con agua extremadamente caliente han sido comparadas con el uso de herramientas de calor. Tal y como apunta la estilista, evita las altas temperaturas pues estas "abren la cutícula del cabello y se vuelve más propenso a romperse, a estropearse. Evítala a toda costa y da un último aclarado con un chorro de agua bien frío. De esta forma, sellarás las cutículas y consguirás que se mantenga limpio durante más tiempo.
Los protectores térmicos (y solares) existen
Lo ideal sería que recurrieras a ellas cuando sea estrictamente necesario y no de forma habitual. Pero si vas a usar herramientas de calor, como la plancha y el secador, usar un protector térmico que reduzca el daño provocado por estas no es opcional. Están disponible en infinidad de firmas capilares de reconocido prestigio y existen opciones para diferentes tipo de cabello. Lo mismo sucede en verano: tanto en los planes de playa como de piscina, lleva contigo un spray capilar de protección, formulado para actuar de barrera frente a los rayos UV y UVA tan dañinos para cualquier melena. Especialmente para las teñidas y naturalmente deshidratadas.
Cuero cabelludo, el gran olvidado
Si bien esto no es un error propiamente dicho, sí se trata de un ritual de cuidado desconocido que, de hecho, puede cambiar radicalmente (para bien) la salud y estética de tu melena. Hablamos de la necesidad de cuidar del cuero cabelludo, el gran olvidado y del que, sin embargo, depende el resto del cabello. Para empezar a prestarle antención, tal y como nos cuenta María del Salón Cheska, tienes dos opciones:
1. Exfoliarlo una vez a la semana con productos específicos, previo al lavado habitual.
2. "Usar algún champú detox primero, especialmente si tienes el cabello fino o con tendencia grasa", asegura la experta.
La debilidad del pelo mojado: lo que no debes hacer
Hay varios gestos nada recomendables cuando tienes el cabello mojado o húmedo. El primero es no meterte en la cama en este estado. Si lo haces, al encontrarse en un estado más débil, favorecerás el riesgo de rotura, la aparición del encrespamiento y, a la mañana siguiente, la presencia de enrredos imposibles. Por otro lado, tampoco es muy recomendable cepillarlo cuando todavía está mojado, pues al ser más elástico y delicado tiende a partirse con facilidad. Hazlo antes de meterte en la ducha y una vez esté prácticamente seco.
El riesgo de llevar recogidos a diario
Si eres de las que no pueden soportar no llevar el cabello recogido a diario, tienes que saber que necesita una tregua y que, de vez en cuando, lo dejes a su aire (literalmente). Especialmente si te gustan los peinados pulidos y bien tirantes, esto es fatal para tu melena. Aunque no te des cuenta, al estilar tanto y tan frecuentemente la fibra, el riesgo de rotura y caída se ve potenciado, sobre todo si lo recoges cuando todavía está mojado e incluso húmedo. En cambio, déjalo suelto siempre que puedas y, de lo contrario, apuesta por peinados más suaves.