De la misma forma que cambias tu armario de invierno a verano y le das la bienvenida a los vestidos vaporosos que echabas de menos desde septiembre, las rutinas de belleza también necesitan una renovación estacional. En el caso del pelo, los trucos atemporales funcionan y siguen haciéndolo sin importar los grados que marque el termómetro: desde el orden mágico en el que aplicar la mascarilla con el que se potencian los resultados y no se resta volumen al cabello fino, hasta la dieta fortalecedora y anticaída que tus mechones van a agradecer en primavera. En el otro extremo están los rituales que marcan la diferencia durante el entretiempo, una serie de consejos con los que te aseguras un pelazo justo a tiempo para las vacaciones y que comparten un objetivo común: reparar el daño sufrido durante los meses de frío.
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Puesta a punto estacional
Los cambios, aunque sean tan apetecibles como que los días se alarguen y el sol caliente más, siempre son complicados. En el caso del pelo, ahora es el momento de que recupere su fuerza después del daño que sufre en invierno: "Venimos de meses fríos en los que los contrastes térmicos entre las temperaturas exteriores y las interiores han provocado que el cabello se reseque, se debilite y pierda volumen y brillo", explica Teresa Climent, farmacéutica y responsable de comunicación de Nuggela & Sulé.
La buena noticia es que la primavera es también la estación renovadora en la que el pelo florece y se prepara para el calor, sobre todo si le proporcionas una ayuda extra: "Ahora es la época perfecta para reparar al máximo la melena para que llegue fuerte, cuidada e hidratada al verano y pueda afrontar sus ataques", avisa la experta sobre enemigos como la sal, el cloro, la arena o la exposición solar. Un saneamiento que comienza con una cita inevitable con las tijeras que elimina la porción de cabello demasiado dañada como para recuperarse.
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1. Cortar por lo sano
O cortar para que esté sano. Un sacrificio tan incómodo como necesario con el que, según los especialistas, evitas males mayores: "Cuando tenemos las puntas quebradizas y abiertas, es mucho más fácil que penetren los agresores externos y acaben debilitando el pelo. Ahora es un momento ideal para acudir a la peluquería a cortarnos las puntas para hacer que el cabello sea menos permeable a las agresiones que vendrán en verano en forma de sol, cloro o sal", explica Teresa Climent sobre una estrategia basada en el conocido y efectivo es mejor prevenir que curar.
2. Recuperar fuerzas
Con las puntas saneadas y la melena preparada para todo, llega el momento de adelantarse a los acontecimientos, en este caso, a los daños de los que hablaba Climent a través de rituales centrados en hacerla más fuerte: "Es importante fortalecer el pelo para que crezca sano y con vitalidad a través de champús o tratamientos regeneradores", aconseja la experta de Nuggela & Sulé. ¿Una opción? El Champú Premium Nº1 de la marca, a base de extractos de cebolla roja y glucógeno marino para revitalizar los mechones y acelerar su crecimiento. Como alternativa, Gold Lust Repair & Restore Shampoo de Oribe está específicamente formulado con legendarios aceites y extractos como el de maracuyá, ciprés o argán, un trío que equilibra el cuero cabelludo y le devuelve vigor a los mechones desde el interior.
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3. Escudo solar
Al igual que la piel, el pelo también se quema cuando se expone ante los rayos solares sin protección, un descuido que causa estragos que viajan desde impedrir que tus mechas o reflejos permanezcan bonitas por más tiempo, hasta eliminar el brillo o provocar que las puntas se abran: "Es fundamental utilizar un protector solar que nos proteja del daño oxidativo de los rayos UV y a la vez ayude a mantener la hidratación y el brillo del cabello", revela Teresa Climent. Una precaución que también se aplica al momento de peinarse en casa con herramientas de calor: "Las planchas y los rizadores son necesarios para pulir los peinados pero también pueden dañar tu melena. Puntas abiertas, sequedad y rotura, la aplicación de altas temperaturas puede tener efectos secundarios duraderos si no se usan productos que ayuden a proteger el cabello del calor", avisa Roxana Almendros, CEO de Roxana Peluquería y Estética.
4. Hidratación, siempre
Este es un paso del que la melena se beneficia sin importar la estación, sin embargo, la primavera es momento para redoblar los rituales hidratantes y adelantarse a lo mucho que se apaga el cabello durante el verano. Para las que además tengan el pelo seco por naturaleza: "Si lo lavamos muy a menudo, haremos que desaparezca su capa lipídica. En este tipo de patología aconsejamos limitar los días de lavado a cuando sea necesario y usar productos suaves e hidratantes", aconseja la farmacéutica y titular de Arbosana Farmacia Rocío Escalante. Un consejo que deja de funcionar cuando llegan las vacaciones y los especialistas recuerdan que, si se va a la playa o la piscina, hay que enjuagar la melena todos los días.