Hace unas semanas, el organismo regulador de publicidad en Reino Unido (ASA) anunciaba a las influencers la estricta prohibición de usar filtros en el rostro a la hora de promocionar productos cosméticos. Unos días más tarde, Sara Sampaio se hacía viral gracias a un vídeo casero en el que mostraba la forma en que las poses y los ángulos pueden cambiar un cuerpo por completo, dejando claro la medida en la que hay que fiarse de lo que se ve en el contenido ajeno. ¿Es este el principio de una nueva era? ¿Supondrá el fin o un descenso de la popularidad de los filtros capaces de modificar rostros? Es probable porque cada vez son más las modelos e influencers publicando fotografías del estilo 'realidad vs. filtros' y sus seguidores lo están agradeciendo. Gracie Phillips ha sido la última en sumarse a un movimiento que la periodista Danae Mercer convirtió en viral, y una de las más aplaudidas.
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La diferencia entre un rostro con o sin filtros en redes sociales: las 'influencers' dan la cara
"Filtros... Son divertidos, son monos y te dan un brillo muy bonito PERO también he notado cómo pareces una persona completamente diferente. Siento que tener una cuenta en las redes sociales es una responsabilidad que muchos tenemos para mostrar también el lado real detrás de los filtros y el glamour. Muchas chicas jóvenes y mujeres se comparan a sí mismas con rostros retocados, sin poros, celulitis, ni estrías y se sienten inadaptadas e inseguras", comentaba Gracie Phillips bajo esta fotografía. "Celebremos también la belleza natural y las cosas que nos hacen ser únicas, bonitas y humanas. Las celulitis y las estrías en un cuerpo te acompañan cada día, las líneas de expresión aparecen por las risas, el rostro sin maquillaje nos hace naturalmente guapas y los brotes de acné están ahí porque somos humanos y estas cosas pasan", añade la modelo.
Después, concluye haciendo un llamamiento a sus seguidoras: "A todas las chicas jóvenes y mujeres que me siguen: No necesitáis tener la cara lisa por la edición, ni contorneada, ni retocada para que sea bonita. Ponte un filtro si quieres pero, por favor, hazlo de manera responsable por las personas que te están viendo ❤️".
A este último testmonio, de parte de una insider, y al necesario vídeo de Sara Sampaio se une también Emily Clarkson, otra creadora de contenido muy concienciada con establecer diferencias entre lo que está retocado y lo que no. Esta foto es solo una de las muchas que sube semanalmente con este mismo fin. En ella, Emily explica cuál es la diferencia entre maquillarse y usar filtros de belleza, ante el ataque de un seguidor que la llamó 'hipócrita'.
¿Por qué maquillaje sí, pero aplicaciones que editan las fotos no? Emily Clarkson contesta
Esta fue su respuesta: "Ambas cosas pueden ser percibidas como arte. Ambas cosas ocultan inseguridades. Ambas son armas usadas por hombres para afirmar que las mujeres somos falsas en las redes sociales. La diferencia, sinceramente, es simple: una es real y la otra no lo es. Esta es mi mentalidad: mientras que el maquillaje puede hacernos sentir guapas, las apps de edición nos dejan sintiéndonos más feas. En el momento en el que empezamos a suavizar la piel, difuminar los poros y borrar esto y aquello, empezamos a distorsionar toda la realidad", asegura. "Creamos algo diferente en la pantalla, una versión de nosotros mismos con la que jamás podremos competir. Creamos una versión que presentar al mundo y que nos haga sentir bien hasta que nos miremos al espejo y veamos la realidad. Las apps como Facetune consiguen cosas que el maquillaje no puede".
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"Somos perfectas tal y como somos"
También Kim, una influencer de considerable repercusión en redes sociales, publicaba esta otra foto hace unas semanas: "Recordatorio: nadie tiene la piel perfecta todo el tiempo. Prácticamente lo único que vemos en las redes sociales está editado. Es normal que nos comparemos subonscientemente con estas fotos... Pero todos tenemos granos, espinillas y grasa en la piel algunas veces. No hay nada de malo en ello, es normal. No tenemos que estar maravillosas. Somos perfectas tal y como somos, cada una a su manera", escribía para concluir con un: "SIéntete libre de etiquetar a una amiga que necesite leer esto".