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Aunque Kim Kardashian asegure que el bob es el mejor cambio de look de la historia, la realidad es que el número de chicas que espera con paciencia que le crezca el pelo no deja de aumentar. El problema es que por mucho que llenen su nevera de alimentos ricos en azufre, zinc o biotina y nutran a diario el punto débil de toda melena con los aceites que no faltan en el ritual de las que tienen pelazo... parece que su cabello solo llega hasta cierta longitud. Para las desesperadas que estén a punto de tirar la toalla, antes de desistir puede que quieran replantearse su rutina de cuidados haciéndose algunas preguntas: ¿Saneo las puntas lo suficiente? ¿Llevo una dieta variada? ¿Lo protejo frente al calor? Estos y otros errores son los te separan de alcantar el largo soñado, asegúrate de no cometerlos y date un margen para comprobar los resultados.
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Que el pelo te crece es una realidad; de hecho, lo hace de 1 a 1,5 centímetros todos los meses. "El crecimiento del pelo se divide en tres fases, anágena, la de crecimiento que puede durar hasta cuatro años; catágena, dura cuatro semanas y es en la que el crecimiento se ralentiza; y telógena, la fase final de vida de la fibra capilar", explica M.ª José Llata de Peluquería Llata Carrera, "en una melena encontramos fibras capilares que están en cada una de estas fases, aunque la gran mayoría, un 80%, están creciendo. También tenemos que tener en cuenta que nuestro organismo ralentiza alguna de sus funciones con la edad". Como causas de que el cabello ya no te crezca como antes, la experta apunta a varios motivos: "Aquí entran en juego factores hormonales, genéticos, de alimentación e incluso estacionales, en otoño se nos cae más el pelo". Pero si contando con lo natural de la caída estacional sigues sin notar crecimiento, evita estos 4 errores que apuntan los especialistas.
1. No te cortas el pelo (casi) nunca
Ya sabrás que esa creencia de que cuanto más a menudo te cortes el cabello más rápido te crecerá es un mito, sin embargo, sí que se fortalecerá "y si no lo hacemos y no lo cuidamos, con el tiempo las puntas se estropean y rompen", avisa Rafael Bueno de Rafael Bueno Peluqueros. "Si consideras que el crecimiento de tu melena es más lento de lo normal, cuídala al máximo para no tener que recurrir a las tijeras tan frecuentemente y evita tratamientos químicos muy fuertes como un color muy claro, por ejemplo. Si el pelo se daña va a ser inevitable cortar", asegura el especialista.
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Para las temerosas, Verónica Castro, directora del salón Vanitas Espai, presenta el Microcut, o el corte al milímetro con el que se evita la rotura y se consigue el efecto visual de una melena más densa: "Cortar repercute en una mejora de la calidad de la punta, que tiende a romperse con facilidad por su condición de vulnerables ante factores externos como el frío, los frecuentes cepillados, el uso de herramientas de peinado o incluso el proceso de secado", enumera la peluquera. En resumen, "cortarla la hace más fuerte".
2. Descuidas la dieta
Un buen plan de alimentación no solo tiene el objetivo de adelgazar, en realidad, la forma en la que comes repercute directamente en la salud de la piel, las uñas y, por supuesto, también la del pelo. "Si queremos un pelo resistente y bonito, debemos incluir en nuestra dieta las proteínas que encontramos en carnes, pescados, nueces y cereales integrales. También son importantes las vitaminas A, C y E, así como minerales como el zinc, el hierro y los ácidos grasos Omega 3", expone Raquel Saiz de Salón Blue.
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Teresa Climent, farmacéutica y responsable de comunicación de Nuggela & Sulé, incide en la importancia de las vitaminas B3 y E: la primera, "fortalece el folículo piloso, mejora la circulación y controla la producción de grasa en el cuero cabelludo"; en cuanto a la E, "estimula el crecimiento del pelo gracias a su efecto antioxidante y contrarresta la pérdida de brillo que se produce a consecuencia del calor o las coloraciones". La lista de alimentos más ricos en estas dos superestrellas para el cabello incluye al brócoli, las espinacas, la soja, la levadura de cerveza, las vísceras de animales y los huevos.
3. No lo proteges lo suficiente
Que el calor es dañino para el cabello es una lección más que aprendida por todas pero, "si no puedes evitarlo, aplica un protector térmico antes de hacerlo", prescribe Manuel Mon de Manuel Mon Estilistas. Además, "cuando te peines no te des tirones, puedes romper el pelo sin darte cuenta". Como consejo más allá del peinado "a la hora de dormir, hazlo sobre una funda de almohada de seda, no absorbe la grasa natural del pelo, por tanto, no lo reseca, evita los enredos y además no lo fricciona", concluye el experto.
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4. No usas bien la mascarilla
El producto estrella para hidratar el profundidad el talón de Aquiles de las melenas que nunca crecen es la mascarilla, sin embargo, puede que no la estés aprovechando en todo su potencial: "Un pequeño truco que no siempre tenemos en cuenta: nada como eliminar toda el agua que podamos del cabello recién lavado antes de aplicar la mascarilla", revela Verónica Fuentes, Makeup Artist Coordinator de Sephora, "es más, te aconsejamos que salgas de la ducha, lo aclares con toalla, y sólo entonces apliques la mascarilla, dejándola actuar el tiempo indicado en el envase. Así conseguimos que el producto actúe más y mejor".
Como ritual intensivo, "si tienes tiempo y quieres regalar una megadosis de hidratación al cabello aplica la mascarilla y cubre el cabello con un gorro de ducha de plástico. Ya fuera de la ducha, usa el secador para aplicar calor al pelo, con gorro y todo, ese calor hace que la fibra se abra y los activos nutritivos penetren a gran profundidad", concluye la especialista de Sephora, no sin antes revelar un tip final: "Luego, ya aclarado, déjalo sin embargo secar al aire para ayudar a su reparación".
