Es probable que ya conozcas de sobra algunos de los factores de hacen que la piel envejezca más deprisa y la exposición solar sin protección, una alimentación rica en azúcares y sal y no seguir un ritual de belleza diario son quizás los más importantes. En el último caso, elegir fórmulas adecuadas para tus necesidades es la clave para que tu rutina funcione de verdad, y es que, si al famoso paso a paso de limpieza, hidratación, tratamiento y fotoprotección le añades activos específicos para reducir brillos, evitar manchas o eliminar rojeces según el caso, es entonces cuando tus cosméticos se convierten en verdaderos aliados beauty. Aunque envejecer es ley de vida y de las arrugas y líneas de expresión no se escapa nadie, existe un tipo de piel que nota el paso del tiempo mucho antes que las otras. Aunque los cutis más secos siempre han tenido fama de poco agradecidos conforme se van soplando velas, resulta que son los sensibles los que peor llevan la edad.
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Piel sensible: un problema cada vez más común
¿Sabías que en realidad la sensible no es un tipo de piel? Lo dice Paola Gugliotta, Doctora en Dermocosmética y fundadora de APoEM: "La sensibilidad no es una tipología sino un problema. Se puede tener la piel mixta, grasa o seca, y además, sensible. Independientemente de ese factor, el tratamiento de su sensibilidad debe ser la prioridad". Es difícil que no te hayas incluido en este grupo en algún momento de tu vida porque, como revela Gugliotta, son muchas las que se identifican con sus síntomas: "El 70% de la población cree que tiene la piel sensible pero no se trata de un término médico, es una manera coloquial para describir la sensación de enrojecimiento, tirantez, picor o descamación que notan en la piel después de la aplicación de algún producto, por cambios en el clima o en situaciones de estrés".
Además, la razón de que los casos de sensibilidad se disparen está muy ligada al complicado momento actual: "Este otoño, al aumento de la sensibilidad tan habitual propiciada por el frío, se unen el estrés y la incertidumbre de la situación vivida y los efectos secundarios del uso de la mascarilla", revela la doctora, quien, antes que nada, aconseja una visita al dermatólogo como parada obligatoria.
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Envejecimiento prematuro
Además de la tirantez, los picores y la descamación, son también las que antes notan los signos de envejecimiento: "Por un lado, hay que tener en cuenta que la piel sensible suele estar mucho más castigada debido a que su función barrera esta alterada y debilitada de por sí", aclara Ruben Rubiales, farmacéutico y CEO de Lesielle, quien añade que, "por otro, hay que señalar que no existe la suficiente oferta en el mercado cosmético de tratamientos avanzados antiedad que cuiden especialmente este tipo de piel, ya que evitan los activos más poderosos por miedo a que creen reacciones". Sin embargo, el experto ha desarrollado una gama específica para combatir el problema en la que se añade a una Base Hidratante Piel Sensible SPF 30, diferentes activos antipolución, calmantes o antiaging para personalizar el ritual.
El gesto prohibido
Sí, dar con un ritual de belleza que proteja y repare la piel y repetirlo a diario es importante, pero existen algunos gestos que debes desterrar de tu plan beauty para siempre, en concreto uno: la exfoliación. "Hay muchísimos estudios científicos que demuestran que una persona que tiene la piel sensibilizada, tiene una barrera hidrolipídica que no funciona correctamente y no ejerce su labor de protección. Es como una malla con huecos muy grandes que deja que todo traspase, lo bueno y lo malo. Con lo cual, cualquier tratamiento que vaya a destruir, a deshacer, a minimizar las capas superiores de la piel, es peligroso. Ni la exfoliación mecánica, ni la más suave, (enzimática), estarían recomendadas", explica la Dra. Gugliotta.
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Tacto suave
Por último, además de hacerte con productos formulados específicamente para tu tipo de piel, en el caso de las sensibles, la forma de aplicarlos es muy importante para que no salgan más rojeces o se estropee aún más: "No frotes demasiado la piel al limpiarla o aplicar la crema. Esto puede activar sus terminales y los genes que activan las respuestas de alarma y producirse una reacción. Estos terminales también se activan con el roce y por supuesto con el agua caliente, que debe evitarse siempre", concluye la creadora de APoEM, marca que cuenta con su gama Calm, perfecta para este tipo de pieles y que cuenta con un tónico de propiedades antiinflamatorias, una crema facial que alivia el picor, la tirantez y la deshidratación, y un aceite reparador y calmante.