Llevas semanas siguiendo vídeos de fitness desde tu casa y has conseguido que tu motivación no decaiga. De hecho, puede que hayas hecho más ejercicio que antes de la cuarentena y, sin embargo, los expertos aseguran que casi todos hemos engordado de 2 a 6 kilos a pesar de los esfuerzos. El principal culpable que boicotea tus objetivos es el sedentarismo, sí, pasarte la mayor parte del día sentada no ayuda nada a tener un vientre plano o unos glúteos firmes, y si a la ecuación se le añade el picoteo por aburrimiento... adelgazar y ponerse en forma durante estos días no ha sido fácil. Sin embargo, ahora que la desescalada ha comenzado y puedes moverte más, empieza con buen pie la cuenta atrás veraniega y ten en cuenta los 4 errores que debes evitar a partir de ahora.
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Además del sedentarismo, una de las causas por las que no estás notando los resultados que querrías tras semanas de entrenamiento es que no cuentas con expertos que te ayuden. Sí, esta puesta a punto se hace cuesta arriba porque no tienes a nadie que te diga cómo hacer correctamente los ejercicios o te aconseje sobre nutrición. Pero como muchas otras dudas durante la cuarentena, las redes se convierten en una fuente de información inmensa para buscar la respuesta a la eterna pregunta: ¿Por qué entreno y no adelgazo? En concreto, ha sido la youtuber Koboko Fitness, Entrenadora Personal Certificada entrenada por el American Council on Exercise y la Universidad de Stanford. A través de un vídeo de su canal, la especialista explica los 5 errores que hacen que tus esfuerzos no den los frutos que esperabas.
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1. Das demasiada importancia a las agujetas
Aunque la especialista asegura que las agujetas pueden ser sinónimo de un entrenamiento bien hecho la mayoría de la veces... también son las culpables de que muchas pierdan la motivación y la constancia: claves para conseguir resultados duraderos. También apunta que la equipación de la que dispones en el gimnasio eleva la intensidad de las sesiones de fitness y hace que sientas los músculos doloridos con más facilidad, sin embargo, con las mancuernas o pesas caseras cuesta más sentirse agotado. Moraleja: no te lo pongas tan difícil que te cueste volver a entrenar al día siguiente.
2. Ejecutas mal los ejercicios
"La mayoría de la gente piensa que cuanto más difícil es un ejercicio, más efectivo será. De hecho, es justo lo contrario". La entrenadora justifica sus palabras diciendo que en las rutinas caseras no cuentas con un experto que te explique bien cómo hay que realizar cada ejercicio, el problema es que cuanto más complicado, más posibilidades tienes de hacerlo mal y quedarte como estabas... o incluso lesionarte. La solución consiste en apostar por las opciones aptas a tu nivel y progresar a partir de ahí con variantes bien ejecutadas que potenciarán los resultados.
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3. Subestimas los ejercicios isométricos
O no los haces, directamente. Este tipo de rutinas son las que incluyen ejercicios en los que aguantas una postura y no te mueves en absoluto, como las famosísimas planchas o los ejercicios de puente típicos para fortalecer la zona de los glúteos. "Son muy buenos, aunque no les gusten a muchas personas". La prueba definitiva de su eficacia es que la modelo Ariadne Artiles, uno de los cuerpos más admirados de España, recomienda 1 minuto de plancha a diario para tener el vientre plano. La experta de Youtube aconseja realizarlos también durante 60 segundos y repetir 3 veces cada ejercicio.
4. Te centras demasiado en una zona
No importa en el entrenamiento de qué celebrity te fijes, los ejercicios funcionales forman parte de las rutinas de casi todas ellas. Sí, además de las planchas o el puente, otras versiones no estáticas como las sentadillas, las estocadas, las zancadas o las flexiones se han convertido en las protagonistas de la mayoría de sesiones de fitness. Una de las ventajas de este tipo de movimientos es que trabajan todo el cuerpo de forma global y no se centran del todo en un grupo muscular determinado. Gracias a este enfoque 360º se consiguen resultados completos y no se olvidan partes que pueden quedar flácidas y no ayudan a dar armonía a todo el conjunto.