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Todo el mundo va cambiando a medida que cumple años, todo el mundo menos Emily Ratajkowski que acaba de compartir una foto en sus redes de cuando tenía 16 años en la que está prácticamente igual que a los 28. A la empresaria le gusta publicar recuerdos de su vida antes de convertirse en una de las chicas más seguidas del mundo, y si hace unas semanas enamoraba al mundo con una imagen de cuando era una niña, ahora repite experiencia con otra tomada en su etapa de instituto. A principios de año, Emily confesaba que solía enseñar su album de adolescente a las personas que le decían que se había operado porque les convencía de lo contrario nada más ojearlo... y ahora está claro el porqué.
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Los ojos almendrados, la boca generosa, las cejas gruesas despeinadas, una expresión idéntica... sí, es obvio que sus rasgos son los mismos porque es la misma persona, pero es que el parecido entre la Emily de 16 años con la de ahora es asombroso. Desde entonces, Ratajkowski ha triunfado como modelo, alcanzado su sueño de ser actriz, creado una empresa con la que ya figura en la lista Forbes de las '30 personas menores de 30 más influyentes de 2020' llamada Inamorata y se ha casado con Sebastian Bear-McCLard, junto a quien acaba de celebrar su segundo aniversario de boda. Doce años que le han dado para mucho pero que no se han reflejado en su físico.
Emily Ratajkowski ha crecido mucho desde entonces y, aunque casi no haya cambiado físicamente, su forma de pensar sí que lo ha hecho: "He tenido la suerte de encontrar partes de mí que son mucho más importantes que ser sexy", reflexionaba a través de sus redes sobre su evolución a través de los años a principios de enero. Además, aprovechaba su plataforma digital para darle un consejo a cualquier adolescente que sienta admiración por su vida o que quiera ser como ella: "Lee muchos libros y sé consciente de que lo que aparece en Instagram es solo una pequeña fracción de lo hermosamente complejos que somos los seres humanos".
