Para llevar una dieta saludable, la ciencia investiga para conocer cuáles son las materias primas o los hábitos alimenticios que mejor sientan al organismo y algunos de los descubrimientos son muy sorprendentes: como el estudio que probó que cenar en compañía de otras personas hace que comas hasta un 50% más o que existe un té con el que se incrementa la quema de grasas. Ahora, tras saber qué es todo lo que hay que hacer para perder peso, el siguiente paso consiste en tener claro qué es lo que no hay que hacer. Para ello, una investigación llevada a cabo por la Universidad George Washington confirma cuáles son los alimentos responsables de que engordes más.
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Aunque seguro que ya imaginas cuáles son muchos de los integrantes de esta lista negra, nunca está de más recordar qué es lo que puede estar interfiriendo con tus ganas de estar en forma. Gracias a este estudio, descubrieron que existen 6 tipos de alimentos con los que eres más propensa a engordar, de hecho, aseguran que incluso si entre tus objetivos no está el de adelgazar, tu organismo se va a beneficiar de todas forma al incluir estos cambios en tu forma de comer. Según la ciencia, estos son los ingredientes de los que debes deshacerte si quieres llevar una dieta saludable:
1. Patatas fritas de bolsa o congeladas: Sí, los snacks que muchas eligen en una máquina expendedora, las que se toman como aperitivo los fines de semana o las preparadas que se cocinan en una freidora son también una de las razones por las que te cuesta bajar de peso. Como alternativa saludable, los investigadores apuntan a que prepararlas de forma casera con un poco de aceite de oliva o de aguacate es mucho mejor.
2. Carnes rojas: Desde la universidad avisan de que no hay que eliminarlas por completo, si no limitar su consumo a no más de 500 gramos por semana. Para sustituir al cerdo, el cordero o el venado, recomiendan elegir proteínas como los pescados azules o el marisco bajos en mercurio, por ejemplo, las anchoas, los calamares, la merluza, el salmón, los camarones…
3. Carnes procesadas: Esta categoría no es como la de las carnes rojas que hay que comer con moderación, sino que las salchichas, el bacon o el salchichón son alimentos que deberían desterrarse de los frigoríficos con carácter inmediato y permanente.
4. Harinas refinadas: Con la cantidad de alimentos que se pueden encontrar hoy en día sin procesar o en versión integral, deshacerse del arroz blanco, la pasta o el pan de molde blancos no debería suponer un problema. Eso sí, es importante asegurarse en la lista de ingredientes de que realmente no incluyen ni rastro de este tipo de harinas.
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5. Bebidas carbonatadas: Ni siquiera se libran las que solo incluyen endulzantes artificiales. La razón es que algunos científicos explican que este tipo azúcares activan el circuito neuronal del placer sin llegar a satisfacer esta sensación, lo que aumenta (mucho) las probabilidades de que comas dulces después.
6. Dulces: En lugar de añadir cucharadas de azúcar al té o al café o caer en la tentación de la bollería industrial, la opción más saludable de matar el gusanillo es con chocolate negro o lo más puro posible. Este tipo de cacao es además rico en antioxidantes, que ayudan a combatir el envejecimiento prematuro de los tejidos.