'Empezaba a llorar, literalmente': Bella Hadid relata cómo superó su mayor miedo
La supermodelo recuerda la época en la que no estaba acostumbrada a ser el centro de atención con una historia con moraleja
El éxito profesional que ha alcanzado Bella Hadid es una de las razones por las que una nube de paparazzi la esperen a la salida de cualquier sitio al que va, y también de que la inviten a las fiestas más exclusivas del momento. Aunque ahora está más que acostumbrada al estatus propio de una de las chicas de moda, hubo un tiempo en el que este extra de atención le causaba enormes problemas de ansiedad: “Empezaba a llorar, literalmente”. Esta es la reacción que tenía la californiana cada vez que acudía a una alfombra roja o cuando se enfrentaba a una entrevista. Y es que, aunque ahora cueste pensar que hubo un tiempo en el que la pequeña de las Hadid no sabía cómo comportarse en público, acaba de revelar que era uno de sus mayores miedos.
“Lo sufrí de verdad. Mi hermana mayor (Gigi Hadid) es muy espontánea y extrovertida, y yo siempre fui muy reservada. Empezaba a llorar, literalmente, y temblaba si tenía que hacer entrevistas en eventos de alfombra roja”, admite Bella en estas declaraciones recogidas por Stylecaster. Aunque hubo un momento en el que le causaba terror el contestar a los cientos de micrófonos que la esperaban en este tipo de fiestas, superó el mal trago gracias a la experiencia: “Me ponía nerviosísima y era horrible. Pero mejoré mucho cuando empecé a hablar con gente todos los días. Me decía a mí misma ‘Bueno, supongo que es parte de mi trabajo, tendré que hacerlo’”.
No es la primera vez que la supermodelo habla de lo diferentes que son su hermana y ella en lo referente a su personalidad, la top describe a Gigi como la típica californiana de carácter y físico arrolladores, con facilidad para practicar deportes de equipo y con un talento natural para llamar la atención. En cuanto a ella misma, Bella ha revelado en varias ocasiones que a los trece años se despidió de su rubio natural para teñirse de castaño oscuro porque se sentía “morena de corazón”. Una imagen que ella misma asegura que retrata mejor su ‘verdadero yo’, más reservado e introvertido. Aunque la maniquí sufriera durante algún tiempo, su historia viene con moraleja pues demuestra que la mejor forma de superar cualquier miedo es enfrentándose a él.