Kylie Jenner dio a luz a su primera y única hija, Stormi Webster, el 1 de febrero de 2018. Durante los meses siguientes, la empresaria apostó por una imagen mucho más natural que la que solía lucir antes del embarazo, un look relajado con el que recordaba a una Kylie adolescente. La de Calabasas llegó incluso a prescindir de los rellenos de labios que tanta polémica levantaron y solía compartir en sus redes sociales publicaciones sin una gota de maquillaje. Ahora, un año y medio más tarde, la benjamina del ‘klan’ Kardashian-Jenner vuelve a vivir una transformación física como demostró en sus últimas vacaciones en las islas Turcas y Caicos. Un adelanto: su etapa ‘al natural’ ha llegado a su fin.
Look sencillo, maquillaje en tonos neutros para potenciar sus rasgos y expresión serena: este era el denominador común de las imágenes que la hermana de Kendall se hacía con Stormi los meses posteriores al parto. Su actitud también era más abierta, de hecho, en un episodio del reality show que protagoniza junto a su familia, no tuvo problemas en admitir que no estaba cómoda con sus nuevas medidas: “Me siento un poco insegura. Siento que mis caderas son mayores. Mis jeans favoritos nunca me van a quedar bien. Muchas personas no lo entienden”.
Mucho ha cambiado Jenner desde estas declaraciones, ahora parece sentirse más orgullosa de sus curvas que nunca y no duda en subir fotos en bikini con Stormi en brazos a sus redes sociales. La empresaria ha sustituido los trajes de baño negros por diseños atrevidos y llenos de color y el pelo natural que lucía durante el postparto por una melena XXL por debajo de los glúteos.
Este nuevo cambio de imagen parace estar inspirado tanto en Kim Kardashian, quien nunca ha dudado en explotar su lado más sensual y compartirlo en sus redes sociales, y a quien la empresaria además admira desde siempre; como en Rosalía, la cantante de la que Kylie es fan como ha demostrado subiendo algunos stories con la música de la catalana de fondo.
Aparte de sus fotos con Stormi, en las publicaciones en las que posa sola también se nota el cambio. Si antes apostaba por posturas relajadas y conjuntos discretos, ahora lleva estilismos totalmente diferentes: bikinis con los que presume de curvas, accesorios dorados en versión XL y una actitud desafiante con la que demuestra que se siente más segura de sí misma que nunca.