Aunque Kaia Gerber solo tiene 17 años, su carrera como modelo es más que prometedora y proyectos como su colección cápsula para Karl Lagerfeld van afianzando su influencia en la industria. Es ya una imprescindible en las grandes Semanas de la Moda y los desfiles más importantes, como el último que Alexander Wang ha celebrado en Nueva York para presentar su colección de Otoño 2019. En este show, Kaia ha vivido una experiencia relacionada con la belleza por la que toda maniquí pasa al menos una vez: decolorarse las cejas, uno de los aspectos más negativos de la profesión. Eso es lo que opina Kendall Jenner, que una vez explicó cómo, aunque después se tiñan del color natural, una vez decoloradas, las cejas nunca recuperan su aspecto original.
Cuando hace dos años Kendall actualizaba habitualmente su ya clausurada app, sus seguidores le preguntaron cuál era la peor parte de ser modelo. La californiana del Klan no lo dudó y contestó: “Cuando los diseñadores quieren hacer cosas con mis cejas”. Por ejemplo, en el desfile de otoño/invierno 2016 de Marc Jacobs, la modelo tuvo que llevar un maquillaje muy dramático para el que fue necesario que se decolorara las cejas: “Siempre me pone los pelos de punta, porque cada vez que lo hacen, las pierdo. ¡Literalmente se me caen! Es horrible, odio de verdad que me las decoloren”.
Con estas declaraciones que Jenner hizo hace dos años, está claro que desaconsejaría a su colega de profesión que tocaran sus cejas en el backstage, aunque lo cierto es que la temporada de pasarelas continúa y, tras el desfile de Alexander Wang, Gerber ha participado en otros shows, como el de Chanel o el de Givenchy, con su aspecto habitual, sin rastro de daños en las cejas... al menos a simple vista.