A qué hora deberías pasear si quieres perder más peso

Un estudio asegura que caminar 15 minutos en un momento concreto del día es más efectivo que hacerlo más tiempo en cualquier otro

Por Regina Navarro

Seguir una alimentación equilibrada y entrenar de forma diaria es una de las mejores maneras de mantenerte en tu peso sin sobresaltos. Si comes mucho fuera de casa, cumplir la primera de las premisas te puede resultar complicado, aunque a veces basta con repetir una frase cada vez que vayas a un restaurante para reducir, de forma efectiva, el contenido calórico de tus platos. Lo del deporte también tiene sus dificultades. La falta de tiempo o la pereza son las principales causas que hacen que, la mayoría de los españoles, no pisen el gimnasio tanto como deberían. Pero no siempre es necesario acudir a estos lugares para ejercitarte. Ya te adelantamos que el power walking funciona y que bastaría con caminar a un ritmo de unos 6 km/h, en sesiones de más de 30 minutos de duración, un total de 150 minutos a la semana. De ese modo tu cuerpo empezará a quemar grasa, pero ¿y si te dijéramos que en realidad es suficiente con que des un paseo de apenas quince minutos después de las comidas y que, además de mantenerte en tu peso, serás más creativa?

Las italianas lo hacen sobre todo después de la cena y han denominado passeggiata a esta técnica que llevan practicando desde hace décadas. Aseguran que les ayuda a mantener su peso y ser más creativas, algo que, en los últimos años, han confirmado varios estudios científicos que han encontrado, en esta costumbre de moverse tras las comidas, innumerables beneficios. Loretta DiPietro, profesora de ciencias del ejercicio en la Universidad de George, Washington, realizó un pequeño estudio en el que descubrió que andar después de la cena, solo un cuarto de hora, y a un ritmo medio, era más provechoso para la salud que hacerlo durante 45 minutos a media mañana, por ejemplo. Según explicaba, el sistema digestivo humano descompone los alimentos en glucosa, que es una de las fuentes de energía primarias del cuerpo.

 

Después de una comida, esta molécula inunda el torrente sanguíneo. Algunas hormonas ayudan a enviarla directamente a las células para que la almacenen. Si siguiésemos las directrices de los expertos y la cena fuese nuestra comida más ligera no debería haber problema. Sin embargo, muchas personas realizan una cena especialmente copiosa. Como resultado, "los niveles de glucosa en la sangre aumentarán muy rápido y se mantendrán elevados durante horas", apuntaba en el estudio. Algo que, a medio plazo, podría acarrear más de un problema de salud. Andrew Reynolds, investigador de la Universidad de Otago, en Nueva Zelanda, asegura que los músculos implicados en el caminar utilizan la glucosa como energía, sacándola de la sangre.

Aunque ambos aseguran que esto puede hacerse después de cada comida, los dos concluyen que, tras la cena, un poco de ejercicio físico es casi imprescindible -además ayuda a acelerar el metabolismo-. Una conclusión que sorprende porque, según explican muchos expertos, la noche es la hora menos recomendable para hacer deporte. La adrenalina que se genera con el ejercicio, y que implica un aumento del ritmo del corazón, puede provocar insomnio en buena parte de las personas. Por eso, matizan, es necesario moverse con moderación y, caminar a un ritmo que no eleve demasiado las pulsaciones -similar al que adoptamos cuando paseamos-, puede ser la mejor de las opciones.

Los otros beneficios de caminar

Un estudio publicado por Scandinavian Journal of Medicine and Science in Sports, asegura que caminar de forma recurrente ayuda a mejorar el estado de ánimo. Algo que ya te adelantamos cuando te hablamos del Shinri-yoku, una técnica japonesa que aseguraba que quienes daban paseos conseguían aliviar antes sus preocupaciones. La Universidad de Stanford, por su parte, compartió una investigación en la que explicaban que andar durante un rato después de comer o de cenar podía ayudarnos a tener más inspiración y ser más creativos. Los autores encontraron una relación directa entre el pensamiento y este tipo de movimiento. "El efecto no se debe simplemente al aumento de la estimulación perceptiva de moverse a través de un entorno, sino que se debe a caminar. Ya sea al aire libre o en una cinta, el caminar mejora la generación de ideas novedosas. El efecto incluso se extiende a cuando las personas se sientan a hacer su trabajo creativo poco después", indican los autores.

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