A veces influye la edad, otras la genética. Pero no seguir una alimentación saludable y no hacer el ejercicio adecuado también tienen mucho que ver. Hay ciertas partes del cuerpo que acumulan más grasa que otras, algo que no necesariamente tiene que ver con la talla que utilices. ¿Una de las zonas más conflictivas? El abdomen. Los expertos indican que el riesgo para la salud existe cuando el diámetro de la cintura supera, en mujeres, los 88 centímetros. Pero lo cierto es que, para considerar que una mujer tiene una composición corporal adecuada cuando la grasa debe suponer entre el 20% y el 26% del total de su peso. El por qué se acumula en el abdomen, sigue sin estar claro. Con el paso de los años existe una tendencia a que la grasa se acumule alrededor de nuestros órganos abdominales en lugar de bajo la piel. Margaret Wierman, endocrina de la Universidad de Colorado en Denver, asegura en una reciente publicación que puede deberse “a una cuestión hormonal”. Pero no todos coinciden con ella.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
En lo que sí parecen ponerse todos de acuerdo es que siguiendo una dieta adecuada y eligiendo los ejercicios correctos, se puede mejorar el aspecto del abdomen. "Si se realiza una dieta correcta que favorezca la pérdida de grasa, pero que aporte los nutrientes necesarios para mantener o aumentar la masa muscular, y se le suma ejercicio físico de fuerza, como levantamiento de pesas, se perderá grasa y se ganará músculo", explicaba a Fashion Laura Parada al preguntarle si se podía perder grasa sin bajar peso. Algo que también funciona cuando se trata de una zona tan localizada. Controlar las cantidades que ingerimos, elegir alimentos nutritivos -sin olvidarnos de las grasas de calidad -, tomar las cantidades adecuadas de hidratos de carbono, aumentar el consumo de vegetales, fibra y no olvidarse de las proteínas son algunos de los consejos a los que recurren con frecuencia los nutricionistas.
La dieta suele ser la responsable de un cambio corporal en un 80%; el 20% restante es cosa del deporte. Lo inmediato es creer que, para reducir la grasa abdominal, dedicar buena parte de nuestro esfuerzo a practicar abdominales o planchas es la mejor opción. Error. No son suficientes. "Por desgracia es muy complicado perder grasa de forma selectiva. Nuestro organismo tiende a acumularlo en según qué zonas por genética, hormonas u otras razones", explicaba a Fashion Cristina Díaz CEO Crysdyaz&Co. y personal trainer de Alexandra Pereira, Laura Escanes y otras influencers. Requiere un trabajo más general centrado, sobre todo, en un entrenamiento coordinado de fuerza y cardio. Un estudio llevado a cabo por la Universidad Federal de São Paulo sobre un grupo de adolescentes, concluyó que una combinación de entrenamiento de fuerza y ejercicio aeróbico condujo a la mayor disminución de la grasa ubicada en el abdomen. Las mismas a las que llegaron otros estudios realizados por Australian Catholic University y la Universidad de Verona.
Qué tipo de ejercicio realizar
Aunque la fuerza y la resistencia se pueden trabajar de forma independiente -en un gimnasio, por ejemplo, puedes hacer cardio y, después, una sesión de pesas-, lo cierto es que existen algunas modalidades deportivas, como el boxeo, que permiten ejercitar todo el cuerpo de una forma muy completa. Este deporte, que desde hace unos años es el favorito de muchas modelos, ayuda a mejorar la salud cardiovascular de una forma efectiva. Generalmente este entrenamiento se configura con varias rondas interválicas, en las que se alterna un ejercicio muy intenso con descansos. Además, al tratarse de un deporte de alto impacto, mejoran la capacidad aeróbica. Por otro lado, el boxeo permite definir y tonificar buena parte del cuerpo. Cuando se golpea, se trabajan el pectoral y los tríceps. Cada vez que llevas los puños hacia el rostro, para protegerlo, se activa el músculo deltoides. En los desplazamientos interviene el cuádriceps y cada vez que se esquivan golpes o se ataca, lo hacen la musculatura lumbar y abdominal.
