Según un estudio realizado recientemente por Birchbox, el e-commerce de cajitas de belleza, más de la mitad de las españolas utilizan protector solar a diario. Una cifra que se eleva al llegar el verano y que confirma la preocupación de la población femenina por cuidar su piel frente a los rayos solares. Pero ¿qué pasa con nuestro cabello? De igual manera que la exposición solar prolongada afecta negativamente a nuestra dermis si no nos protegemos como es debido, con nuestro cabello sucede lo mismo. Aunque pasear al aire libre puede tener efectos positivos en nuestro pelo, el sol, junto con otros factores externos propios del verano como la sal de la playa o el cloro de las piscinas, resta brillo a nuestra melena y ocasiona falta de hidratación y de flexibilidad en la fibra capilar. Sobre cómo cuidarlo en esta época del año hay tantos falsos mitos como verdades, por eso para despejar las dudas hablamos con el experto Antonio Corral, embajador internacional de la firma de productos capilares Moroccanoil, para saber cómo cuidar (y cómo no) nuestro pelo durante estos meses.
¿Cortar antes o después de verano?
Al buscar en Google, ¿cuándo cortar nuestro pelo en verano? aparecen más de dos millones de búsquedas en las que se plantea cuándo acudir a la peluquería, si en los meses previos o posteriores. Hay quien sostiene que para evitar daños mayores lo mejor es hacerlo antes o quien prefiere resolver cualquier efecto negativo al final de la estación. En este sentido, Corral apuesta por una mezcla de ambos. "Me gusta cortar el cabello antes del verano porque es una forma de prepararlo, así prevenimos que las puntas abiertas se estropeen todavía más, aunque yo recomiendo cortarlo otra vez un poquito después del verano para solventar los daños".
Y en cuanto a coloración...
"Durante los meses de calor, la gente suele querer ir con un tono más claro, más hacia los rubios, así que lo más frecuente suele ser apostar por reflejos y mechas. Sin embargo, hay que recordar que en verano el pelo está más deshidratado y poroso por lo que debemos aplicar un extra de nutrición". Por ejemplo, con aceites capilares que podremos aplicar en medios y puntas o acondicionadores sin aclarado que además de facilitar el peinado de las melenas más largas potenciarán el brillo y elasticidad.
Champús ligeros y mascarillas con proteína
Es muy posible que en verano sustituyas tu base de maquillaje líquida por polvos de sol o que cambies los colores oscuros de tu barra de labios por otros más alegres. Tus productos capilares también deberían variar en esta época del año en que la melena tiene unas necesidades concretas diferentes a las del invierno. Corral recomienda "utilizar champús más ligeros, y más enfocados en la hidratación capilar pero que no apelmacen el pelo, además intentaremos utilizar mascarillas más concentradas, incluso con proteína. Suele ocurrir en verano que el comportamiento de las clientas también varía, hay una tendencia a llevar el cabello más natural, secándolo menos, lo que en ocasiones provoca que el cabello tenga un exceso de humedad y aumente el encrespamiento, así que probablemente necesitemos también diferentes productos para lidiar con las necesidades específicas de esta estación".
Lo que NO debes hacer
Como sostiene el experto, "en verano es más habitual dejar secar el cabello al aire, y utilizar productos más enfocados a rizar el pelo o al menos activar un poco las ondas. A menudo ocurre que no nos preocuparnos demasiado sobre los productos que estamos usando para estos fines, y no tenemos en cuenta que muchos de ellos contienen alcohol o ingredientes que resecan y deshidratan el cabello". Abusar de estos productos de styling sin equilibrar la pérdida de hidratación con serums capilares o mascarillas, puede influir negativamente ocasionando la rotura de la fibra capilar y restando movimiento a la melena.