Puedes haberte dado cuenta o no, pero a partir de ahora seguro que lo harás. Solo necesitas repasar los grupos de chicas que te rodean (o los que aparecen en tu feed de Instagram) para comprobarlo: muchísimas amigas llevan el mismo peinado. El Twinning extendido al cabello gracias al mismo corte, a una coloración similar, a que llevan la raya en la misma posición o a que se recogen el pelo del mismo modo. Sea como sea, es muy habitual que dos amigas compartan peinado. Y la psicología tiene una teoría que lo explica.
© Getty Images"No podemos separar nuestra ropa de nuestra identidad porque lo que vestimos es una exhibición externa de nuestro ser", escribe la psicóloga Carolyn Mair, referente en la rama de su profesión que estudia la moda y la imagen. Nuestra ropa es una forma de comunicar nuestra personalidad a los demás, de transmitirles nuestra forma de ser y pensar, una función que se extiende también al maquillaje y al peinado, y que en ocasiones en las que la primera impresión vale más que nunca -como una entrevista de trabajo o una primera cita- adquiere todavía más relevancia.
Sin embargo, no solo nuestra personalidad influye en qué ropa nos ponemos o cómo nos peinamos. Tampoco las tendencias. Igual que Carolyn Mair, otros expertos en psicología de la moda y sociología han estudiado durante décadas cómo las elecciones que hacemos en cuestión de imagen tienen a menudo una razón social más que personal. Queremos encajar en nuestro entorno y optar por una imagen similar a la del grupo es la forma rápida de sentirnos parte de este, un fenómeno especialmente evidente durante la adolescencia, cuando la autoestima atraviesa su época más delicada.
© Getty Images"Al vestirse de la misma manera, hablar igual y adoptar los modales de sus amigos, en realidad están expresando algo complicado sobre su propia autoestima. Buscan inconscientemente una función de tipo materno por parte de sus amigos. (...) Intentan obtener aprobación y atención de manera tácita e implícita para reforzar su frágil autoestima", explica la psicóloga Stephanie Newman en el portal Psychology Today. A medida que nos hacemos adultos, por lo general, el amor propio crece y la personalidad se va consolidando, y las decisiones en cuestión de imagen se vinculan sobre todo al estilo individual, aunque no por completo. Casi siempre queda cierta parte que busca la aprobación de los demás, al menos de las personas que más importan, como tu hermana o tu mejor amiga. Y peinarte igual que ellas puede entenderse entonces como una expresión inconsciente de ese deseo.
