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Por qué la camiseta básica es la prenda que más contamina© Getty Images

Ni el vaquero ni el vestido negro, la prenda que más contamina es...

En el Día de la Tierra, te damos los consejos de experta para comprar (y conservar) este básico de manera consciente y sin perjudicar al planeta


22 de abril de 2025 - 17:05 CEST

La moda nos interesa, sobre todo, cuando la vemos en las pasarelas o escaparates (el flechazo primigenio) y cuando la estrenamos, pero la vida útil de cualquier prenda va mucho más allá: desde su concepción y el consiguiente proceso de producción hasta el transporte al consumidor, quien la incorpora a su armario para, finalmente, desecharla. En este ciclo de obsolescencia, la camiseta básica, esa que hombres y mujeres tenemos en distintos cortes y colores, es protagonista de un problema medioambiental que podemos paliar cambiando solo algunos hábitos de compra. ¿Estás dispuesta?

Ni el vaquero ni el vestido negro, la prenda que más contamina es...© Zara

La camiseta básica, una amenaza para el planeta

Es la prenda más sencilla del vestidor, la más versátil y, también, la que más se desecha. Ghana importa alrededor de 15 millones de prendas usadas cada semana, conocidas localmente como obroni wawu, que se traduce como "ropa de hombre blanco muerto". Estas provienen de países como el Reino Unido, Estados Unidos o China (aunque la Unión Europea no se salva) para acabar en mercados gigantes de segunda mano, donde los ghaneses adquieren prácticamente toda su ropa. 

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Loewe

Kantamanto, en Acra, es un extenso complejo con miles de puestos. Allí se pueden encontrar artículos de H&M, Levi Strauss, Zara, Primark, entre otras firmas populares de moda rápida. Basta un vistazo a las imágenes del mercado para darse cuenta de que Ghana se está convirtiendo en el principal vertedero del Norte global, con infinito suministro de camisetas que, por la razón que sea, a nosotros ya no nos gustan. ¿Por qué nos deshacemos de ellas?

La camiseta básica habitualmente se vende barata, puesto que cuesta muy poco producirla y su patrón es simple, fácil de confeccionar. El valor que le damos es ese, el de una prenda económica que no tiene trascendencia y, por ende, está destinada a ser sustituida por otra igual.

Ni el vaquero ni el vestido negro, la prenda que más contamina es...© Getty Images
Adolescente con camiseta de los Beatles (1969)

Así nació la prenda que mejor comunica

Lo que hace tan notable a este fenómeno sartorial es que las camisetas, tal como las conocemos, apenas existen desde hace poco más de 100 años. Y ni hablar de aquellas decoradas con algún estampado, que solo se popularizaron después de la Segunda Guerra Mundial, cuando su objetivo era promover el patriotismo en Estados Unidos con mensajes de enaltecimiento a las tropas. Poco después, llegarían las campañas políticas: los candidatos presidenciales regalaban camisetas con ingeniosos eslóganes como medio de autopromoción. 

Ni el vaquero ni el vestido negro, la prenda que más contamina es...© Zara

La tecnología que permitió la impresión de gráficos en camisetas a gran escala no apareció hasta principios de la década de 1960. A partir de entonces, los artistas pudieron plasmar sus ideas en prendas de vestir. Los grupos de contracultura no tardaron en subirse al carro, marcando la primera vez que se usaron para expresar desagrado, en lugar de orgullo. 

El punto de no retorno llegaría con los Beatles, que poco tenían de contracultura y mucho de fenómeno pop. A su mánager, Brian Epstein, se le adjudica la creación de todo un imperio de merchandising en el que las camisetas eran una fuente clave de ingresos.

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Getty Images
La camiseta viral de Dior (Primavera/Verano 2017) con el mensaje "Todos deberíamos ser feministas"

Todos tenemos una o, mejor dicho, muchas. Y si no las usas en el día a día, al menos forman parte de tus looks de gimnasio o del pijama. Las usamos para expresar que algo nos gusta (una banda de música); pertenecemos a un grupo (las de universidades son especialmente populares); tenemos ciertas ideas políticas ("Todas deberíamos ser feministas"), o hemos visitado un sitio turístico del que queremos presumir ("I❤️NY"). Esa capacidad de adaptación de la camiseta es, irónicamente, su condena. 

Camisetas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Getty Images

Desmontamos el mito: ¿contamina más que un vaquero?

Siempre se dice que los vaqueros son la prenda más contaminante que existe. Las cifras, en parte, avalan esa creencia: se requieren 3.781 litros de agua para hacer un único par, mientras que la camiseta "solo" necesita 2.700 litros. Lo cierto es que ninguna de las dos está libre de pecado porque el algodón, aunque natural, es un cultivo con consumo intensivo de agua.

Camiseta blanca con vaqueros© Agolde

Sin embargo, a diferencia del vaquero, que no se lava con frecuencia o casi nunca, la camiseta se mancha fácilmente y recoge olores a lo largo del día. Por esta razón, tenemos la mala costumbre de meterla en la lavadora después de cada uso, aumentando el consumo de agua derivado de esta prenda durante su vida. 

Asimismo, acostumbramos a ponernos el vaquero hasta que no dé más de sí, lo que podría suponer años e, incluso, en los mejores casos, décadas de uso. Las tiendas de segunda mano están repletas de tejanos de las marcas Levi's, Lee o Wrangler en estado óptimo, que son una sensación entre los más jóvenes por su aspecto vintage. 

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Agolde

Por su parte, las camisetas, sin importar el origen o su precio original, son menos resistentes: se manchan, transparentan, destiñen o pierden su forma al poco tiempo de estrenarlas. Aun así, tenemos unos cuantos trucos de experta que pueden ayudarte a elegir la camiseta perfecta, que sea responsable con el planeta y permanezca años en tu armario sin deteriorarse. 

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Getty Images

Cómo conseguir la camiseta perfecta: sostenible y duradera

Si revisas la etiqueta de tu camiseta preferida, lo más seguro es que en su composición encuentres algodón, poliéster o viscosa, tres tejidos que son, en este orden, los que más dióxido de carbono emiten. Sus variantes recicladas, como el algodón reciclado, consumen menos energía, pero ¿son siempre la mejor alternativa? 

Las grandes empresas del sector nos han hecho creer que este simple adjetivo soluciona todo mal, cuando la realidad es que ciertos tejidos reciclados jamás podrán reciclarse nuevamente, lo que pone fin a su vida útil tras apenas una reencarnación. Al mezclar dos tejidos, se complica la tarea de reciclaje, sobre todo si esta mezcla está compuesta de materiales naturales y sintéticos. 

En esta línea, procura que tus camisetas se hayan elaborado utilizando un único tejido o, en su defecto, una mezcla de tejidos naturales, como el algodón y el lino. Según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), el algodón reciclado sigue siendo la opción más favorable para el medioambiente. De esta manera, Ecoalf ha conseguido ahorrar 1.400 millones de litros de agua en comparación con el estándar de la industria, apostando por "un modelo circular en el que los recursos naturales que utilizamos nunca se convertirán en residuos, sino que renacen"

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Agolde

Trucos para lavar tu camiseta y que no se desgaste

Ahorra agua (y dinero) al lavar tus camisetas en agua fría, con un ciclo delicado y detergente suave. Evita productos químicos agresivos, como la lejía. De hecho, la mezcla de vinagre y bicarbonato de sodio funciona igual de bien, y hasta mejor. Sécalas al aire o sobre un calentador a baja temperatura, ya que los centrifugados de las secadoras pueden estirar y deshilachar las fibras que componen el tejido. 

Si tu camiseta tiene alguna mancha, antes de lavar, aplica una pasta de bicarbonato de sodio, agua oxigenada y agua tibia o el zumo de un limón y una pizca de sal. Palabra de experta: estos remedios de la abuela extenderán la vida útil de tus prendas favoritas.

Camisetas blancas: cómo cuidarlas y que te duren muchos años© Getty Images

El secreto para incorporarla a todos tus looks 

Justamente por su carácter sencillo, las camisetas básicas, sean lisas o estampadas, pueden incorporarse a cualquier estilismo del día a día. Con americana o cazadora, vaqueros, pantalón sastre o falda midi... ¡Haz uso de ella como si se tratara de un lienzo en blanco! Al momento de elegir cuál comprar, no obstante, asegúrate de que te sientan bien tanto el corte como el color, para que nunca te canses. Y si es estampada con algún gráfico o mensaje, procura sentirte realmente identificada con él: tu ídolo de la infancia, un cuadro que colgarías en tu casa o la frase que te tatuarías. La camiseta puede ser, si así lo quieres, una extensión de ti. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.

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