Antes de que Diana de Gales se convirtiera en un icono global de estilo, hubo un diseñador británico que supo identificar todo su potencial. Sería él, David Sassoon, alma creativa de la casa Bellville Sassoon, quien le daría ese toque distintivo a los looks de la primera esposa de Carlos de Inglaterra. Este 10 de abril de 2025, el mundo de la moda llora al hombre que definió la imagen de la joven Spencer en su transición de tímida institutriz a princesa del pueblo. Su íntima amiga Zandra Rhodes ha confirmado la noticia del fallecimiento a los 92 años.
Fallece David Sassoon, el modisto de la aristocracia británica
Nacido en 1932, David Sassoon se formó en arquitectura y moda antes de incorporarse, en 1958, a la firma de la diseñadora Belinda Bellville, cuyo atelier londinense era ya frecuentado por la alta sociedad británica. Años más tarde, su nombre se sumaría al de Bellville, dando lugar a Bellville Sassoon, una casa encargada de vestir a damas de la realeza y la aristocracia con piezas exquisitas, pensadas para brillar en banquetes de Estado, espectaculares bodas y galas benéficas.
La historia de Sassoon y Diana comenzó poco antes de que el nombre de esta joven aristócrata acaparara titulares. Fue recomendada a la casa Bellville Sassoon por miembros del círculo real, ya que, siendo aún Lady Spencer, necesitaba atuendos adecuados para sus nuevas responsabilidades públicas. Sassoon y su equipo entendieron de inmediato cómo resaltar su frescura, sin perder de vista el protocolo.
El primer look de la princesa Diana después de su boda
Sin embargo, el primer encuentro que esta futura princesa tuvo con la obra de Sassoon viene acompañado de una anécdota que él jamás llegó a olvidar. A sus 19 años, Diana visitó su tienda en Londres, poco después de comprometerse con el príncipe Carlos, en busca de un look para sus fotos de compromiso, pero era casi la hora de cerrar. Al no reconocerla, la dependienta le dijo que, en lugar de comprar allí, fuese a los grandes almacenes Harrods. Ese error garrafal es el responsable de que luzca en aquellas imágenes aquel traje azul cobalto, no un diseño del modisto.
Todo quedó enmendado, no obstante. Tras casarse en la Catedral de San Pablo, el 29 de julio de 1981, Diana se enfundó en un traje color melocotón con volantes, de Belville Sassoon, para partir a su luna de miel. Aquel diseño, recatado y delicado, selló la imagen de inocencia y dulzura que acompañaría a la princesa de Gales durante sus primeros años de matrimonio.
Diseñador de confianza en sus primeros años reales
Los diseños de estética naif, con volantes o lazadas, figuraron entre los imprescindibles del armario de la princesa de Gales durante los años ochenta, cuando esta aún se mostraba tímida ante la prensa. Era su manera de externalizar esa vibrante personalidad que solo dejó ver una vez separada del que era heredero al trono de Inglaterra. Con el paso del tiempo, Diana fue encontrando una voz estética más audaz, de la mano de firmas como Catherine Walker, Versace o Dior. Pero David Sassoon siempre formará parte de su historial como el modisto que supo vestir su transformación en princesa, con tacto, intuición y elegancia británica.
Sobre estas líneas, encontramos la última fotografía que se hizo de ambos, la cual data del 31 de mayo de 1997, tres meses exactos antes del trágico accidente que acabaría con la vida de Lady Di en París. Esta instantánea fue capturada en una exhibición de varios vestidos usados por la princesa de Gales, los cuales se subastaron en Christie's para destinar los fondos al Aids Crisis Trust y el Royal Marsden Hospital Cancer Fund.
Un legado eterno en la moda
Además de Diana, David Sassoon vistió a otras mujeres de la Familia Real, como la princesa Margarita y la princesa Ana, por lo que fue considerado uno de los diseñadores de cabecera del Palacio de Buckingham a finales del siglo XX. En sus últimos años, aunque retirado de la primera línea creativa, su nombre perduraba en los archivos de la moda como símbolo de una época en la que las apariciones reales se vivían con un aura de cuento moderno.