![](img_verano/espacio.gif) |
![](img_verano/tab_2-12.gif) |
Es el país del sol de la media
noche, y de los fiordos que cruzan extensiones de hasta cien kilómetros
para encontrarse con el mar -especial atención merece el fiordo de Oslo-
discurriendo sobre antiguos valles de origen glaciar. Una nación con un
litoral largo, cerca de los 22.000 kilómetros, y accidentado con rocas y
ensenadas pero, también, un paraíso para los apasionados de la vela, la
pesca y de las fuerzas incontrolables de la naturaleza. |
|
![](img_verano/espacio.gif) |
Sus innumerables peñascos,
islotes y arrecifes son, sin duda, fascinantes pero también peligrosos.
Aún así, los noruegos, valientes y dotados para un especial control sobre
su entorno, se lanzan a la aventura. Entre ellos, los propios Reyes de Noruega
y sus hijos, Haakon y Marta Luisa, que, a bordo del buque real Norge
-un regalo hecho por el pueblo noruego al rey Haakon VII después de la Segunda
Guerra Mundial- llegan hasta el Sur, Vestfold, el condado donde se ubica
su residencia de verano. |
![](img_verano/espacio.gif) |