Después de muchos años de relación y tres hijos en común, Pep Guardiola y Cristina Serra han contraído matrimonio este jueves en el Ayuntamiento de Matadepera, en Barcelona. Una boda que ha pillado por sorpresa a más de uno, ya que muchos desconocían si estaban casados o no después de tanto tiempo juntos. Los preparativos los empezaron a tramitar con mucha discreción en Alemania, país en el que residen, y el enlace, al que sólo han asistido alrededor de diez familiares de la pareja, ha sido en la más estricta intimidad.
El exentrenador del FC Barcelona y actual entrenador de Bayern de Munich llegaba vestido de manera informal, con pantalón oscuro, jersey de color beige y camisa blanca, para dar el “sí, quiero” a la mujer con la que comparte su vida desde hace dos décadas, ante el juez de paz Francesc Duch, que es amigo de la pareja y que según han informado en la página web del ayuntamiento ha sido el motivo por el que han decidido hacerlo en este lugar. La novia también ha acudido vestida de sport, al igual que los invitados, y todo apunta a que no habrá ninguna gran celebración después, con lo que parece que para ellos ha sido tan sólo trámite.
Pep y Cristina llegaron al Ayuntamiento poco antes de las nueve y media de la mañana acompañados por sus padres y sus tres hijos, Maria, Mario y Valentina. Una vez en la Sala de Plenos, la ceremonia civil se ha prolongado durante una media hora y a la salida, algunos medios de comunicación les esperaban en la puerta, aunque no han querido hacer declaraciones.