Dannielynn, la hija de Anna Nicole Smith, tiene ya catorce meses y vive en California con su padre, Larry Birkhead. Es una niña castaña, de expresivos ojos azules y más parecida físicamente a su padre que a su madre. Atrás quedan ya las arduas luchas en los tribunales de las que la pequeña (sin siquiera suponerlo) fue objeto en sus primeros siete meses de vida. Dannielynn llegó al mundo en Bahamas el 7 de septiembre del 2006. La felicidad de Anna Nicole quedó empañada para siempre tres días después cuando su hijo mayor, Daniel, falleció por una sobredosis de medicamentos en la misma habitación en la que ella se recuperaba del nacimiento de la pequeña. El destino de la niña quedó marcado para siempre en ese mismo momento. Su madre cambió el nombre que había elegido por el de Dannielynn (en recuerdo de su hijo) y Hope (esperanza en un vano intento de recobrar la felicidad que había perdido.
La recién nacida fue inscrita con los apellidos Marshall Stern. Marshall por el octogenario millonario texano al que Anna Nicole estuvo unida y por cuya herencia litigaba con el hijo del magnate. Stern, por su abogado y amigo, Howard K. Stern, del que aseguraba que era el padre del pequeño.
Mientras tanto, el fotógrafo Larry Birkhead aseguraba que él era el verdadero padre de la niña y solicitaba pruebas de ADN que así lo atestiguaran. La ya truculenta historia dio un drástico giro el ocho de febrero del 2007, cuando Anna Nicole falleció en un hotel de Miami. Dos meses después, y tras las pertinentes pruebas de ADN, un juez de Bahamas dictaminó que Birkhead era el padre biológico de la pequeña y en cuanto obtuvo la custodia cambió sus apellidos por los de Smith-Birkhead.