Matías Rodríguez, que conducía el coche en el momento del accidente, se encuentra profundamente conmocionado
Jesúlín de Ubrique fue trasladado en un helicóptero sanitario hasta el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla
25 SEPTIEMBRE 2001
Jesulín de Ubrique permanece en observación a la espera de poder ser intervenido quirúrgicamente. Está consciente y su estado es estable dentro de la gravedad de las lesiones sufridas en el accidente de coche que sufrió cuando regresaba a su finca Ambiciones tras una cacería en la sierra de Huelva. El todoterreno en el que viajaba dio varias vueltas de campana Jesús Janeiro salió despedido y quedó atrapado debajo del vehículo.
El diestro gaditano ha contado con el apoyo de toda su familia, que se trasladó al hospital Virgen del Rocío de Sevilla nada más conocer la noticia. Pasadas las primeras horas de incertidumbre, Jesulín de Ubrique comienza a recibir las primeras visitas de allegados y amigos que se acercan hasta el centro sanitario para apoyarle y animarle en estos duros momentos. Así su compañero de profesión Juan Antonio Ruiz, Espartaco y Matías Rodriguez, el chófer que conducía el Toyota Land Cruiser en el momento del accidente. Sumamente afectado, no lograba explicarse cómo había ocurrido todo: “Eran la una menos cuarto de la mañana y veníamos de una cacería, estábamos a 40 km de casa y fue una cosa muy tonta, en una curva el coche resbaló y perdí el control”, afirmó. “Dio muchas vueltas de campana y al final el coche quedó con las ruedas para arriba”.
Matías Rodríguez contó a su llegada al hospital Virgen del Rocío que Jesulín, que iba dormido en el asiento del copiloto, salió despedido por la luna delantera y quedó atrapado: “Tuvimos que parar un montón de coches en la carretera y juntando veinte personas conseguimos dar la vuelta y sacar a Jesús”.
Matías Rodríguez confirmó, asimismo, que el matador se dio cuenta de todo: “Estuvo conciente en todo momento. Cuando le sacamos movía las manos y le dolía todo el cuerpo. Jesús me preguntaba en todo momento ¿Matías como ha podido pasar esto?, y yo no sabía qué decirle. Él me decía que no me preocupase que no había sido culpa mía. De todas maneras, si hubiera llevado el cinturón de seguridad puesto, igual no hubiera sido tan grave”.