Ángela en la habitación de la clínica de Sevilla en la que fue ingresada tras sufrir un infarto de miocardio cuando se encontraba en el campo cuidando de sus toros
"Tengo unos dolores impresionantes, pero sé que me van a poner buena"
12 JULIO 2001
La torera María de los Angeles Hernández Gómez, más conocida como Angela, retirada desde hace unos años del mundo del toro, ingresó el pasado fin de semana en la clínica Sagrado Corazón, de Sevilla,tras sufrir un infarto cuando se encontraba en la finca de la ganadera María
de Palma, donde trabaja.
La torera, que en
los años setenta también intervino como
rejoneadora y actriz, se encontraba muy
decaída tras el susto, aunque tiene muchas
ganas de seguir viviendo y luchando contra
"el toro" que en estos momentos le ha tocado lidiar.
—Angela, ¿cómo te encuentras?
—Estoy mejor. Estuve más de quince minutos sin conocimiento y en la finca se asustaron mucho porque todos los síntomas decían que era un infarto. Me llevaron primero a la clínica Macarena, y luego pedí que me trajeran a ésta, y agradezco mucho a los doctores que aquí me están atendiendo con tanto cariño.
—¿Tus familiares no han podido venir?
—Ellos no están aquí y no he sentido ese
calor humano que yo necesitaba porque
mis familiares están fuera y aquí me han
dado mucho cariño.
—¿Sentiste en algún momento que puede suceder lo peor?
—Yo sé que esta es la faena más dura que
voy a lidiar, pero le voy a cortar las orejas y
voy a salir para delante. Quiero dar las gracias a un figurón del toreo, que además es
humano, José Tomás, porque me ha mandado un telegrama, que es el primero que he recibido. Ese detalle no lo olvidaré nunca y lo voy a enmarcar en mi casa.
—¿Ha sido un susto muy grande?
—No ha sido nada fácil, pero hay que seguir, y la vida es muy dura. Quiero salir de ésta porque no quiero que sufra mi familia y sé que Dios y la Virgen del Rocío me van a ayudar.
—¿Cómo te encuentras físicamente?
—Lo estoy pasando muy mal. Tengo
unos dolores impresionantes, pero yo sé
que en esta clínica me van a poner buena, porque tengo que sacar una finca adelante, que es la de María Palma y Aguadulce, y estoy muy encantada y feliz. Este trabajo me está dando la vida otra vez, porque los toreros cuando no tenemos que torear tenemos "malformación" taurina. Aparte, estoy ayudando a dos chavales que van a ser figuras del toreo.
"Lo primero que voy a hacer cuando salga de la clínica es ir a la finca a ver a mis toros"
—¿Qué es lo primero que vas a hacer
cuando salgas de aquí?
—Irme a la finca a ver a mis toros, que
son los que más me quieren, porque esos
no te mienten nunca, jamás te defraudan
ni te engañan. Siempre te dicen la verdad.
La honestidad de las personas es lo más bello y el toro es honesto.
—¿Te gustaría ponerte de nuevo el traje
de luces?
—El traje de luces, no, porque es muy
fuerte, pero si me pongo bien sí que me gustaría torear los festivales que me hicieran
falta para colaborar con una causa benéfica.
La ilusión es vestirme otra vez de corto.
—¿Si volvieras a nacer volverías a ser torera?
—Indudablemente, no me arrepiento de nada de lo que he hecho, volvería a hacerlo y creo que si hubiera nacido más tarde, seguiría ahora en el mundo del toro.
—¿Te hubiera sido, entonces, más fácil triunfar?
—Indudablemente. La gente ahora piensa de otra manera y tiene otra forma de ver la vida. Sí, creo que me hubiera sido más fácil. Yo no me aburro con el toro. Soy muy tenaz. Conseguí que la mujer torease pie a tierra.
«Mi sueño es ahora que triunfe mi ganadería»
—¿Cuál es tu sueño ahora mismo?
—Que triunfe la ganadería que represento. En el tiempo que llevo me han indultado un toro en Jaén. Cada vez estoy más ilusionada. Quiero mucho al ganado. Veo nacer a un becerrito y me digo a mí misma que el día de mañana ese becerrito va a ser el que le dé un triunfo grande a un torero. Eso es lo que más me ilusiona en este momento.
—¿Te gustaría dar algún tipo de mensaje?
—Quisiera dar las gracias a todos los que se han interesado por mí, conocidos y desconocidos. No creí que la gente me recordaba tanto, en estos momentos es cuando te das cuenta de la gente que te quiere.
—¿Las mujeres tienen que seguir luchando en el mundo el toro?
—Sí, como luchan los hombres, porque ya no es fácil para nadie. Si sale una, que pegue fuerte. El toro pone a cada quien en su sitio.