19 ENERO 2001
Se suele decir que después de la tormenta llega la calma. Rocío Jurado, feliz y tranquila después de que su hija haya conseguido la guarda y custodia de sus hijos, Rocío y David, decidió salir de compras por la localidad madrileña.
Aprovechando estos días de rebajas, la popular cantante de Chipiona, que ultimamente estaba muy triste por los problemas que sufría su hija, Rocío Carrasco, acudió al centro comercial cercano a su domicilio de La Moraleja para comprar ropa para sus hijos pequeños, Gloria Camila y José Fernando.
La tonadillera, que llevó a sus hijos al colegio ya que su marido, José Ortega Cano, se encontraba en Sevilla cumpliendo sus compromisos profesionales, apenas quiso hablar sobre la sentencia judicial de la jueza. Muy discreta, Rocío Jurado lo unico que manifestó era lo feliz que se sentía: “Es una gran noticia que esperabamos con impaciencia”.
ROCÍO CARRASCO CELEBRA EN FAMILIA LA OBTENCIÓN DE LA CUSTODIA DE SUS HIJOS