| Madonna y Guy Ritchie, que el pasado viernes se convirtieron en marido y mujer, disfrutan de su luna de miel en una finca propiedad del cantante Sting, gran amigo de la pareja |
| En la imagen, Madonna y su marido en compañía de la pequeña Lourdes. La mansión campestre donde la familia pasa estos días cuenta con 41 habitaciones, 12 de las cuales son dormitorios y otras 10, cuartos de baño. El terreno mide 21,87 hectáreas |
| La guapa cantante ha logrado que su boda se desarrollara con absoluta discreción, hasta el punto de que no hay ninguna fotografía del enlace |
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26 DICIEMBRE 2000
Madonna y Guy Ritchie disfrutan estos días de su luna de miel en una finca que posee el músico Sting, gran amigo de la pareja, en el suroeste de Inglaterra.
Los nuevos esposos, que contrajeron matrimonio el viernes en el castillo escocés de Skibo, llegaron a la finca el sábado tras un vuelo en jet privado al aeropuerto de Southampton. Allí, la cantante estadounidense y el director de cine británico tenían pensado reunirse con Sting y su esposa, Trudi Styler, para pasar el día de Navidad juntos.
La mansión campestre, que ha visto reforzada su seguridad con perros desde la llegada del famoso matrimonio, cuenta con 41 habitaciones, entre las que 12 son dormitorios y 10 son cuartos de baño. En las 21,87 hectáreas de terreno existe un lago con truchas, y Sting posee los derechos de pesca en unos 300 metros a lo largo del río Avon.
Absoluta discreción
Madonna y Guy Ritchie han decidido que estos importantes días de sus vidas se desarrollen con una discreción absoluta. Así, la primera imagen de la feliz pareja desde que se convirtieron en marido y mujer fue captada el sábado cuando llegaban, acompañados de sus hijos, al aeropuerto de Inverness para tomar rumbo a su esperada luna de miel.
Del enlace nupcial todo son rumores. Ningún fotógrafo logró tomar una instantánea de la pareja; el amplio dispositivo de seguridad que rodeó la ceremonia dejó a los miles de periodistas desplazados hasta Dornoch en ascuas durante toda la madrugada.
De hecho, los reporteros sólo pudieron confirmar que el matrimonio se había celebrado 12 horas después de concluir la boda. “Sí, ha tenido lugar”, reveló por la mañana la reverenda que ofició el enlace, Susan Brown.
Según algunos periódicos británicos, la ceremonia tuvo un claro aire escocés, en honor al abuelo de Ritchie. Se sabía que el novio vestiría un kilt con los colores típicos de su linaje y que la reina del pop caminaría hacia el altar con un vestido gótico diseñado por su amiga Stella McCartney, que más tarde, durante el banquete, cambiaría por otro vestido creado por Donatella Versace. De adornos, la cantante llevó una saya de tartan y un brazalete de diamantes.
Tras la exquisita cena, una orquesta en directo tocó música celta y animó a los ochenta invitados hasta el amanecer. No faltó la música de Sting y Elton John, que quisieron deleitar con sus mejores temas a sus grandes amigos.
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