En la imagen, el ex tenista presencia un partido de baloncesto con su hijo, fruto de su relación con Bárbara Fuster
Una imagen retrospectiva de la pareja, que tras siete años de matrimonio, ha emprendido una batalla legal por la custodia de sus hijos
22 DICIEMBRE 2000
La leyenda de tenis, Boris Becker, presentó el pasado 15 de diciembre la demanda de divorcio de su esposa Bárbara, justo dos días antes de cumplir su séptimo aniversario de boda.
Boris Becker, que había anunciado hace algunas semanas su separación, aseguró en diversas entrevistas que jamás rompería su matrimonio porque todavía quería a su mujer. Sin embargo, dos días después de estas declaraciones, el ex tenista alemán solicitó el divorcio ante un tribunal de Múnich a la vez que recurrió una demanda en la que Bárbara reclama la tutela de los dos hijos que la pareja tiene en común.
Y es que, aunque la pareja protagonizó una separación modélica, el divorcio se prevé algo más movido y espinoso. Por un lado, Becker se niega a conceder a su mujer Bárbara la tutela de sus dos hijos comunes, Noah, de seis años, y Elías, de uno. Por otro, el tenista también se resiste a pagar una pensión alimenticia. Por este motivo, en el recurso que presentó el pasado día 15, hizo constar, al parecer, la existencia de un contrato matrimonial firmado en 1993, en el que el matrimonio estableció que, en caso de divorcio, Bárbara obtendría 5 millones de marcos –425 millones de pesetas– y no una pensión.
La separación de Becker y su esposa Bárbara ha sorprendido a todos, ya que eran considerados un matrimonio modélico.