Iñaki Urdangarín, todavía emocionado, explicó a los medios de comunicación que la experiencia de ayudar a nacer a su hijo fue algo "único y maravilloso"
Su Majestad, la reina doña Sofía, saludando a los periodistas y fotógrafos, en el momento de llegar al hospital para conocer a Pablo Nicolás, su cuarto nieto
La infanta Elena, que se desplazó a la ciudad Condal nada más conocerse la noticia del ingreso de su hermana en la clínica, a su llegada al centro médico
Iñaki Urdangarín agradece al doctor Manuel García Valdecasas el haberle dejado participar de forma activa en el nacimiento de su hijo
6 DICIEMBRE 2000
Cristina de Borbón y Grecia, la segunda hija de los Reyes de España, ingresó en la clínica Teknon de Barcelona el seis de diciembre, a las siete de la tarde, con los síntomas propios de un inminente alumbramiento y, cuatro horas más tarde, con una puntualidad constitucional, dio a luz a su segundo hijo.
La infanta doña Cristina trajo al mundo a Pablo Nicolás –según su padre, le pusieron Pablo de mutuo acuerdo y Nicolás, por haber nacido su hijo el día de su santo, San Nicolás de Bari– en un parto normal y muy rápido (dos horas y media), en el que Iñaki Urdangarín participó, según el doctor Manuel García Valdecasas, de forma activa. "Esta vez le hemos hecho colaborar más. Se ha lavado, ha extraído al niño físicamente y lo ha puesto encima de su madre. Luego, ha pinzado el cordón umbilical y lo ha cortado".
Pablo Nicolás, que llegó al mundo de forma natural –a través de un parto "eutócico"–, a las 22.50 horas de la noche del día seis de diciembre, pesó al nacer tres kilos ochocientos gramos y midió cincuenta y cuatro centímetros.
Una fecha señalada
"Es muy chillón –dijo el duque de Palma a los periodistas que esperaban noticias en la puerta del centro médico–, aunque muy parecido a su hermano cuando nació. Ayudar a nacer a mi hijo ha sido una experiencia única y maravillosa. Juan va a tener un buen amigo", comentó Uradangarín refiriéndose a su primogénito.
El ingreso de la Duquesa de Palma, en el mismo hospital en el que Juan Valentín viniera al mundo hace dos años, sorprendió a los Reyes en una fecha muy especial, el día de la Constitución. Una efeméride en la que, por otra parte, Sus Majestades no habían asumido ningún tipo de compromiso oficial.
Por ello, tan sólo veinte minutos después de haber dado a luz a su hijo, Pablo Nicolás, doña Cristina recibió, en la clínica Teknon, la visita de su madre, la Reina, emocionada por convertirse en abuela por cuarta vez, y de su hermana, doña Elena, que se trasladaron desde Madrid en un avión de la Fuerza Aérea para estar a su lado en un momento tan emotivo y feliz.