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Como sabrás, se avecina una masa de frío polar ártico, que afectará a nuestro país desde este viernes y durará varios días. Esta masa de aire provocará un descenso muy brusco de las temperaturas que nos dejará tiritando. De hecho, seremos más propensos a enfermar, como puedes leer en el siguiente artículo, donde explicamos cómo nos afectan las bajas temperaturas. 

Lee: Cómo nos afecta el frío

Para que podamos combatirlo, hay tener en cuenta varios aspectos inherentes a la alimentación, la ropa, así como la higiene personal, en el hogar y el lugar de trabajo, puesto que son lugares donde podemos contagiarnos. A continuación, te damos algunos consejos para que puedas 'capear' mejor el frío. Comenzamos por las defensas. 

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Sube tus defensas

Hay diferentes maneras tratar de prevenir enfermar en invierno y que nos afecten los virus, entre ellas, la vacuna de la gripe. Además, "para reforzar el sistema inmunológico y elevar las defensas del organismo, es necesario mantener una buena alimentación, un plan mínimo de ejercicio físico y evitar hábitos tóxicos como el tabaquismo, entre otros aspectos", señala el doctor Miguel Garber, de Topdoctors.   

Por otro lado, mantener una actitud mental positiva contra el frío también te ayudará a combatirlo. "El frio es una sensación que podemos controlar", añade el doctor Francisco Rodríguez, director médico de la Clínica Axarquia Salud. 

¿Quieres conocer más trucos? Sigue leyendo. 

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Comprobado, el caldo combate el catarro

¿Sabías que se ha comprobado científicamente que el caldo casero ayuda a combatir el resfriado? Así lo vio un estudio norteamericano. La investigación observó que, ciertamente, el caldo casero que nos preparan nuestras madres y abuelas es un perfecto aliado para combatir las molestias de un catarro

También puedes optar por la ingesta de legumbres, fuente inagotable de calorías que te ayudarán a soportar la bajada de las temperaturas.

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Más grasas saludables

Las grasas también son un ingrediente esencial para combatir el frío. Eso sí, las insaturadas (mono y poliinsaturadas). Para una dieta sana que fortalezca el sistema inmunológico y ayude a combatir los efectos del frío, "es importante disminuir el consumo de grasas saturadas e incluir en nuestra dieta ácidos grasos esenciales como por ejemplo los que nos aportan los frutos secos, aceite de oliva, pescados (sobre todo azul), pepita de uva o girasol, semillas...", indica el doctor Francisco Rodríguez, director médico de la Clínica Axarquia Salud. 

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Vitaminas para aguantar el frío 

Verduras como el apio, la alcachofa, las espinacas, la coliflor, la escarola o la cebolla son productos indispensables, puesto que contienen vitaminas y minerales necesarios para fortalecer nuestras defensas.

También hay que incrementar la ingesta de vitamina y provitamina A, que las podemos encontrar en alimentos como la leche y sus derivados, el huevo y así como en vegetales como frutas y verduras. Nos ayuda a proteger la piel del frío ya que evita la sequedad del cutis previniendo, del mismo modo, las grietas o erosiones en los labios o la piel.

La vitamina C, por su parte, es antioxidante y refuerza el sistema inmune, por lo que también imprescindible en las épocas de frío. La contienen, sobre todo, los cítricos como el limón, las naranjas, los pomelos y otras verduras y hortalizas como los tomates, los pimientos, la coliflor, las espinacas y todas las verduras en general.

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El yogur te pone fuerte 

Diversos estudios han relacionado una flora intestinal sana (microbiota) con un sistema inmunológico más fuerte. Las responsables son esas bacterias "amigas" que habitan en el intestino y que nos protegen de infecciones. Una de las mejores maneras de conservar esta flora es mediante el consumo de alimentos probióticos como el yogur. 

Además, si te sienta un poco mal la leche, prueba con este alimento (a no ser que tengas una alergia alimentaria a la leche). Gracias al proceso de elaboración con fermentos lácticos vivos, el yogur contiene menos lactosa que la leche, facilitando su digestión en personas con mala absorción de lactosa.
 

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Tómate un chocolate caliente

Si te gusta el chocolate, estás de enhorabuena. Y si además eres de los que disfruta con un buen cacao a la taza, saldrás corriendo a la primera chocolatería que encuentres.

Hay varios estudios, como el realizado en el departamento de fisiología de la Facultad de Farmacia, de la Universidad de Barcelona, que resaltan el papel protector del cacao en la salud y en el refuerzo del sistema inmune. Si además le añadimos una guindilla, no solo aportamos un sabor picante y delicioso, sino que proporcionamos también vitamina C. Pero ojo, la guindilla te puede hacer perder el calor si te pasas porque te hará sudar. Tómatelo en un entorno calentito y disfruta de él. 

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Lávate las manos

Muchas de las infecciones que hemos mencionado se contraen por tocar objetos contaminados y después tocarse la cara o la nariz. Lavarse las manos con jabón y con frecuencia evitará que te contagies de infecciones típicas del invierno y del frío.  

Así lo recuerda la Organización Mundial de la Salud (OMS): "Las manos limpias protegen de infecciones. En caso de no tener agua, pueden utilizarse productos higiénicos que contengan alcohol". 

Recuerda lavarlas bien. Frotar las manos, la parte superior, entre los dedos, el dorso de los dedos... En este póster de la OMS se explica paso a paso como tener las manos "seguras". 

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Abrígate por capas

Lleva varias capas de abrigo para que puedas quitártelas y ponértelas cuando entres y salgas de la oficina o los centros comerciales. Los cambios bruscos de temperatura favorecen que te cojas un catarro.

Respecto al tipo de tejido, hoy en día no es necesario que recurras a la piel para aislarte bien. Las prendas de plumas, lana o fibras sintéticas aíslantes te darán calor y protegerán tu cuerpo del frío exterior. 

 

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Manos y pies protegidos

Utiliza guantes para las manos, bufanda para evitar que el aire frío penetre por la boca, calcetines y zapatos adecuados, preferiblemente con suela de goma para aislarte de la humedad. Asimismo, Te recomendamos gorros para proteger, sobre todo, las orejas que sufren mucho los rigores del frío. De hecho, se ponen rojas porque el cuerpo envía sangre para calentarlas. Si no te basta el gorro, opta por orejeras. 

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Ventila lo necesario 

Ventilar es necesario. Además de combatir malos olores, mantiene a raya los microorganismos patógenos. Pero recuerda que para ventilar la casa bastan diez minutos. No tengas más tiempo las ventanas abiertas puesto que  producirás una pérdida de calor innecesaria y, además, provocarás que tu hogar tarde más en calentarse, con lo que la factura se encarecerá. 

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Temperatura constante

Procura que tu hogar mantenga una temperatura constante (en torno a los 22 grados centígrados) y evita los cambios bruscos de temperatura entre las habitaciones, ya que te expones a las infecciones. Para ello, puedes optar por calefacciones supletorias y, sobre todo, con un buen sistema de climatización en las ventanas.

Para evitar la sequedad que provocan las calefacciones, y que hace que nos cojamos más catarros o gripe en invierno, coloca unos humidificadores de cerámica con agua en los radiadores. Y es que la humedad es necesaria para evitar que el ambiente no se cargue demasiado. La media idónea oscila entre los 60 y los 70 grados centígrados.

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Respira por la nariz

Los virus, como el de la gripe o el del catarro, tienen preferencia por las mucosas secas. Pero si las mantenemos más húmedas se lo ponemos más dificil. Por eso es conveniente respirar por la nariz. Al hacerlo, permites que se caliente el aire y se humidifique. Además, no llega tan frío a los bronquios y el sistema inmune trabaja para impedir que nos contagiemos. Aunque el problema es que la mayoría de los catarros afectan a la nariz, y nos complica respirar a través de ella... 

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Fuera tóxicos

"Además de unos hábitos de vida sana, es importante abandonar algunos  tóxicos como el tabaquismo o el alcohol", señala el doctor Miguel Garber, director médico de Regeners. Fumar irrita las mucosas y favorece la penetración de los virus. El alcohol hace que se pierda más calor y aumenta el riesgo de hipotermia.  

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Contra el frío, medita

El ejercicio físico es una de las mejores maneras de estimular tu sistema inmunológico y mantenerte fuerte para pasar el invierno sin enfermar. Si lo practicas al aire libre, evita quedarte sudada para no enfriarte. 

Por otro lado, la meditación también te protege del frío. ¿Cómo? Ayudándote a mantener la calma y no perder los nervios. El estrés mantenido en el tiempo daña todo nuestro organismo y disminuye la capacidad de nuestro cuerpo para combatir enfermedades. 

Además, una vida más activa y con menos estrés te ayudará a dormir mejor y hará que tu sueño sea más reparador. Esto también te ayuda a no cogerte tantos resfriados porque se ha visto que dormir poco sí nos hace más propensos a las infecciones. Una investigación de la Universidad de Carnegie Mellon (EE.UU) señala que las personas que duermen menos de siete horas por noche tienen tres veces más de probabilidad de cogerse un resfriado que aquellos que duermen un promedio de ocho horas, o más.  

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Y nuestro último consejo: ¡Disfruta del frío, sé feliz y no te resistas a los achuchones! Todo ello te dará más calor. 

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