El paso del tiempo y la edad no sólo afectan a las capacidades físicas y aspecto corporal, sino también a algunos sentidos vitales, como la visión y empiezan a aparecer problemas oculares. A partir de los 40 aproximadamente el ojo ‘se cansa’ y comienza a manifestar problemas para ver de cerca. Se trata de la presbicia, un trastorno visual del que nadie se libra. "La vista cansada o presbicia es la falta de enfoque del cristalino que, a medida que envejece, se va volviendo más rígido", explica la oftalmóloga Elena Barraquer, directora médico adjunta del Centro Barraquer.
¿Cómo funciona el enfoque del ojo?
Para enfocar de cerca, el ojo pone en marcha un mecanismo de ‘acomodación’ mediante el cual, y por la acción del músculo ciliar, se varía el espesor del cristalino (una lente biconvexa en el interior del ojo). Además, aumenta su potencia para que la imagen cercana se forme en la retina y podamos verla con nitidez. Con la edad, el músculo ciliar, como el resto de los del cuerpo, va perdiendo elasticidad y haciéndose menos potente. Al mismo tiempo, el cristalino pierde flexibilidad, con lo que la capacidad para acomodar y ver de cerca disminuye al cumplir años.
Los primeros síntomas son muy concretos: se ven los objetos cercanos desenfocados, para leer hay que alejar el texto y se necesita más luz. Esta condición afecta por igual a miopes (mala visión de lejos) y a hipermétropes (mala visión de cerca). "Éstos últimos suelen sufrirla antes, mientras que los miopes más tarde, ya que compensan la vista cansada con la miopía. Asimismo, cuanto más dioptrías se tengan, más tarde se desarrollará la presbicia", indica la doctora.
¿Cuál es el tratamiento de la vista cansada?
Ver mal de cerca puede corregirse mediante gafas, lentes de contacto, lentes intraoculares o láser. Sin embargo, y en opinión de la doctora Barraquer, "los métodos de corrección más adecuados para la vista cansada son las gafas (pueden utilizarse también las de la farmacia si las dioptrías de ambos ojos son iguales o hay poca diferencia) y las lentes intraoculares".
La lente intraocular se introduce en el ojo mediante cirugía. Consiste en reemplazar el cristalino por una lente artificial que permita enfocar las imágenes. Estas lentes pueden ser bifocales para corregir la visión de cerca y de lejos o trifocales, que también permite tratar la visión intermedia (la del ordenador).
A priori, son aptas para todo aquel que sufra vista cansada, aunque se necesita acudir al oftalmólogo para una valoración. "Cualquier persona puede operarse. Sin embargo, solo se recomiendan cuando la visión de lejos sin gafas es igual o inferior al 50 por ciento del total. En cambio, si una persona tiene un porcentaje de visión de lejos sin gafas de un 70 u 80, la lente intraocular sí mejorará la visión de cerca, pero puede perder calidad en visión lejana", señala la doctora.
¿Es lo mismo que la fatiga visual?
No. La fatiga visual se puede producir a una edad más temprana y está relacionada con las horas que permanecemos frente a las pantallas de ordenador y dispositivos móviles. Este trastorno puede provocar mareos y dolores de cabeza. "La presbicia no se puede evitar, porque es algo inherente a la edad. Pero sí podemos prevenir la fatiga visual. Lo ideal, para ello, es descansar la vista cada 20 minutos cuando se está trabajando. Para ello, no hay más que mirar al vacío o cerrar los ojos durante unos minutos", recomienda la especialista.
Por otro lado, otra de las causas de la fatiga visual es la escasa producción de lágrima. Ésta mantiene la superficie visual bien hidratada, fundamental para un correcto funcionamiento del ojo. Pero cuando estamos mucho tiempo frente al ordenador, se parpadea con menos frecuencia con lo que el ojo se seca antes. Una buena alternativa para aliviar esta sequedad es tener siempre a mano lágrima artificial y mantener el ojo bien lubrificado. Con ello podremos mejorar la fatiga visual", indica la doctora Elena Barraquer.
Además, tenemos que mantener una buena ergonomía en el lugar de trabajo. Para ello, hay que seguir estos consejos frente al ordenador:
- Inclina el monitor aproximadamente unos 5 o 10 grados hacia atrás.
- Los contenidos que aparezcan en la pantalla deberían estar por debajo de la mirada.
- Procura que la pantalla de tu ordenador tenga una buena resolución. Puedes acudir a un técnico en informática para que calibre (ajustar luminosidad, contraste y colorimetría) tu monitor
- Utiliza un protector de pantalla para minimizar los brillos y reflejos.
- El fondo de pantalla debe ser blanco y las letras negras.
- Intenta que la luz del sol no incida directamente en la pantalla de tu ordenador. Para ello, no debes posicionar el monitor ni delante ni detrás de una fuente de luz intensa.
- Procura que el ambiente laboral se mantenga en un grado de humedad entre un 40 y 65 por ciento.
- Evita abusar del aire acondicionado o de la calefacción
- El humo del tabaco, al entrar en contacto con los ojos, favorece la irritación y por tanto, la fatiga visual.