Opinión de salud

‘Wonder Woman’ no existe y aspirar a serlo comporta graves riesgos para la salud

Wonder Woman ha inspirado a muchas mujeres para ser la mujer perfecta, la madre modelo, la mejor en los estudios, un ejemplo en el trabajo... Objetivos inalcanzables para la inmensa mayoría de los mortales y que, sin embargo, comporta graves riesgos para la salud física y mental

Por Olga Navarro, enfermera

En un tiempo en el que las princesas vestían de rosa y besaban sapos, llegó a mis manos un icono que lo revolución todo: Wonder Woman. Siempre adoré a este personaje, a esa mujer criada como princesa guerrera de las amazonas en una isla y entrenada para ser invencible. Me inspiró a ser una niña valiente y luchadora. Aunque confieso que siempre tuve la duda de cómo hacía para defender al mundo con esa falda tan corta y sin apenas despeinarse (ese tema daría para otro artículo, sin duda). Esta admiración me ha acompañado en mi edad adulta.

Como muchas mujeres de mi tiempo, he aspirado a ser como Wonder Woman en todas las facetas de mi vida: la mujer perfecta, la madre modelo, la mejor en los estudios, un ejemplo en el trabajo… Una luchadora por conseguir un puesto mejor, por una vida envidiable… Ser astuta, fuerte, incansable, ingeniosa, divertida, tenaz, consistente, trabajadora, creativa, resolutiva y un montón de adjetivos más que cansan de solo escribirlos. Querer ser como Wonder Woman nos condujo a una lucha contra la sociedad, contra los hombres (que los pobres no habían dicho ni pío), contra la báscula, contra el espejo pero, sobre todo, contra nosotras mismas. Esta batalla estaba perdida de antemano y solo nos podía llevar, siguiendo con el tema heroico, a la autodestrucción.

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Un final previsible: la autodestrucción

Somos muchas las mujeres que, a día de hoy, contamos con un buen reconocimiento a nivel  laboral, con un currículum repleto de títulos, muchos años de experiencia, mucho savoir faire, mucha gracia y saber estar, unos hijos estupendos con un sinfín de carencias (en realidad no tienen ninguna pero nosotras siempre nos sentiremos culpables por no haber hecho suficiente) y seguimos intentando, sin éxito, ser como Wonder Woman.

Sin embargo, desde hace unos meses, esta discípula de la superheroína ficticia de los cómics ha tenido que frenar, aparcar capa y escudo, tomarse un respiro para mirar todo desde otro prisma y, por fin, tomar consciencia de que una es mortal. Tengo que reconocer que fue frustrante darse cuenta de que, conseguir ser como Wonder Woman, sería mucho más difícil de lo previsto inicialmente y que, dicho sea de paso, ¡¡despeinaba bastante!!

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Estrés y sobrecarga de trabajo: los detonantes de la autodestrucción

Tras colgar la capa, he ido a parar a un grupo mucho más numeroso, y con bastante menos glamour -¡qué le vamos a hacer!-, que el de las superheroínas. En él estoy encontrando cada vez a más mujeres, también hombres, que sufren enfermedades relacionadas con el estrés y la sobrecarga de trabajo, patologías que están sazonadas con los estilos de vida sedentarios y poco saludables.

Estas enfermedades pueden ser de lo más variado: desde afecciones de la piel y el cabello, hasta ciertos tipos de cáncer pasando por problemas cardiovasculares, depresión, trastornos de ansiedad e incluso, enfermedades autoimnumes como el lupus, la colitis ulcerosa, etc. ¿Sabías que durante las dos horas siguientes a un episodio importante de alteración emocional existe el doble de riesgo de sufrir un infarto agudo de miocardio? Si bien el estrés no es el único causante, se sabe que el estrés crónico junto a otros factores, como la genética y el entorno, pueden dañar el funcionamiento del sistema inmunológico y, por tanto, resultar en una enfermedad o alteración del estado de salud.

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Consejos sencillos para no llegar a la autodestrucción

Curiosamente, aunque en mí misma lo he aplicado poco, me he pasado media vida educando a las personas a cuidar su salud. Te propongo una serie de consejos sencillos que puedes poner en práctica para mejorar tu salud:

- Realiza actividad física. ¿Sabías que a nivel mundial, uno de cada cuatro adultos no tiene un nivel suficiente de actividad física? La Organización Mundial de la Salud recomienda al menos, 150 minutos semanales de actividad moderada o 75 de actividad intensa.

- Duerme lo suficiente. Aquellas personas que duermen un mínimo de siete horas al día reducen hasta en un 65% el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares, entre otras (dentro de una vida saludable, claro).

- Sigue una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras. No tomes alimentos “sin” si no los necesitas. El gluten y la lactosa no hacen perder o ganar peso.

- Consulta a tu médico, farmacéutico o enfermera si algo no va bien. No lo dejes para otro día. No te automediques ni sigas los tratamientos de otras personas. En Internet, consulta blogs médicos y espacios oficiales y contrasta luego con tus profesionales de referencia.

- Y para tu salud mental, di “NO” cuando sea preciso, ríete a carcajadas cien veces al día, cambia los pensamientos negativos o destructivos por ideas constructivas y geniales, piensa las cosas pero no las rumies, comparte tu vida solo con las personas que lo merezcan y aprovecha cada minuto para aprender y seguir creciendo.

 

Olga Navarro, enfermera creadora de Tekuidamos 2.0, comunidad de práctica para profesionales sanitarios interesados en las TIC y las redes sociales. Directora de Desarrollo de Negocio en Aula Salud. Directora Experto Universitario en Competencias Docentes y Digitales en Ciencias de la Salud, en Universidad CEU Cardenal Herrera.