Dormir bien es fundamental para conservar un buen estado de salud general. No solo permite que afrontemos los retos del día a día con energía. Mantener unos hábitos correctos de sueño es básico para presumir de un corazón sano, para que nuestro sistema inmunológico no se debilite, para mejorar la memoria y para que seamos más positivos, optimistas e incluso creativos. Sin embargo, no siempre depende de nosotros mismos que podamos sucumbir a los placeres de un sueño profundo y reparador. El hecho de dormir con alguien que ronca provoca que tengamos un sueño fragmentado o incluso que no podamos llegar a pegar ojo en toda la noche.
Según la Asociación del Ronquido de Reino Unido, compartir cama con alguien que ronca de forma habitual nos puede costar hasta dos años de sueño perdido a lo largo de la vida. También causa apnea del sueño, mal humor, irritabilidad, problemas de concentración y pesadillas. Pero además, el ronquido podría sumarse a la lista de los factores causantes de divorcio. Así es. Está comprobado que si uno de los dos miembros de la pareja ronca, hay más probabilidades de separación. El hecho de que el miembro de la pareja que no ronca o que ronca menos tome esta determinación te parecerá menos exagerado después de conocer que el volumen de los ronquidos suele oscilar entre los 35 y 50 decibelios. Es el mismo ruido que produce una aspiradora.
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El ronquido se produce por una vibración de los tejidos de la vía aérea, desde la nariz hasta los pulmones, que se produce por ser un conducto muy estrecho. El más típico se produce por la vibración de la campanilla, que a menudo se inflama con el tiempo y ocasiona muchas molestias. Otro ronquido típico, más agudo, se produce por la vibración del cartílago de la epiglotis. “Cualquier cosa que produzca una falta de espacio en la vía aérea, como la grasa excesiva en esta zona, la alergia nasal y de garganta o estar bajo los efectos de sedantes como el alcohol, agrava el problema”, asegura el doctor Javier Galindo, especialista en Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello.
Hombres o mujeres: ¿Quién ronca más?
El ronquido es un problema muy frecuente. Un 45% de los adultos ronca de forma ocasional, y en torno a un 25% lo hace de forma frecuente. En la mayoría de los casos, este problema afecta a la población masculina. “Los hombres, especialmente si existe sobrepeso, son los que más roncan”, asegura Javier Galindo. Según este experto, los factores que más incluyen en que el hombre ronque más que la mujer son: la forma de la garganta, la composición corporal, la forma del cuello y la distribución de la grasa, hábitos de vida no saludables, como el tabaco, el alcohol, dormir a deshoras…
No obstante, señala que las mujeres son más reacias a reconocer que roncan, lo que provoca que los datos sobre mujeres que padecen este problema “puedan estar algo sesgados”. El doctor Galindo indica que “hay muchas mujeres que roncan desde siempre, pero lo reconocen con más dificultad que los hombres, ya que roncar se asociaba en el pasado al “descanso del guerrero”, algo muy masculino”. De hecho, el Libro Guiness de los Récords recoge un ronquido de 93 decibelios, lo equivalente a la sirena de un coche de policía. ¿Su emisora? Una mujer. Fue en mayo de 1993, Kare Walkert emitió estos ronquidos mientras permanecía ingresada en la Unidad de sueño del Hospital Regional de Orebro, en Suecia.
Lo que sí es muy típico de las mujeres y no de los hombres es que empiecen a roncar a edades tardías, es decir, a partir de los 50 años. “Esto se asocia a los cambios hormonales y de composición corporal propios de la menopausia, y no tanto a factores anatómicos y obesidad como en el caso de los hombres”, indica el director médico de Beauty One Center. En general, el tratamiento de estas mujeres que empiezan a roncar pasados los 50 años es mucho más complejo, sobre todo en el caso de las cirugías del ronquido, pues son poco eficaces.
¿Cuándo debemos acudir a un médico para que valore el peligro de los ronquidos?
El especialista en Otorrinolaringología advierte que el ronquido es un síntoma. “Puede ser el único y no ocasionar más que problemas de convivencia o ser la punta del iceberg de una enfermedad más seria”, subraya. La enfermedad más frecuente es el Síndrome de Apnea/Hipopnea del Sueño (SAHS), que básicamente consiste en periodos prolongados durante la noche de falta de oxígeno en el cuerpo que provoca innumerables problemas, como cansancio durante el día, aumento del riesgo de accidentes de tráfico, impotencia, riesgo de infartos de corazón y cerebral… por lo que si existe alguna duda es recomendable consultar con el médico o, más concretamente, con un profesional especializado en Medicina del Sueño.
Este profesional evaluará si se trata de un ronquido simple, que no da problemas salvo de convivencia, y estudiará o descartará la existencia de una apnea del sueño. “La apnea del sueño es realmente peligrosa para el paciente, por lo que es muy importante anticiparse a su aparición o diagnosticarla tempranamente. Para ello, se debe acudir al médico ante la aparición de síntomas como un cansancio fuera de lo normal, pérdidas de memoria, despistes al volante…”.
¿Tiras nasales? ¿Operación? Soluciones para acabar con los ronquidos
Algunas parejas deciden dormir en camas separadas, otras recurren al codazo como método para que la otra persona no duerma bocarriba… Hay quien duerme con una tira en la nariz que le dilata las aletas nasales y mejora la respiración… Pero ¿tienen efecto estas medidas o existe algún método para dejar de roncar de forma definitiva? El doctor Javier Galindo asegura que lo más importante es tomar medidas encaminadas a mejorar los factores causantes del ronquido y la apnea.
- La pérdida de peso es la terapia más eficaz para el ronquido.
- Evitar el alcohol, sobre todo por la noche, también ayuda a evitar los ronquidos.
- Consultar con el médico si se están tomando antidepresivos o ansiolíticos de manera habitual.
- No acostarse recién cenado, dejando al menos 2 horas para vaciar el estómago antes de tumbarse.
- Dormir de lado o boca abajo. Todo el mundo ronca más boca arriba.
- Utilizar tiras nasales en los casos en los que la estrechez a nivel nasal sea el problema principal. Si no es así y el problema radique en la garganta, no sirven de nada.
La cirugía es uno de los varios tratamientos que existen para el ronquido y la apnea. Estas eficaces intervenciones “corrigen las alteraciones presentes en la nariz y en la garganta que provocan el ronquido”, explica el doctor. Advierte que, pese a ser intervenido, el paciente seguirá cumpliendo años y, en la vejez, la tendencia al ronquido y la apnea es cada vez mayor. Este experto insiste en que, realizadas en casos seleccionados, tras una buena exploración en consulta, estas intervenciones ofrecen muy buenos resultados: mejoran la calidad de vida de los pacientes y de sus familiares cercanos. “Cuando operamos la nariz no suele haber ninguna secuela, si bien las cirugías de la garganta duelen en el postoperatorio. Afortunadamente, la recompensa merece la pena”, concluye.