Muchas personas eligen el mar como destino de vacaciones para disfrutar del sonido del vaivén de las olas, de los colores verdeazulados del agua, del olor a brisa marina o de los placeres del chiringuito. Para ellos, los baños en el mar se convierten en una rutina diaria que reduce los niveles de estrés y de angustia psicológica. Sin embargo, los beneficios del agua marina también se notan en el exterior.
El agua de mar tiene una composición diferente a la que se encuentra en lagos, lagunas o ríos de agua dulce. Posee zinc, yodo, potasio y oligoelementos que la convierten en una gran “amiga” de nuestra piel y del cuerpo en general. Precisamente eso es lo que la diferencia: su riqueza en minerales esenciales aportan beneficios únicos a las células de la piel, así como incrementan la circulación de la sangre en toda la superficie dérmica.
El efecto exfoliante y antiséptico de la sal marina
La Dra. Mayte Truchuelo, dermatóloga del Hospital Vithas Nuestra Señora de América y de Vithas Internacional, asegura que “para las personas que padecen determinadas enfermedades de la piel, como ezcemas atípicos, psoriasis o acné, los baños en el mar en combinación con la humedad ambiental y la exposición solar limitada, por el efecto antiinflamatorio del ultravioleta del sol, resultan muy beneficiosos”.
Entre las principales propiedades del agua marina podemos encontrar su efecto antibiótico, ideal para avanzar en procesos de cicatrización de heridas. La sal posee efecto antiséptico, gracias al cual puede contribuir a la curación de pequeñas heridas, rozaduras o cortes y a la prevención y tratamiento de determinadas infecciones. “Es bien conocida su utilidad en el tratamiento de infecciones de los dedos de la mano o alrededor de las uñas, lo que se conoce como panadizo. En estos casos, los baños en agua caliente con sal poseen un efecto muy beneficioso”, afirma la Dra. Truchuelo.
En el ámbito de la estética puede utilizarse como exfoliante, puesto que ayuda a eliminar restos de suciedad o células muertas de la piel y, debido a su efecto astringente, puede contribuir a la eliminación del exceso de grasa facial.
Riesgos de la sal de agua del mar sobre la piel
A pesar de los múltiples beneficios comentados, como advierten los especialistas es importante tener en cuenta que la sal también puede producir irritación en la piel y al contacto con mucosas, sequedad y deshidratación. La doctora Truchuelo advierte: “También puede irritar debido a la hiperosmolaridad que produciría la pérdida de agua en la piel”. Los dermatólogos aconsejan evitar la sequedad y la deshidratación aplicándose protección solar después de cada baño y una crema hidratante por las noches para que la piel tenga la proporción de agua que necesita.
La aplicación directa de la sal en tratamientos estéticos dermatológicos no resulta tan recomendable. Tampoco está recomendado el uso de agua marina en determinadas terapias. Para ellas existen productos menos irritantes.