Estamos en la época del año en la que los regalos cobran más protagonismo. Pero, más allá del enfoque del consumo, de esa vorágine de compras navideñas, queremos poner el foco en el hecho de regalar desde el punto de vista de la psicología. Y lo primero que tenemos que tener presente es que un regalo puede ayudarnos a expresar emociones.
Así nos los confirma Unai Aso, psicólogo de Buencoco, que nos comenta que regalar puede ser un canal de expresión de emociones que son difíciles de verbalizar. “Los regalos pueden funcionar como elementos con simbología asociada a emociones agradables como el amor, la simpatía, el cuidado, etc., facilitando la comunicación interpersonal”, nos detalla.
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¿Qué puede decir de nosotros un regalo?
Tal y como reflejan los datos del Barómetro de Navidad 2023 de Cheerz, el 80% de los encuestados asegura que le encanta planificar con tiempo y buscar el mejor regalo para los suyos, muy lejos de ese otro grupo de personas que lo deja para última hora o incluso delega la tarea en otra persona. Pero nos preguntamos, además, qué puede llegar a decir de nosotros un regalo. “Los regalos pueden reflejar características personales de la persona, como sus gustos, valores, e incluso su nivel de empatía. En ocasiones, se habla de que los regalos son una extensión de la personalidad del que regala, aunque a veces simplemente es por compromiso o por algún hito social o cultural”, nos explica el psicólogo.
Beneficios del regalo desde la psicología
Tal vez no nos lo hemos planteado nunca desde este punto de vista, pero una de las dudas que nos surge en estos días en los que, quien más quien menos, anda pensando en cómo sorprender a sus seres queridos es qué beneficios tiene el hecho de regalar desde el punto de vista psicológico.
“Puede mejorar el estado de ánimo de quien regala y recibe, generar sentimientos de satisfacción y reciprocidad. Hay varios estudios que vinculan los comportamientos altruistas con la felicidad”, nos explica el psicólogo, que añade que “los regalos pueden fortalecer las relaciones al demostrarse aprecio y reconocimiento mutuo”. Y hace mención también a la existencia de estudios que sugieren que los regalos son importantes en el mantenimiento de relaciones sociales y familiares, ya que fortalecen los lazos comunitarios.
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Demostrar gratitud cuando recibes un regalo
Y cuando nos regalan algo a nosotros, claro está, es importante demostrar gratitud. ¿Qué implicaciones emocionales tiene el hecho de ser agradecido ante un regalo? “Mostrar gratitud por un regalo puede tener efectos positivos en el estado de ánimo y el bienestar psicológico. De hecho, sabemos que la gratitud está asociada con mayores niveles de felicidad”, apunta el psicólogo de Buencoco.
Le preguntamos, además, cuál piensa que es el verdadero valor de un regalo, del hecho de regalar. “El valor de un regalo reside en su capacidad para comunicar emociones (a veces complejas e inefables) y fortalecer vínculos interpersonales. Los regalos también tienen un significado simbólico y cultural, y reflejan valores y tradiciones de cada sociedad. Además, el acto de regalar fomenta la reciprocidad y la cohesión social, y proporciona beneficios psicológicos tanto para el que regala como para el que recibe, como hemos comentado anteriormente”, nos explica.
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Cuando regalar nos causa estrés
Pero regalar no siempre es fácil. Hay personas que disfrutan planificando, pensando en cómo sorprender a la otra persona. Pero, en el otro extremo, hay personas que se estresan por el hecho de tener que decidir los regalos en estas fechas, ¿qué les recomendaría el experto? “Para quienes se estresan al decidir qué regalar, lo recomendable es que se enfoquen en la intención y el significado del regalo más que en su valor material o las expectativas de lo que pensará o dirá quien lo recibe. Un enfoque en las preferencias y necesidades de quien recibe el regalo puede reducir la ansiedad”, recomienda el psicólogo.
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Hacerse un autorregalo
¿Es buena idea autorregalarse algo desde el punto de vista de la psicología? En opinión del experto, autorregalarse puede ser una forma de autocuidado, y en este sentido, puede promover el bienestar psicológico. “Es una forma de recompensarse por los logros y de mejorar la percepción de uno mismo (autoestima y autoconcepto). Hay varios estudios que vinculan los autorregalos como una respuesta a estados emocionales específicos, mostrando que pueden actuar como un mecanismo de afrontamiento positivo que ayuda a manejar el estrés o la tristeza”, comenta Unai Aso.
Regalos emocionales
A la hora de pensar en la mejor opción, los españoles lo tienen claro según el barómetro de la marca especializada en impresión y productos fotográficos Cheerz, ya que la mitad asegura que los regalos especiales dotados de valor sentimental son los que prefieren, tanto para hacer como para recibir, por encima de aquellos que cubran alguna necesidad material (27%) o de productos caros que no se puedan permitir (9%). Entramos, por ejemplo, en el campo de los regalos inmateriales.
“Se ha demostrado que los regalos inmateriales, como experiencias (viajes, conciertos, cenas, etc.) o tiempo compartido, contribuyen a la felicidad de manera más efectiva que los bienes materiales: fomentan una mayor conexión social e interpersonal, fortalecen la memoria emocional (las experiencias se integran mejor en nuestra identidad personal) y somos menos propensos a comparar nuestras experiencias con las de otros (vs. regalos materiales), lo que reduce la envidia y la insatisfacción”, nos explica el psicólogo.
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Dedicar tiempo a pensar en el regalo
Pero no siempre está relacionado el precio del regalo con la felicidad y satisfacción de quien lo recibe. Dedicar tiempo a pensar y hacer el regalo es una cosa que se valora, y así lo percibe la población. De hecho, 7 de cada 10 personas consideran que la gente sí se esfuerza a la hora de hacer un regalo poniendo la mejor intención en la tarea, sobre todo con la gente que más quieren, según los resultados del Barómetro antes citado.
Y es que un regalo empieza cuando empiezas a pensar en la persona a quien quieres sorprender. “El proceso de pensar en el receptor antes de elegir un regalo puede fortalecer la conexión emocional con esa persona y facilitar que el regalo sea más adecuado y relevante. El hecho de que se piense en la persona antes de, efectivamente, darle el regalo refleja también que se experimenta afecto y valoración hacia esa persona”, comenta el psicólogo.
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No aceptar un regalo
Hay personas, en el otro extremo, que no aceptan los regalos, ¿qué se puede esconder, desde el punto de vista psicológico, tras esta actitud? En opinión del psicólogo, habría que analizar caso a caso, pero el rechazo a aceptar regalos podría estar motivado por diversos factores psicológicos y sociales. “Por ejemplo, una baja autoestima o una autoimagen negativa, el miedo a sentirse vulnerable o en deuda emocional al recibir el regalo, la desconfianza hacia las intenciones del que regala, experiencias negativas pasadas relacionadas con recibir regalos, o determinadas normas culturales que pueden influir en la percepción de la reciprocidad (sociedades en las que no esté ‘bien visto’ recibir regalos)”, nos comenta.