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© Getty ImagesEl objetivo de los antioxidantes orales es neutralizar los radicales libres, que son sustancias relacionadas con el envejecimiento del organismo y la aparición de enfermedades. Al neutralizarlos, se logrará detener el daño que nos provocan.
Los radicales libres son sustancias necesarias para el organismo, participan en la realización de determinadas funciones metabólicas, por lo que hay que mantenerlas controladas y así que puedan ser neutralizadas por los antioxidantes del organismo como el glutatión, o a partir de la alimentación y/o suplementos orales.Contienen propiedades antioxidantes activos como el resveratrol, la vitamina C y E, el omega 3 y el selenio, entre otros.
A continuación, Reme Navarro, farmacéutica y nutricionista en Atida | Mi Farma, nos explica todo lo que necesitamos saber sobre estos suplementos, cuándo debemos tomarlos y qué precauciones debemos adoptar y nos da consejos sobre qué más podemos hacer para neutralizar los radicales libres.
© Getty Images¿Qué tipos de suplementos antioxidantes se utilizan?
Este tipo de suplementos se pueden encontrar en distintos formatos como cápsulas, polvo o té pero los más comunes son los suplementos en cápsulas. Entre los más destacados del mercado por su composición y resultados encontramos:
- Los fotoprotectores orales de Heliocare contienen un extracto estandarizado de Polypodium leucotomos, fuente natural de antioxidantes, capaz de neutralizar los radicales libres y reparar el daño.
- Revidox ADN, gracias a su contenido en riboflavina, ácido ascórbico, zinc y selenio, ayuda a proteger a las células contra el daño oxidativo. Además, el zinc contribuye a la formación adecuada del ADN.
- El Omega 7 Espino Amarillo de Mayla Pharma contiene fruto del espino amarillo que es un potente antioxidante y cuyos efectos son beneficiosos para la elasticidad de la piel.
- La Coenzima Q10 de Binature, es de uso común para la regeneración celular y la reparación del daño y disfunción celular.
- L-Glutatión de Solgar destaca por el glutatión que contiene, es el mayor antioxidante endógeno. Participa directamente en la neutralización de radicales libres, así como en el mantenimiento de los antioxidantes exógenos; por ejemplo, las vitaminas C y E.
Y otro de los suplementos antioxidantes más destacados es el Omega 3 de Balasense que aporta dos de los ácidos grasos omega-3 más importantes; el EPA (ácido eicosapentanoico) y el DHA (ácido docosahexanoico), que desempeñan una función fundamental ayudando al mantenimiento de la función cardiaca en condiciones normales. Además, su fórmula cuenta con Vitamina E, un potente antioxidante que ofrece protección a las células frente al daño oxidativo.
© Getty Images¿Cuál es la dosis recomendada y cuándo hay que tomarlos?
No existe una norma sobre cuándo es el momento adecuado para comenzar con este tipo de suplementos porque cada piel tiene unas necesidades. No obstante, los daños en la piel debidos a procesos oxidativos internos se presentan a partir de los 20 años. Pero por ese entonces, nuestro organismo todavía puede contrarrestar los radicales libres y conforme pasa el tiempo y los años, se pierde capacidad de reparación en la piel. Esto, sumado a factores externos como la contaminación medioambiental, la radiación solar y el tabaco, provocan la acumulación de estos daños y, por tanto, se acelera el proceso de envejecimiento.
Realmente no hay una edad en concreto a partir de la cual deberíamos empezar a tomar antioxidantes. Depende del grado de envejecimiento y de la cantidad de oxidantes a los que estamos expuestos. Por ejemplo, si se es fumador, se puede empezar una vez cumplidos los 20 años. En general y por recomendación farmacéutica, a partir de los 35 años es recomendable tomar este tipo de suplementos.
Por otro lado, la ingesta de alimentos ricos en antioxidantes es claramente beneficiosa para la salud. Consumir unas cinco raciones de fruta o verduras al día es muy aconsejable.
En resumen, los suplementos a edades más tempranas solo son recomendables en caso de patologías dermatológicas, envejecimiento cronológico y exposición de la piel a situaciones extremas como el sol. En cuanto a la dosis recomendada variará en función del complemento elegido.
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© Getty Images¿Qué precauciones debemos tener en cuenta?
A la hora de consumir suplementos antioxidantes hay que tener en cuenta algunos detalles como que no son sustitutivos de una dieta equilibrada y variada. Además, pueden interactuar con otros medicamentos por lo que nuestro consejo es que siempre se consulte con un profesional sanitario antes de empezar a consumirlos.
En el caso de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia también hay que tener precauciones y valorar la ingesta previamente. Y si una vez consumido provoca una reacción adversa, hay que dejar de tomarlo inmediatamente y consultar con un profesional sanitario.
© Getty Images¿Cómo valorar si yo debo tomarlos?
Esta necesidad va a variar en función de cada persona y hay diferentes patrones a la hora de identificarlos. Por ejemplo, el estrés oxidativo se refleja en la piel a través del envejecimiento acelerado, inflamación e inmunosupresión entre otros, por lo que la necesidad de complementar nuestra dieta, será recomendada y va a depender de factores como la edad, el sexo, el estado de salud, la disposición genética y el estilo de vida.
Esto significa que hay sectores de la población que, por determinadas razones, están sujetos a un mayor estrés oxidativo. Una muestra de ello, son las personas mayores que padecen un deterioro del sistema inmunitario; los pacientes con diabetes, que presentan una enorme producción de radicales libres tras las comidas; los alérgicos, los atletas y personas con ciertas variantes genéticas. En estos casos el consumo de suplementos antioxidantes es mucho más recomendado.
© Getty Images¿Qué tipos de antioxidantes son más efectivos para proteger la piel y combatir los signos del envejecimiento cutáneo?
La exposición a la radiación UV produce fotoenvejecimiento. El impacto que la radiación solar pueda ejercer sobre la piel depende, entre otras variables, del tiempo de exposición y grado de protección de la piel. Por lo tanto, suplementos que nos ayuden a bloquear los daños negativos de la exposición solar, van a ser un punto clave para prevenir y proteger la piel del fotoenvejecimiento, como la vitamina D y E y la niacinamida. Y por supuesto, la protección solar.
También, antioxidantes como la astaxantina, que nuestro organismo no puede sintetizar, hay que ingerirla. Por ejemplo, a través del salmón o marisco. Y otros como los betacarotenos, extracto de Polypodium leucotomos, té verde, resveratrol, zinc, coenzima Q10 y vitaminas como la C y la E.
© Getty ImagesAdemás de los suplementos, ¿qué otros hábitos de vida saludables pueden ayudar en la lucha contra el envejecimiento?
La mejor forma de apoyar un tránsito por esta vida saludable y retardar los efectos del daño oxidativo, se basa en unos pilares fundamentales: la alimentación, el deporte, la higiene del sueño y la suplementación adecuada.
Desde Atida I Mifarma, aconsejamos seguir una dieta rica en nutrientes antioxidantes como bayas rojas, cúrcuma, frutos secos o vegetales de hoja verde. Hacer ejercicio regularmente ya que te ayudará a reducir el estrés, favorece la oxigenación y la síntesis de coenzima Q10. Evitar fumar y consumir alcohol, así como mantener una buena higiene del sueño ya que la melatonina, que se produce durante la fase de oscuridad, regula los ritmos circadianos y tiene propiedades antioxidantes.
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© Getty Images¿Cuál es el papel de la alimentación en la obtención de antioxidantes y cómo podemos incorporarlos a nuestra dieta diaria?
La alimentación juega un papel fundamental en el consumo de alimentos antioxidantes ya que ayuda a proteger la pérdida de memoria y otros deterioros mentales asociados a la edad. Una dieta rica en vitamina B2, vitamina C y vitamina E, además de ácido fólico, zinc, selenio y otros minerales, ayuda a mantener una mente joven.
La pérdida de visión asociada a la vejez se relaciona con el estrés oxidativo, que se puede prevenir mediante una dieta rica en vitaminas antioxidantes, principalmente vitamina C, vitamina E y carotenoides.
Con la edad también puede perderse el sentido del gusto, y por eso se nota la comida más sosa o amarga. Esta deficiencia puede llegar a corregirse mediante el uso de suplementos con minerales antioxidantes, como el zinc o el selenio. El uso de complementos con minerales antioxidantes, como el zinc o el selenio puede ayudar a revertir los problemas de sabor debidos a la vejez.
