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© Adobe StockLa vitamina D, conocida como la 'vitamina del sol', desempeña un papel fundamental en el funcionamiento óptimo de nuestro organismo. No solo es esencial para la salud de nuestros huesos, sino que también influye en el sistema inmunológico, el equilibrio emocional y la prevención de enfermedades. La farmacéutica Mar Santamaría, de Promofarma, nos explica todo sobre este nutriente esencial y nos cuenta la diferencia entre el hidroferol, un medicamento utilizado en casos de deficiencia de vitamina D, y otros suplementos alimenticios que contienen esta vitamina.
© Getty Images¿Qué es la vitamina D y cuál es su importancia para la salud?
La vitamina D, de hecho, la consideramos “más que una vitamina”: tiene funciones de hormona. De aquí su gran importancia en el organismo. Lo ideal es tener unos niveles estables en sangre de esta vitamina, dentro de unos rangos óptimos (de 30 a 50ng/mL), y es francamente común estar por debajo (hipovitaminosis D). La única manera de saberlo es mediante una analítica de sangre. Por eso es importante contar con una evaluación por parte de un profesional de la salud antes de iniciar una suplementación
© Getty Images¿Cuáles son las fuentes naturales de vitamina D?
La principal fuente de obtención de la vitamina D (provitamina D3) mediante su síntesis en la dermis (la capa profunda de la piel) y gracias a la incidencia de la radiación solar. La segunda fuente es la alimentaria: son fuentes interesantes de vitamina D el pescado azul, los productos lácteos no desnatados, las setas y la yema de huevo. Pero puede no ser suficiente (por el estilo de vida que llevamos, por otros factores como el hecho de tener sobrepeso, según el fototipo de piel o los requerimientos individuales), de aquí la importancia de determinar su presencia mediante una analítica. Recordemos que un exceso de esta vitamina en el organismo también puede ser perjudicial.
© Getty Images¿Cómo se manifiesta el déficit de vitamina D y cómo se trata?
En niños, si el nivel de vitamina D está por debajo de un nivel muy crítico (deficiencia severa), puede aparecer una condición grave como el raquitismo en niños, pero en nuestro entorno ya no es habitual (cursa con un debilitamiento de los huesos que causa fracturas y un notable retraso en el crecimiento). En los adultos, este problema severo se conoce como osteomalacia (se manifiesta con dolores musculares y esqueléticos).
Fuera de estos extremos, sí es habitual encontrar niveles deficientes o insuficientes de la vitamina D entre la población, que pueden tener o no síntomas asociados. A nivel óseo, un nivel bajo de vitamina D se asocia a mayor riesgo de fracturas óseas. A otros niveles, puede condicionar la salud cardiovascular, el funcionamiento correcto del sistema inmunitario, enfermedades metabólicas o el estado de ánimo. Se ha llegado a encontrar una correlación entre niveles especialmente bajos de vitamina D y mayor mortalidad.
En casos de sobrepeso/obesidad, toma de determinados medicamentos o problemas intestinales crónicos (factores que pueden condicionar la absorción o disponibilidad de la vitamina D) es recomendable evaluarla, también en niños.
Durante la lactancia materna sí se aconseja suplementar al bebé, siempre según la indicación pediátrica. La manera de compensar una deficiencia o insuficiencia de vitamina D es mediante la toma de un medicamento o suplemento indicado por un profesional de la salud.
© Getty Images¿Qué es el hidroferol?
Hidroferol es una marca comercial que contiene calcifediol, que es una forma de vitamina D.
Se toma en cápsulas blandas, en ampollas o en gotas
© Getty Images¿Qué otros suplementos de vitamina D hay?
Otra manera de aportar una dosis adicional de vitamina D es en forma de complemento alimenticio (suplemento). La dosis, en este caso, es inferior a la medicamentosa (dosis alta). Se asemeja más a un aporte fisiológico, es decir, al que podemos obtener mediante la alimentación y producción dérmica diaria de esta vitamina. Normalmente, estamos hablando de 500 UI a 4000 UI (dosis habitual de los complementos alimenticios). La cantidad a tomar y el tipo de producto (complemento o medicamento) deberá pautarlo un profesional de la salud, en función de cada caso. La cantidad diaria recomendada es de 600 UI pero puede variar en función de la edad, etapa vital o situaciones concretas.
© Getty ImagesVitamina D3+K2 de DocMorris
Un suplemento nutricional que combina las vitaminas D y K ideal para proteger tus huesos y articulaciones. La vitamina D3 mantiene la salud ósea, fortalece el sistema inmunológico y mejora el estado de ánimo. La vitamina K2 previene la calcificación de arterias y tejidos, reduciendo procesos inflamatorios. Este complemento es válido para 2 meses de suplementación.
© Getty ImagesVitamina D3, de Lamberts
Cada cápsula de este complemento alimenticio ofrece una generosa dosis de 2000 UI en forma de vitamina D3. Además, incluye aceite de girasol, un componente crucial para la absorción de esta vitamina liposoluble. Esta combinación proporciona una solución efectiva para asegurar que el organismo pueda aprovechar al máximo los beneficios de la vitamina D en cada ingesta.
© Getty ImagesProtect junior, de Marnys
Un cóctel natural con jalea real, propóleo y 12 vitaminas, entre las que se incluye la vitamina D, para los más pequeños. Este suplemento alimenticio para niños mayores de 4 años es ideal para las etapas de crecimiento, actividades físicas y cambios fisiológicos. Además, tiene un cómodo formato en monodosis bebibles con sabor a frutas del bosque.
