La ansiedad es un problema que afecta a uno de cada tres adultos, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Las causas por las que un individuo sufre ansiedad pueden ser diversas. Pueden deberse a situaciones concretas o, incluso, tener una base genética o ambiental y educacional. Sea cual sea la causa, tratar de ponerle freno en el presente nos aportará mayor serenidad y calidad de vida. Por eso, entender qué le pasa al cerebro cuando siente ansiedad puede ser una de las claves para empezar a superarla.
Esta es una de las conclusiones que extraemos del libro escrito por Sara Teller, física y doctora en Neurociencia, y Ferran Cases, divulgador y escritor, 'El cerebro de las personas felices. Supera la ansiedad con la ayuda de la neurociencia. (Ed. Grijalbo).
Los autores de este manual nos exponen una serie de situaciones que pueden generar ansiedad a nuestro cerebro y nos dan algunas soluciones para poder dar los primeros pasos hacia una vida más plena.
Cómo funciona el cerebro ante la ansiedad
Nuestro cerebro ancestral interpreta el estrés moderno como amenazas físicas. La amígdala, encargada de las respuestas de lucha o huida, puede volverse hiperactiva ante el estrés constante, provocando dificultades para distinguir entre amenazas reales e imaginarias.
Solución: practica técnicas de relajación y meditación para calmar la amígdala y entrenar al cerebro a responder de manera más equilibrada al estrés.
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La sobreconexión digital puede generar ansiedad
La tecnología ha avanzado muy rápido en las últimas décadas y nuestro cerebro no se ha adaptado completamente. Básicamente, porque no ha tenido tiempo para ello. Esto hace que la constante exposición a diferentes informaciones, de diferentes fuentes hace que nuestra mente se sobrecargue y, finalmente, acabes sintiendo frustración, estrés y ansiedad.
Solución: es importante que, conscientemente, te desconectes en momentos clave. Establece, a lo largo del día, unos momentos para dejar el uso de dispositivos y practica la atención plena para reducir esta sobreestimación.
Saber que no lo controlamos todo nos genera miedo y ansiedad
Esto es algo que hemos comprobado tras la pandemia. Esta nos hizo ver que hay muchas cosas que se escapan a nuestro control. La incertidumbre y la inseguridad que nos genera saber que pueden ocurrir situaciones inesperadas, desconocidas y que pueden salir mal provoca miedo y ansiedad a nuestro cerebro.
Solución: en lugar de esforzarte por tratar de controlarlo todo, acepta la incertidumbre como parte de la vida y enfócate en desarrollar la resiliencia, es decir, la adaptación a los cambios.
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El desconocimiento sobre qué es la ansiedad provoca más ansiedad
No todos sabemos qué es exactamente la ansiedad. Pensamos que son nervios, que es fruto de una personalidad vulnerable. Hay muchos mitos, de hecho, entorno a lo que es y lo que no es ansiedad. Y la falta de comprensión puede generar temores infundados. Lo mismo que la falta de educación sobre la naturaleza de esta. Por ello, la información, la educación, el conocimiento sobre el funcionamiento de nuestra mente y la salud mental nos puede ayudar a comprender por qué nos sucede y qué podemos hacer.
Solución: habla con un profesional sobre qué es la ansiedad, por qué sucede, qué puede estar provocándote a ti ansiedad y por qué reacciona así tu mente. Comprenderlo, no tratar de controlarlo sin más, puede mitigar esta sensación.
Entrena tu cerebro para enfocarse en lo positivo
El cerebro tiene una tendencia natural a enfocarse en amenazas potenciales como mecanismo de supervivencia. Esta tendencia puede acentuar la ansiedad al dirigir nuestra atención hacia lo negativo.
Solución: practica la atención plena y el pensamiento positivo para fortalecer las conexiones neuronales hacia la serenidad y el bienestar.
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Tu cerebro necesita una buena alimentación y ejercicios
No siempre tenemos en cuenta que la dieta sana y equilibrada es fundamental para nuestra salud mental. De hecho, cuando estamos más nerviosas tendemos a picar productos poco saludables que pueden afectar negativamente a nuestro cerebro. Asimismo, una mala dieta junto a una vida sedentaria influir en la producción de neurotransmisores relacionados con el bienestar.
Solución: en este caso la solución es tan sencilla como empezar a adoptar hábitos más saludables. Comer bien y hacer ejercicio regularmente nos ayudará a mantener una buena salud mental y a luchar contra la ansiedad.
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Escatimar horas de sueño puede aumentar la ansiedad
Cierto es que nos vendría más que el reloj tuviera más horas, pero solo tiene 24 y 8 tendrían que estar destinadas a dormir un sueño reparador. Sin embargo, el ritmo de vida acelerado y la falta de tiempo para el descanso afectan negativamente al cerebro, aumentando la ansiedad. La falta de sueño adecuado y la falta de tiempo para el descanso pueden agotar los recursos del cerebro, contribuyendo a la ansiedad.
Solución: prioriza el autocuidado, incluyendo el sueño adecuado, para mantener el cerebro en un estado de bienestar constante.
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El círculo de la ansiedad, la impulsividad y más ansiedad
Cuando tenemos más ansiedad, tendemos a actuar de forma impulsiva, sin meditar. Esto es debido a que el cerebro busca una vía de gratificación instantánea para sentirse mejor en el momento, aunque ello acarrea perjuicios a largo plazo. Esto nos puede conducir a tomar decisiones poco acertadas, que nos pueden provocar aún más ansiedad.
Solución: cuando notes que la ansiedad te está haciendo tomar decisiones en contra de tu voluntad, simplemente, te ves llevándolas a cabo sin saber muy bien por qué, pide ayuda. Es posible que un experto en salud mental te ayude a buscar la causa de tu ansiedad y a serenarte para volver a recuperar las riendas de tu vida.