¿Quieres mejorar tu resistencia física? Estos ejercicios te ayudan a conseguir tu objetivo

Lo primero que tenemos que hacernos es una pregunta muy directa: ¿por qué es importante trabajar la resistencia cuando hacemos ejercicio? Los expertos lo tienen claro. “La resistencia física es fundamental para cualquier tipo de actividad que se realice, incluso si se trata de una actividad rutinaria del trabajo o del día a día, ya que desarrolla esa capacidad natural de aguante que tiene el cuerpo, pero que se pierde si no se cultiva adecuadamente”, cuenta Christian Sanz, de la División de Actividad Física de Club Metropolitan, que añade que es importante recordar que la resistencia física es necesaria para mantener el corazón y los pulmones sanos. “Los deportistas saben bien que practicar ejercicio no solo mejora la forma física, sino que acompaña a un fortalecimiento de los órganos. Para conseguirlo, los ejercicios enfocados a mejorar la resistencia física son esenciales”, nos dice.

Y puntualiza algo importante: de poco sirve tener una figura tonificada, acudir al gimnasio a diario y cargar grandes cantidades de peso si la resistencia cardiovascular es pobre y no se trabaja la capacidad aeróbica. Por este motivo, el experto nos explica que es fundamental desarrollar la capacidad de realizar ejercicios físicos que abarquen los grandes grupos musculares del cuerpo, a una intensidad moderada y durante un período de tiempo prolongado, lo cual fortalecerá en gran medida el corazón, el músculo más importante del organismo que permite aumentar la capacidad cardiovascular. 

“Cuando hablamos de trabajar la resistencia cardiovascular, es importante saber que para obtener mejores resultados es imprescindible combinar entrenamiento aeróbico y anaeróbico. El entrenamiento aeróbico, ‘el cardio’, te ayuda a mejorar tu capacidad cardiovascular y a quemar calorías. Pero el entreno anaeróbico, el de fuerza, además de estimular el metabolismo y quemar calorías incluso después de la sesión de ejercicio, te ayuda a definir e incrementar tu musculatura. Por tanto, debes evitar centrarte únicamente en el cardio. Encontrar el equilibrio necesario entre los ejercicios de cardio y los de fuerza repercutirá en los resultados de tu entrenamiento físico”, detalla.

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Saltar a la comba

La pregunta del millón, claro está, es cómo podemos conseguirlo y cuáles son los ejercicios que nos pueden ayudar a hacerlo. “Lo más importante para aumentar la resistencia física es introducir en tu rutina de entrenamiento el acondicionamiento cardiovascular mediante actividades aeróbicas que eleven el ritmo cardiaco. Saltos, carreras, pedaleo o natación son algunos de los ejercicios que se recomiendan practicar con regularidad para tonificar el sistema cardiovascular y conseguir mayor resistencia física”, nos dice el experto, que nos resume los que son, en su opinión, los ejercios que nos pueden ayudar a conseguir nuestro objetivo.

Y el primero de ellos es la comba. El experto explica que, salto a salto, estarás mejorando tu capacidad aeróbica, porque la comba es uno de los ejercicios cardiovasculares más potentes. Mejora la circulación sanguínea, es bueno para el corazón y además, aumenta la capacidad pulmonar y por tanto, la resistencia.

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'Running'

Correr es sinónimo de no necesitar material externo para poderse llevar a cabo y realizar una actividad de lo más completa. Aunque al principio puede ser costoso, cuando se adquiere resistencia se convertirá en una de tus prácticas preferidas. Puedes empezar por intervalos cortos de 1 minuto corriendo-1 minuto caminando, así hasta conseguir la meta que te propongas. Solo tienes que calzarte las zapatilas más recomendables y probar.

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'Cycling'

Entrar en una clase de cycling es sumergirte en un espacio lleno de euforia, superación y resistencia en estado puro. Si acabas de empezar, puede que te resulte duro. La clave está en la resistencia que pongas a la bici. Es muy importante que trates de seguir el ritmo de cada clase, las revoluciones por minuto y que vayas ajustando la resistencia a tu capacidad física. 

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Nadar

En este caso, estamos ante un entrenamiento de cuerpo completo. Tonifica los músculos de tren superior (dorsales, pectorales, deltoides, tríceps, bíceps, trapecio e intercostales) y del tren inferior (abdominales, glúteos, y cuádriceps), además de mejorar considerablemente la fuerza y la resistencia. Y es que la natación mejora el sistema respiratorio y aumenta la capacidad pulmonar, ya que aprender a respirar con cada brazada es uno de los primeros pasos para disfrutar de este completo ejercicio. “Además, la natación es beneficiosa tanto para el cuerpo como para la mente. Al sumergirte en el agua y concentrarte en la respiración, el cuerpo se relaja, se reduce la sensación de estrés y ansiedad y potencia el estado de ánimo, debido a los niveles de oxígeno liberados a tu cerebro mientras nadas. Esta sensación perdura una vez finalizas tu entrenamiento, por lo que la natación también es un gran aliado para ayudarte a descansar mejor”, nos explica.

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Zumba

Es una disciplina que con el paso de los años sigue ganando adeptos. Y es que este entrenamiento cardiovascular es la moda que no pasa. La disciplina permite quemar calorías y tonificar los músculos a través de divertidas coreografías de baile. Y es que, tal y como cuenta el experto, te guste más o menos hacer deporte, practicar zumba es una actividad relajante y entretenida para muchos. "Te pones en forma y te lo pasas bien, ¿qué más te hace falta? Sea cual sea la coreografía que practiques, estás haciendo ejercicio cardiovascular. Esto significa que mediante este tipo de entrenamiento entran en movimiento varios órganos del cuerpo al mismo tiempo. Por ejemplo, bailar pone en movimiento el corazón, los pulmones y el sistema circulatorio en general", dice. 

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Combinación de ejercicio de fuerza con ejercicio cardiovascular

Este es, en opinión del experto, el mix perfecto. El entrenamiento de fuerza y el cardiovascular no son antagónicos, pueden trabajarse en el mismo momento de la temporada y hasta en la misma sesión. "Una de las últimas tendencias en fitness, Cross-Met, es la actividad dirigida perfecta que te ayudará a mejorar tu condición física y resistencia, gracias a la combinación de ejercicios aeróbicos y anaeróbicos con muchas repeticiones y mezclando diferentes movimientos característicos de otras disciplinas como la gimnasia, el atletismo, el levantamiento de peso o el remo", nos explica.

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HIIT

Entre las ventajas del entrenamiento de alta intensidad, podemos decir que mejora nuestro sistema cardiovascular y acelera el metabolismo, no solo mientras se realiza el entrenamiento sino también después. Por eso podemos seguir quemando calorías hasta incluso 24 horas después de haber entrenado. Además, es un entrenamiento quema grasas muy efectivo que también nos permite mejorar nuestra musculatura. Además activa las mitocondrias celulares que son las principales productoras de energía para las células y de la glucólisis. Se ha comprobado que produce mejoras en personas diabéticas e incluso hipertensas.

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Yoga y Pilates

Practicar yoga y pilates son dos deportes imprescindibles para mejorar la respiración y trabajar la flexibilidad. Disciplinas como el yoga o el pilates hacen mucho hincapié en la respiración. Encontrar un hueco a la semana para practicar yoga o pilates te permitirá trabajar tu respiración, controlarla y usarla para garantizar un buen rendimiento en tus entrenamientos. Asimismo, estas actividades trabajan la flexibilidad y la elasticidad, cualidades que te ayudarán en la práctica de otros deportes.

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