Resolvemos las dudas más frecuentes sobre el yoga

¿Entre tus propósitos de año nuevo está probar, este año sí que sí, el yoga? Pues bien, tal y como explican los propios expertos, no son pocos los mitos que existen alrededor de la práctica de yoga, así como los estereotipos que se han creado acerca de cómo son las personas que practican esta disciplina.

Por ello, hoy nos hemos propuesto contarte un poco más acerca de esta práctica milenaria, por si estás decidido a incorporarla a tu rutina. Y lo hacemos con la ayuda de una experta en la materia, Sara García (@sarayoga.journey), Profesora de Vinyasa Yoga.

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¿Cuáles son las preguntas más frecuentes?

Y hemos querido haciéndolo de una forma muy práctica: la hemos pedido que nos resuma cuáles son las preguntas más habituales que le hacen las personas que quieren empezar a hacer yoga. “Si te has propuesto este año nuevo probar por fin el yoga, querrás leer estas cuestiones ya que son las que más se repiten a instructoras y expertas en esta disciplina”, nos dice.

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¿Qué es el yoga?

Lo que de manera popular llamamos práctica de yoga hace referencia a la práctica física de asanas, donde asana significa “postura” o “asiento” en sánscrito. Pero la práctica de yoga en sí hace referencia a mucho más que a la práctica física, ya que engloba toda una filosofía y valores que practicamos tanto en la esterilla como fuera de ella.

Llevar la práctica fuera de la esterilla significa poner en práctica los mismos valores que aplicamos durante los momentos de la práctica, como, por ejemplo, escuchar nuestro cuerpo para no comprometerlo con posturas demasiado exigentes para las que no estamos preparados. De la misma manera, fuera de la esterilla no nos llevaríamos a nuestro límite y escucharíamos lo que necesitamos en cada momento. Este es solo un ejemplo de los muchos valores de la práctica.

En resumen, la práctica de yoga es una práctica espiritual donde principalmente llevamos la mirada hacia nuestro interior para buscar esa conexión con nosotros mismos que en el día a día tenemos tendencia a perder.

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¿El yoga es para todos los públicos?

Indudablemente sí. Lo mejor de esta práctica es que se puede acomodar a cada practicante para hacer de ella una práctica accesible para todos. No todos somos iguales, pero sí que todos podemos disfrutar de todos los beneficios que nos aporta esta práctica milenaria.

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¿Hay que tener mucha flexibilidad para poder practicar yoga?

Esta es probablemente la pregunta que más he recibido. En ocasiones, incluso no en forma de pregunta, sino de afirmación. Hay una falsa creencia de que si una persona no tiene apenas flexibilidad en su cuerpo será incapaz de practicar yoga. Mi intención como profesora es desmentir esta creencia afirmando que solo a través de la práctica uno conseguirá flexibilidad. Y que, sin práctica, la flexibilidad no vendrá sola. Haciendo referencia a la pregunta anterior, la práctica de yoga es para todos, sin excepción alguna.

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¿Cómo se respira durante la práctica de yoga?

Respiramos siempre por la nariz, salvo que el profesor indique lo contrario. En ejercicios de Pranayama (ejercicios de control de la respiración) el profesor puede indicar a los alumnos que respiren por la boca de manera momentánea.

En las prácticas más dinámicas como son el Ashtanga o Vinyasa yoga, respiramos siempre por la nariz, realizando lo que llamamos respiración victoriosa o respiración Ujjayi.

¿Hay varios estilos de yoga?

Es cierto que hay varios tipos de yoga, con grandes diferencias entre unos y otros. Algunos estilos son más estáticos, es decir, mantenemos la postura durante un cierto tiempo como puede ser la práctica de Yin yoga. Otros estilos son más dinámicos, como puede ser la práctica de Vinyasa yoga.

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¿Cuál es la mejor hora del día para practicar?

No hay una respuesta única a esta pregunta, yo diría que depende de cada persona. A primera hora de la mañana nuestra flexibilidad tiende a ser menor que a última hora del día (hay varios estudios que apoyan esta afirmación). Pero esto no influye a que sea mejor o peor practicar a primera hora del día. Lo mejor es probar a practicar a distintas horas del día para encontrar lo que mejor le sienta a nuestro cuerpo.

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¿Qué te llevó a querer formarte como instructora de yoga?

Principalmente el querer profundizar en mi práctica y en la filosofía del yoga. Tenía mucho interés en conocer la historia del yoga, cuales fueron lo orígenes y cómo llegó la práctica a Occidente.

Por otro lado, también tenía ganas de formarme para empezar a compartir yoga con las personas de mi alrededor, ya que me di cuenta de que había encontrado mi verdadera vocación en la enseñanza de esta disciplina.

¿Es mejor meditar antes o después de la práctica de asanas?

Al igual que la pregunta anterior, depende de cada uno. Muchos practicantes prefieren practicar antes de la práctica física, ya que esto les ayuda a “asentarse” en el momento presente antes de directamente empezar a practicar asanas.

Sin embargo, muchos otros practicantes prefieren meditar justo después de la práctica física, debido a que ya han calmado sus pensamientos por lo que la mente está más predispuesta a entrar en un estado de meditación.

Yo personalmente medito antes de práctica de asanas, ya que la relajación final (postura de Savasana) me aporta ese estado meditativo que acabamos de comentar.  

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¿Practicas yoga todos los días?

Sí que practico a diario. Es cierto que no todos los días tengo el tiempo suficiente para realizar una práctica de 2 horas, por lo que en los días más ajetreados una meditación de 10 minutos junto con 20 minutos de práctica de asanas me es suficiente.

Hay una frase que me inspira mucho y es la siguiente: “Cuanto menos tiempo libre tienes en tu día, más necesitas meditar”. Por desgracia muchas veces priorizamos otro tipo de actividades cuando lo más importante somos nosotros mismos y nuestro bienestar. Pero lo bueno es que está en nuestra mano cambiar esto en el nuevo año que empieza.

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¿Cuáles son los principales beneficios de esta práctica?

Los beneficios de la práctica tanto a nivel físico como mental son muchísimos. Aquí os dejo un listado con los principales:

• Mejora la calidad y la profundidad del sueño.
• Nos ayuda a llevar la atención hacia el momento presente.
• Aumenta la flexibilidad y fortaleza del cuerpo.
• Mejora el proceso digestivo.
• Fortalece el sistema respiratorio.
• Disminuye los niveles de estrés (tanto a nivel físico como mental).
• Mejora nuestra postura en el día a día, así como el equilibrio.
• Aumenta la energía y vitalidad del cuerpo.

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