Ya no hay perdices y apenas personas felices en las películas. Lejos quedan los tiempos en los que el mandato de Disney parecía tripular sobre el resto de producciones cinematográficas romantizando el amor al máximo. Ahora la tendencia en pantallas es buscar nuestro reflejo en sus historias y acercarnos el lado más humano de las relaciones sentimentales. Porque del mismo modo que es inútil tenerle miedo al amor y al compromiso, también lo es idealizarlo. Enamorarse es bonito, pero saber hacerlo todavía lo es más. Y no siempre estamos ni con la persona adecuada ni, mucho menos, estamos dispuestos a aprender a estarlo. Cuando esto pasa, las relaciones verdaderas o ya no existen desde un principio (aunque pensemos y nos empeñemos en que sí), o de tanto desgaste terminan rompiéndose. Porque sí, sabemos que para que salga el sol primero tiene que haber tormenta, pero no siempre somos conscientes de que muchas veces se lleva todo a su paso. La lección todos lo sabemos: querer no es suficiente, es saber hacerlo. Y muchas relaciones se dejan queriéndose, porque se quieren, pero mal.
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Pocas cosas duelen más que tomar la decisión de terminar tu relación o de que la rompan contigo. El amor es uno de nuestros principales motores y, a pesar de que también es uno de los temas que más tenemos en boca constantemente (y, si no, en la mente), la gestión emocional de superar una ruptura es algo que parece que siempre hemos tenido que aprender de manera completamente autónoma, sin pauta alguna que nos guíe y dejándonos llevar por nuestros impulsos, una y otra vez, sin saber si estamos tomando o no las decisiones correctas por el camino. Pero, ¿existe una manera correcta de superar una ruptura? La respuesta es difícil. Cada uno lo lleva y lo gestiona como puede, pero no siempre como quiere. Como nos cuenta la psicóloga, Ainhoa Plata: "Cada caso es un mundo y la terapia es un traje a medida, pero hay ciertas cosas que son innegociables aunque luego se vayan personalizando".
No es fácil experimentar una ruptura, pero si nos fijamos en los comportamientos que, incluso, las celebridades más comentadas del momento han tenido tras anunciar sus separaciones, nos damos cuenta de que maneras de pasar el bache hay muchas y que siempre hay alguna en la que nos reconocemos. Incluso ellos, que parecen tenerlo todo, sufren los mismos duelos emocionales que nosotros.
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El viral día que Chenoa salió en chándal tras terminar su relación con David Bisbal y habló con los medios para pedir respeto porque no estaba atravesando un buen momento nos dio una gran lección de humanidad y cercanía con la que, aún a pesar de los memes y comentarios que inundaron las redes sociales, todos nos pudimos identificar en algún momento. No se encontraba bien, no tenía ganas de arreglarse y necesitaba desaparecer unos días y desahogarse. Con toda la naturalidad y sin esconderse, así lo confirmó. Que tire la piedra el que esté libre de pecado, porque maneras de superar una ruptura hay muchas y todas son lícitas.
Porque hablar de reacciones es sinónimo de recordar el coraje de Tamara Falcó posando en un evento de Kronos Home pocas horas después de hacerse pública la infidelidad del que era su pareja, Íñigo Onieva. La marquesa de Griñón decidió salir a escena y explicar, tanto los acontecimientos, como sus sentimientos en aquel momento con una entereza que nos sorprendió a todos. Tamara decidió continuar su habitual ritmo de vida y seguir con sus rutinas de trabajo teniendo la mente ocupada y una agenda non-stop. Una decisión que también hemos podido ver recientemente en Aitana. La cantante, que se acaba de separar de Miguel Bernardeau, asistió a un evento de una firma de belleza y, aunque no entró detalles sobre los motivos, pidió respeto y decidió continuar con sus responsabilidades.
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Hay quienes, en cambio, hacen como Gisele Bündchen -que recientemente se ha divorciado de Tom Brady- y deciden desconectar en un viaje con piscina y playa bajo el sol; o quienes también buscan la distracción en fiestas o conciertos y el apoyo en amigas como hizo Emily Ratajkowski el pasado mes de julio, nada más conocerse su separación con Sebastian Bear-McClard. Otro comportamiento diferente, en cambio, es el de Shakira, que nada más alejarse de Gerard Piqué contraatacó y lanzó dos grandes éxitos plagados de mensajes subliminales. La reacción de la colombiana no es más que un equivalente a lo que haríamos algunos seres humanos de a pie en redes sociales.
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Es importante restar culpabilidad por hacer lo que nos apetezca en ese momento: tanto por querer pasar tiempo en casa como no pisarla si es lo que la mente y, sobre todo el corazón, nos pide en ese momento. Tumbarse en la cama y llorar, ver películas en familia, coger un avión y disfrutar de unos días en otro destino, ir al gimnasio y distraerse con música o, si se prefiere, ver películas dramáticas que nos ayuden a sacar nuestras emociones más intensas. Absolutamente todo es válido siempre y cuando sea honesto.
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Consejos para terminar pronto con el duelo
Pero, ¿cuáles son los primeros pasos a seguir si buscamos superar una ruptura? Como Ainhoa Plata explica, cada caso es un mundo, pero siempre hay algunas pautas o tips a seguir que, moldeados según las circunstancias y el contexto de cada persona, pueden ayudar a salir antes del duelo. La psicóloga enumera cinco consejos, y el primero lo deja claro: "El que más cuesta de convencer y es el más efectivo es el de evitar el contacto con tu expareja. Cero inputs, cero contacto. Aunque antes era más fácil porque con que tuvieras la fuerza de voluntad de no llamar y de no quedar bastaba (y ya es mucho), ahora si es necesario bloquear a una persona en redes sociales pues se bloquea".
Que la experta señale este como el primer paso no es nada que pueda extrañar, ya que la hiperconectividad a la que estamos sometidos nos incita a estar pendientes y querer saber todo el tiempo lo que pasa en el entorno que nos rodea, e incluso, en el más lejano. Por ello, cuenta que la mejor manera de empezar esta transición y búsqueda del bienestar emocional es el distanciamento: "La gente piensa que bloquear es un comportamiento infantil o que pierde la dignidad por hacerlo, pero para nada es así. Si has quedado bien con tu expareja es tan fácil como explicarle que le vas a bloquear desde el autocuidado, no desde el rencor". Y, aclara con rortundidad: "No hay que escribirle ni para darle los buenos días, ni e un cumpleaños, ni para felicitar la Navidad. Con el tiempo ya veréis qué tipo de relación podéis tener, pero al principio esto es esencial. Si no, todo lo demás va a ir cámara lenta".
Tan importante es poner distancia como darse el permiso de asumir lo que se está sintiendo. Al ser un proceso que, generalmente, causa dolor, nuestros comportamientos pueden variar por segundos, por lo que ser consicentes de ello y ceder a nuestras emociones el espacio para curarse es fundamental: "Hay que aceptar las emociones que vayan surgiendo. Tendremos momentos que estemos bien y otros que no, pero no pasa nada porque intentar evitarlos es peor, solo va a hacer que se enquisten y salgan por otro lado". O lo que es lo mismo: dejar fluir las emociones para estar bien en vez de intentar estar bien siempre de primeras, porque, como ella misma señala se trata de una situación pasajera: "A menudo se tiene la sensación de que si nos dejamos llevar por las emociones negativas caemos ante ellas y no hay nada que hacer, pero sucede lo contrario porque son como una ola. Pasan, las surfeamos y seguimos hacia delante".
-¿Cómo saber si tengo que romper una relación?
Es probable que, tras no tener ya en tu vida a la persona que era tu pareja se produzcan consecuencias, como una bajada de la autoestima o la sensación de soledad. Para esos casos, Plata considera que es relevante recordarnos a nosotros mismos que no estamos solos y que la manera de hacerlo es apoyándose siempre en la familia o en los amigos. También, señala: "Si has pasado ya estos procesos debes empezar a proponerte nuevos objetivos, es decir, tener ilusiones. La ilusión es la gasolina de la vida, así que cuando ya hayas pasado los momentos de tristeza, de enfado o rabia puedes hacer lo que tenías pendiente y aprovechar para aprender cosas. Se trata de distraerse, pero también al mismo tiempo de dedicar tiempo a actividades que nos hagan sentir bien y que nos gusten; como practicar deporte, apuntarse a algún taller, aprender un idioma o viajar. Eso sí, la psióloga comenta la importancia de establecerse estos objetivos a corto plazo, sin pensar mucho en el futuro: "En estas situaciones tenemos la sensación de que nuestro futuro es incierto, por lo que si a una persona le hacemos pensar en lo que hará en cinco años puede que todavía se visualice con su pareja, y si todavías estás en ese momento en el que no concibes la vida sin ella vas a entrar en pánico. Aunque en realidad el tener pareja nos da una falsa sensación de seguridad de pensar que sabemos lo que va a venir, pero en realidad nadie sabe 100% lo que va a pasar".
Por último y no menos, sino incluso más importante, AInhoa Plata insiste en la importancia de buscar ayuda profesional sin tener que tocar fondo, ya que resultará mucho más fácil paliar las emociones negativas si el caso se trata pronto que si, en cambio, ya está en estado avanzado. Aunque nunca es tarde para intentarlo y en nuestras manos está querer hacerlo. Dicen que nadie muere de amor, pero si ponemos de nuestra parte puede que, aunque no evitemos el sufrimiento, sí que logremos saber gestionarlo.