El verano también trae sus fobias. ¡Estas son las 5 más comunes!

Las fobias son miedos irracionales y exagerados que aparecen ante situaciones concretas que la persona que las sufre asocia con un peligro. Las causas pueden estar relacionadas con haber vivido una experiencia traumática o, incluso, haberla escuchado. Inconscientemente, los fóbicos hacen suyo ese peligro y desarrollan un mecanismo de evitación y de huida. 

En general, este tipo de problemas no se resuelven con el uso de fármacos, aunque pueden servir de apoyo a una terapia cognitivo conductual, técnicas de relajación y de exposición controlada. La ayuda de un psicólogo devolverá la calidad de vida a la persona, que suele verse limitada a causa de la fobia. Carolina Lozano Fernández, psicóloga de Mundopsicologos.com nos explica cuáles son las fobias más comunes en verano. 

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Aerofobia o miedo a volar

Uno de los miedos más incontrolables que padecen muchas personas y que se hace notar más en las fechas en las que viajamos es la fobia a los aviones. El solo pensamiento de coger un avión produce en aquellos individuos que la padecen mucha ansiedad, rechazo y pensamientos negativos sobre el vuelo y todo lo que le rodea. 

Haber vivido una mala experiencia o escuchar a alguien contar un suceso traumático o un accidente aéreo puede hacer que estas personas identifiquen el hecho de volar con una situación real de peligro. Tener otras fobias como por ejemplo, claustrofobia o agorafobia también pueden ser detonantes de la aerofobia. 

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Hodofobia o miedo irracional a los viajes

A diferencia de la aerofobia, que consiste en un miedo irracional a viajar en avión, en este caso las personas que lo sufren padecen un miedo excesivo a cualquier tipo de viaje, o bien por los medios de transporte o por alejarse de su hogar. Este tipo de fobia causa estragos en la calidad de vida de estas personas, puesto que limita su vida y la de las personas que se encuentran alrededor. 

Haber vivido una experiencia traumática mientras la persona viajaba suele estar detrás de esta fobia. Por ejemplo, haber sufrido una enfermedad o, incluso, haber sido despedido en el transcurso de un viaje o que hayan entrado a robar. Cualquiera de estas circunstancias puede hacer que la persona adquiera un aprendizaje erróneo. 

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Acrofobia, miedo a las alturas 

Las personas que lo sufren padecen un miedo irracional a encontrarse en lugares altos, como precipicios, pero también escaleras. De hecho, debido a su fobia, pueden evitar trabajar en oficinas que se encuentren en plantas superiores o la elección de un hogar puede verse determinada por su miedo. 

Como en cualquier fobia, la causa suele estar relacionada con una experiencia traumática. Pero también puede desarrollarse por haber escuchado un accidente en un lugar alto, en ese caso, se trataría de un aprendizaje erróneo por asociación. Haber experimentado una enfermedad o síntomas molestos en las alturas también puede propiciar la aparición de esta fobia. 

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Talasofobia, miedo irracional a grandes masas de agua

La talasofobia versa del terror descomunal al mar. En concreto, fobia al mar abierto u océano, que llega a provocar ataques de pánico al acercarse al mar a quien la padece. No hay un inicio racional a la fobia al mar abierto que dé una explicación a aquellas personas que padecen pánico al encontrarse cerca del mar. La persona que presenta talasofobia tiene pavor al mar u océano, incluso en imaginación, es decir, no es necesario que la persona esté cerca del mar para temer por el mismo. Puede darse una situación en la que por diversas causas la persona dispare sus síntomas de angustia, por encontrar masas de agua en diversos contextos como películas, imágenes, piscinas, depósitos de agua, etc.

El diagnóstico de la talasofobia puede ser por diversas razones. Aunque la principal razón es que la persona haya vivido una experiencia negativa en relación con el entorno marítimo. La experiencia vivida puede ser desde visualizar un accidente acuático, un naufragio, un hundimiento de un barco, ver personas ahogándose, etc. O que la propia persona fuera partícipe de cualquiera de las anteriores. Algo menos usual, es que la talasofobia se deba a la falta de conocimientos sobre el océano, ¿cómo es?, ¿qué contiene?, o ¿qué es lo que se esconde debajo de mí?

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Deshabiliofobia, miedo a desnudarse 

Es otra de las fobias que más consecuencias tiene para la vida de la persona, puesto que quienes la sufren experimentan un miedo irracional a quitarse la ropa frente a los demás, con las consecuencias que esto entraña para la pareja. En casos muy graves, la deshabiliofobia puede darse, aunque no se encuentre nadie cerca. En este caso, la persona puede imaginar que otra persona le está observando y fijando la mirada cuando está sin ropa. 

Lo más habitual es que las personas que sufren esta fobia hayan vivido alguna experiencia traumática asociada a la desnudez. No tiene por qué relacionarse solo con casos de abuso. También puede desarrollarse por haber visto o escuchado una situación traumática de otra persona que tuvo en un entorno de desnudez. En estos casos, la persona que sufre la fobia percibe el peligro como real y, por tanto, temido. 

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Qué hacer para superar las fobias

Existen técnicas para superar este miedo irracional a volar. Por ejemplo, con la ayuda de un psicólogo, se puede realizar una terapia de exposición gradual. 

La terapia cognitivo-conductual ayuda, además, a que el paciente ayude a distinguir lo que es su percepción y qué es realidad. Las técnicas de relajación, toma de conciencia y psicoeducación también pueden ayudar a superar las fobias. 

También es importante comentar los miedos con los demás para no verse envueltos en momentos que incrementen las fobias. 

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