Aunque en las últimas semanas la COVID-19 ha vuelto a situarse en el centro de nuestras atenciones, lo cierto es que estamos en plena época de resfriados. “Aunque muchos tipos de virus pueden causar un resfriado común, los rinovirus son la causa más común. El virus entra en el cuerpo a través de la boca, los ojos o la nariz. El virus puede propagarse a través de gotitas en el aire cuando alguien que está enfermo tose, estornuda o habla”, nos detalla la farmacéutica Mar Sieira, que añade, eso sí, que los síntomas de un resfriado suelen ser leves. “Con frecuencia, incluyen cosquilleo en la garganta, congestión o goteo nasal y estornudos. Si hay fiebre, no suele ser alta”, nos dice.
El objetivo está claro, es impedir la entrada del virus, lo que puede lograrse si el sistema inmunitario se encuentra fuerte, pero si estamos en una situación de bajada de defensas del sistema inmunitario (por ejemplo, pasar frío durante horas, o tener alguna otra enfermedad subyacente), es más complejo. “De esta manera podemos intentar atacar a la causa, o lo que es mejor, intentar reforzar las defensas, o bien atacar al síntoma, intentando disminuir el dolor de garganta, la congestión o el goteo nasal”, nos detalla.
Bien es sabido que existen numerosos remedios caseros que pueden echarnos una mano a la hora de intentar minimizar los síntomas de un resfriado común, tal y como cuenta Mar Sieira, que considera que algunos son bastante útiles y tienen probada eficacia. “Considero que si no tienes una farmacia cerca, están bien momentáneamente, pero en la farmacia hay preparados muy completos y eficaces que ayudarán a pasarlo mejor y más rápido”, puntualiza.
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Miel
La miel es un alimento muy completo que debe estar presente en nuestra dieta habitual. Son muchísimas las propiedades beneficiosas que tiene este alimento, ya que es un antibiótico natural rico en vitamina B6 (encargada de producir anticuerpos), calcio, hierro, magnesio y componentes antioxidantes que retrasan el envejecimiento. Lo recomendable es tomar de dos a tres cucharadas pequeñas de miel al día.
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Alimentos fermentados
Consume diariamente alimentos fermentados que son ricos en bacterias beneficiosas llamadas probióticos, que se encuentran en gran cantidad en tu tracto digestivo. Estos alimentos incluyen yogur, chucrut o kéfir. Diversas investigaciones apoyan el uso de probióticos relacionado con la inmunidad.
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Vitamina C
La Vitamina C que encontrarás de manera natural en los cítricos, las espinacas o en el tomate, también es un nutriente aliado de eficacia probada para aumentar las defensas del organismo. Y es que ayuda al sistema inmune a reaccionar ante virus e infecciones, incrementando la producción de células blancas, enzimas y anticuerpos. También presenta efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
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Vitamina A
La vitamina A es muy importante para el sistema inmunológico, ya que estimula la producción de linfocitos (y su actividad). Los linfocitos atacan a los agentes invasores y ayudan al cuerpo a producir las proteínas llamadas anticuerpos, que mantendrán a raya infecciones futuras. Son buenas fuentes de vitamina A para tu sistema inmunológico los siguientes alimentos: los lácteos, el brócoli, los huevos y la col rizada, o kale.
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Remedios para tratar el resfriado
-Para el dolor de garganta puedes prepararte una infusión de salvia, manzanilla, limón, menta y tomillo. Cuela la mezcla y añade una cucharada de miel. Haz gárgaras con ella cuando esté templada. Te ayudará mucho a calmar el dolor.
-La congestión nasal se alivia con vahos de eucalipto o bien puedes utilizar también de menta o romero. Sus aceites esenciales tienen la propiedad de despejar las fosas nasales y aliviar la congestión. De la misma manera, puedes poner un recipiente con esta mezcla de plantas en agua caliente cerca de ti para que igualmente puedas recibir sus beneficios aromaterápicos. (Si dispones de un humidificador y de la esencia directamente, mucho mejor).
-Para disminuir el goteo nasal, es bueno que hagas lavados nasales con agua con sal. Puedes utilizar una jeringa y poner la cabeza de medio lado, para evitar que la solución se dirija a la garganta o a los oídos, aunque existen muchos preparados ya comercializados que puedes adquirir en la farmacia. "Si decidieses hacerlo en casa has de utilizar 5g de sal sin yodo, una pizca de bicarbonato sódico y medio litro de agua destilada o hervida fría. Preparar esa mezcla disolviendo sus componentes y utilizarla como he mencionado anteriormente", concluye la farmacéutica.