Seguro que has oído hablar en muchas ocasiones de la influencia del metabolismo en la pérdida de peso. Hay quien habla de la importancia de acelerarlo. Pero, ¿qué hay de cierto en que el metabolismo es rápido o lento? “Ante todo he de aclarar que el concepto metabolismo lento y metabolismo rápido es erróneo, debido a que a la 'nomenclatura' metabolismo se le da un uso no adecuado, ya que el metabolismo podríamos definirlo de manera sencilla como el conjunto de reacciones químicas que se llevan a cabo en el organismo para cumplir sus funciones. Estas reacciones tienen su velocidad y es la que es”, matiza el doctor Ángel Soriano, nutricionista y miembro de Doctoralia, quien, partiendo de esta base, nos explica a qué se suele llamar metabolismo, centrándose en el metabolismo energético y entendiéndolo como la mayor o menor capacidad de generar energía del organismo.
¿El hecho de que no perdamos peso puede tener que ver con nuestro metabolismo?
“La pérdida de peso no es matemática, depende de muchos factores tales como la tasa de metabolismo basal, la actividad física, el estrés, el dormir bien, el equilibrio hormonal, el equilibrio de la flora intestinal, la gestión emocional y, por supuesto, mantener unos correctos hábitos alimenticios. Eso sí, todo esto afecta al metabolismo”, especifica el doctor.
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¿Se puede acelerar el metabolismo?
Una de las preguntas que se hacen muchas personas es cómo pueden acelerar su metabolismo, ¿tiene realmente tanta importancia? “El metabolismo energético puede verse modificado por diversos factores. Teniendo en cuenta que la energía se crea en las mitocondrias (que son algo así como las baterías del organismo) y que el músculo es uno de los tejidos más ricos en mitocondrias, mantener la musculatura activa hará que se genere más energía y, por lo tanto, que se aumente el gasto calórico, facilitando de este modo la pérdida de grasa corporal. A mayor cantidad de músculos o a mayor actividad muscular, mayor será el gasto calórico diario y más fácil será generar déficit calórico (gastar más calorías de las que se comen) por lo que de este modo será más fácil perder peso”, detalla el doctor Soriano, que añade que “personas poco activas y que tengan poca masa muscular van a tener menor gasto energético diario, esto podríamos traducirlo a un metabolismo más lento si nos permitimos la nomenclatura”.
¿De qué depende que nuestro metabolismo sea lento o rápido?
En opinión del nutricionista, “mantener un buen porcentaje de masa muscular y una alta frecuencia de actividad física mantendrán a las mitocondrias activadas, generando más energía y por lo tanto gastando más calorías”.
-El estrés acelera el metabolismo, ya que las neuronas también tienen muchas mitocondrias, si me mantiene acelerada la actividad neuronal también se va a gastar más energía, pero esto que a priori puede sonar beneficioso realmente es peligroso para la salud ya que el estrés prolongado puede causar enfermedades crónicas. “La mejor forma de generar pequeñas dosis controladas de estrés es, por ejemplo, el entrenamiento físico diario”, apunta.
-Por el contrario, cuando la actividad depurativa del hígado no es adecuada, se acumulan toxinas en el organismo que terminan inflamándolo y generando obesidad. Por eso es importante llevar una dieta saludable para no saturar el hígado.
-Otro factor importante es la flora intestinal, ya que hay bacterias de la flora intestinal que ayudan a metabolizar grasas y carbohidratos adecuadamente y otras bacterias del intestino que se sabe que pueden hacer que acumules más grasas y generar obesidad.
-Por último, lo más frecuente, en opinión del experto, es que cuando se hacen dietas hipocalóricas, que además se suelen hacer de manera repetitiva, el organismo debe aprender a vivir con menos calorías y ahí baja su metabolismo, por eso se recupera el peso luego tan fácil, porque resulta casi imposible generar déficit calórico. Además, cuando se hacen dietas hipocalóricas o muy restrictivas es frecuente que se pierda mucho peso en forma de masa muscular, por lo que se pierden mitocondrias (baterías) lo cual hace disminuir el metabolismo energético.
-También, el hecho de tener alta la grasa visceral, por ejemplo tener hígado graso, hará que el hígado no pueda eliminar toxinas adecuadamente, por lo que producirá inflamación de bajo grado que desencadena obesidad por un lado, además de no poder utilizar correctamente las grasas como fuente de energía por otro lado, de modo que disminuye la capacidad de quemar grasa.
-Y hay que tener en cuenta también la menopausia, el hipotiroidismo y el sedentarismo.
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¿Cuáles son las señales que nos pueden indicar que tenemos un metabolismo lento?
- Tener frío. Las personas con metabolismo lento tienen mayor dificultad para mantener la temperatura corporal y siempre tienen frio.
- Estreñimiento, ya que es un indicativo que la velocidad del tránsito intestinal está enlentecido.
- Depresión: en casos de depresión el metabolismo se vuelve lento.
- Retención de líquidos, debido a un enlentecimiento en la excreción.
- Tener el pelo y la piel seca es señal de una lenta regeneración de los tejidos, ya que la piel es un tejido que se regenera rápidamente, cuando esto sucede lento, se reseca.
Quemar grasas más lentamente
Una duda que nos surge es si influye nuestro metabolismo en que quememos las grasas más despacio que otras personas.
-Si tienes pocas mitocondrias por tener poca masa muscular o una musculatura poco entrenada se va a generar menos energía, se van a quemar menos calorías y, por lo tanto, menos grasa.
-Si el hígado tiene mucha grasa visceral no va a metabolizar bien las grasas y va a reducir la quema de grasas.
- Si no tenemos un correcto equilibrio hormonal la quema de grasas se va a ver disminuida
-Si eres sedentaria, difícilmente vas a quemar grasas.
- Si comes más de lo que gastas, el excedente se acumula en forma de grasa.
- Si comes muchos azúcares y harinas refinadas, éstas se convierten fácilmente en grasas, por lo que pones a tu organismo en modo "acumular grasa" y no en modo "quemagrasas".
“Como ves, todo depende de varios factores, pero de una forma o de otra, afecta al metabolismo”, puntualiza el doctor.
Alimentos y hábitos que aceleran el metabolismo
- Evitar azúcares, harinas refinadas y carbohidratos de alto índice glucémico
- Evitar tomar suplementos estimulantes que aceleren el metabolismo, porque esto es como si quieres correr más rápido y alguien te empuja, lo más probable es que acabes tropezando y cayéndote.
- Mejorar el ritmo circadiano, ya que acostarse tarde aumenta el estrés, altera las hormonas y puede llegar a dar más hambre y apetencia por dulce.
- Realizar ejercicio físico de alta intensidad tipo HIIT.
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