La congestión nasal es una sensación muy desagradable para quien la padece. No nos damos cuenta de lo importante que es respirar bien hasta que no nos enfrentamos a esta incómoda situación, sobre todo por las noches. “La congestión nasal es un proceso por el que las vías respiratorias no pueden ejercer su función correctamente, por lo que no hay una circulación correcta de aire por las fosas nasales, se produce una vasodilatación y la inflamación de la membrana que recubre la nariz, creando una obstrucción en la respiración”, nos cuenta la farmacéutica Meritxell Martí, quien apunta, de hecho, que la congestión nasal también se puede denominar rinitis, procedente de “rino”, nariz, y de “itis”, de inflamación.
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Causas por las que no respiramos bien
Tal y como nos detalla la experta, pueden ser varias las causas por las que no podemos respirar bien, y las resume en las siguientes:
- Problemas mecánicos en las vías respiratorias, en las que por deformación nasal, ya sea congénito o por un trauma, las fosas nasales no están bien abiertas.
- Por estrés o nerviosismo, que hace que se produzca un aumento de la presión e inflamación nasal.
- Porque el ambiente que respiramos demasiado cargado.
- Por habituarnos al uso de ciertos fármacos como los vasoconstrictores.
- Por dilatación de los vasos sanguíneos, de las venas que hay en la nariz.
- Por exceso de mucosidad. Esta causa es la más común, frente a la que podemos actuar mejor, cualquiera que sea la etiología de estas mucosidades:
-Por resfriado.
-Por alergias.
-Por exceso de mucosidad simplemente durante el llanto.
“Si estas vías nasales están obstruidas, algunas veces irremediablemente deberemos optar por los fármacos vasoconstrictores, ya sean en forma de gotas o en spray nasal”, nos cuenta la especialista de Farmacia Meritxell, que apunta a que deberíamos evitar en la medida de lo posible estas congestiones nasales, ya que a un plazo mas o menos largo pueden provocar sinusitis.
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Irrigaciones con agua
Meritxell Martí nos da algunos consejos para actuar de forma casera para tratar de evitar esas obstrucciones nasales.
-Sugiere realizar una limpieza con agua isotónica. Las irrigaciones con solución salina isotónica pueden ser muy eficaces.
-También es buena alternativa el agua de mar, pero debería ser estéril. “Es otra opción, pero preferiblemente prefiero aconsejar los productos ya preparados”, nos sugiere.
Los vahos
También pueden ayudarnos los vahos, que van a ayudar a deshacer la mucosidad. Y es que el vapor de agua caliente va a ayudar a reblandecer las mucosidades más adheridas. “Los vahos se preparan con agua hirviendo en un bol y tapando la cabeza en él, respirando ese vapor. Otra opción sería humedecer un paño o toalla con esa agua muy caliente y aplicarla en la cara, sobre todo con la infusión de jengibre que es muy antiinflamatoria”, nos cuenta.
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Aceites esenciales
Precisamente la experta nos cuenta que en los vahos que mencionábamos anteriormente, se pueden añadir aceites esenciales como el eucaliptus. Pero, además, esas gotas de aceites esenciales, mezcladas con otro tipo de aceite, van a ayudar a mejorar la respiración. “Para ello aconsejo eucaliptus, mentol, salvia o albahaca”, nos cuenta, y explica que con estos aceites se pueden masajear las mejillas o las sienes, así como las cejas y la parte superior de la nariz.
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Vaselina mentolada
Recomienda aplicar este producto a a modo de pomada nasal. Al respirar la menta, mejora la abertura de las vías respiratorias. “Si ponemos esta pomada a nivel de masaje pulmonar también actuará como rubefaciente y con ello respiraremos mejor”, nos explica, y añade que el alcanfor también ayudará a mejorar la respiración.
Humidificador
Una buena idea es poner un humidificador en la habitación para humedecer el ambiente y mejorar la respiración. Al hidratar las vías respiratorias, conseguimos reducir la irritación. Y es importante evitar las zonas muy cargadas y el aire muy contaminado. Cuando el aire está muy cargado, quiere decir que tiene pequeñas partículas en él y esas se quedarán adheridas en las fosas nasales y en la mucosidad provocando congestión. Si tenemos mucosidad, debemos sonarnos y eliminar la mucosidad siempre que sea posible en un pañuelo. Respirar profundamente por la nariz siempre que sea posible ayudará a abrir estos canales respiratorios.
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Ojo con los lácteos
Aunque tal vez no lo habías pensado, es importante evitar beber lácteos que son proinflamatorios. La experta nos indica que es preferible beber agua, ya que ayudará a disminuir la inflamación de la mucosa nasal y mantener las secreciones nasales más fluidas. Podemos también tomar té o alguna infusión, como la raíz de jengibre. Además, las personas alérgicas deberían evitar estar en contacto o cerca de los alérgenos, sobre todo el polen, el polvo o el humo.