Quienes tienen asma, saben cómo afrontar los brotes que aparecen en ocasiones y que, no hay duda, afectan a su calidad de vida. “El asma es una enfermedad respiratoria crónica en la que se produce una inflamación de la pared bronquial y un estrechamiento del canal por donde pasa el aire por contracción muscular, este por definición tiene carácter reversible”, nos cuenta el doctor De Luiz, jefe del Servicio de Neumología del Hospital Internacional Vithas Xanit de Málaga y miembro de Top Doctors, quien nos cuenta que son muchas y muy diferentes las causas que pueden desencadenar la aparición de los síntomas entre los más frecuentes están:
- Infecciones respiratorias.
- Exposición a alérgenos.
- Tabaco.
- Ejercicio físico.
- Algunos fármacos como la aspirina.
- Y una de las más difíciles de controlar como son las causas emocionales (estrés).
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Una enfermedad que cursa con brotes
Se trata, como decíamos, de una enfermedad que cursa con brotes. “Efectivamente, el paciente puede estar asintomático durante tiempo y la exposición a los factores desencadenantes produce el estrechamiento/cierre de la vía respiratoria y los síntomas característicos”, nos explica. ¿Y cómo se manifiesta, cuáles son sus síntomas? “Pueden variar de unas personas a otras, pero los síntomas más característicos suelen ser la disnea o ahogo, la tos y los ‘pitidos’ o sibilancias que es el sonido del aire al pasar por un sitio más estrecho”, apunta.
Factores de riesgo
Una de las dudas más habituales es si hay personas con más factores de riesgo para padecer la enfermedad. “Existe un factor hereditario, siendo más probable tener asma si uno de los progenitores lo padece”, apunta el experto, que añade que otros factores que se relacionan con el asma son:
- La rinitis crónica.
- Sobrepeso.
- Fumar.
- Predisposición alérgica.
- Infecciones respiratorias durante la infancia.
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Presta atención a estos factores
Nos interesa mucho subrayar, además, cuáles son los factores que pueden empeorar los síntomas del asma, ¿cuáles son en opinión del neumólogo? “Como decíamos anteriormente, son muchos los factores que pueden empeorar los síntomas, es importante que seamos conscientes de ellos para poder evitarlos y, por tanto, evitar las crisis”, nos cuenta. Los más frecuentes son:
- Alérgenos (polen, ácaros…)
- Humo de tabaco.
- Infecciones respiratorias.
- Aire frío.
- Ejercicio físico.
- Estrés.
- Contaminación.
- Inhalación de productos irritantes.
- Fármacos como la aspirina o antiinflamatorios.
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Control por parte del médico
Con un buen control médico y siguiendo un tratamiento, ¿se pueden controlar los síntomas del asma de forma eficaz? “Afortunadamente disponemos a día de hoy de un amplio arsenal terapéutico para tener un mayor control de los síntomas y que el paciente pueda tener una vida sin ningún tipo de limitación, no debe acostumbrarse a no estar del todo bien”, apunta el especialista, al que le preguntamos también por las posibles complicaciones del asma. “Algunas de las posibles complicaciones del asma pueden estar relacionadas con el predominio nocturno de los síntomas, ya que pueden alterar el sueño y afectar al descanso y, por tanto, al rendimiento durante el día. Asimismo la inflamación crónica puede con el tiempo provocar cambios permanentes que disminuyen la capacidad respiratoria. También se puede producir una disminución de la capacidad para realizar del ejercicio físico secundaria al asma”, nos explica. Y añade que una crisis grave nos puede provocar la necesidad de hospitalización para realizar un tratamiento correcto e incluso puede provocar la muerte.
¿Cómo debemos reaccionar ante una crisis asmática?
También es interesante saber cómo debemos actuar frente a una crisis asmática. “Lo primero que tenemos que hacer es intentar mantener la tranquilidad, la mayoría de los pacientes diagnosticados dispone de un tratamiento ‘de rescate’ para un alivio rápido, por lo que debemos utilizarlo lo antes posible, si a pesar de ello no mejora habría que acudir a urgencias para tratar de manera adecuada. Es importante tener un buen control médico para no llegar a esta situación y evitar en la manera de lo posible los factores desencadenantes que nos pueden provocar una crisis”, concluye el doctor.
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