Partiendo de la premisa de que no hay alimento que tenga 'súper poderes' sino que lo que realmente va a mejorar tu salud es la dieta global saludable, sí es que cierto que hay algunos que, por su composición, son especialmente recomendables para que los incorpores en tu dieta.
Ya sabemos que el aceite de oliva, el kale, el brócoli, las nueces contienen antioxidantes, esas sustancias que contribuyen a mantener un equilibrio para que los radicales libres no acaben provocando efectos negativos en nuestro ADN que aceleren el envejecimiento o aumenten el riesgo de enfermedades.
La oxidación que se produce en el organismo durante la degradación de los alimentos. Aunque no es solo la dieta la responsable de esta oxidación. La exposición al humo del tabaco, a la contaminación o a la radiación también generan esta liberación de radicales libres que producen el deterioro de las células y su muerte. Un número limitado de radicales libres es bueno, pero su exceso o su desequilibrio produce el estrés oxidativo. Esta situación acelera el proceso de envejecimiento y aumenta el riesgo de sufrir algunas enfermedades como el cáncer, las cardiovasculares, afecta al aparato circulatorio y al sistema nervioso.
Además de estos alimentos que ya conocemos, hay otros, quizá muchos de ellos desconocidos, pero que también podemos incorporarlos en nuestra alimentación. Los expertos en Nutrición de Satislent nos explican cuáles y nos detallan sus propiedades.
Amaranto
El amaranto es un pseudocereal, al igual que la quinoa. Con ella comparte varias propiedades. Por ejemplo, tiene mucha proteína, minerales y vitaminas naturales. Además, contiene mucho ácido fólico (algo esencial en el embarazo), calcio y hierro.
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Gofio de maíz
El gofio es un alimento típico canario rico en fibra dietética. Es quizás uno de los superalimentos más desconocidos. Con el nombre de Gofio, se denomina a una variedad de harina de maíz o harina de millo tostada de forma artesanal. Retrasa la absorción de hidratos de carbono simples ayudando a regular el azúcar en sangre y manteniendo la sensación de saciedad. Así que, tal y como destacan desde Satislent, es perfecto para empezar a cuidarse.
Harina de soja
La harina de soja es un tipo de harina obtenida a partir de granos enteros molidos de soja. Se caracteriza por un aporte nutricional equilibrado de proteínas de origen vegetal, fibras, grasas y minerales. Es fuente de vitaminas y rica en minerales. Además de estas propiedades, la harina de soja contiene hierro, fibra y potasio.
Laver
El laver es un superalimento que, a lo mejor, por el nombre no suena mucho pero que seguro que has tomado alguna vez si eres amante de la comida japonesa. Se trata del alga comestible que suele enrollar los makis. Es rica en vitamina C y yodo.
Proteína de guisante
Los guisantes siempre han estado denostados en las dietas porque se consideraba que, al ser legumbres, podían engordar. Sin embargo, esto no es así y son una fuente perfecta de proteína vegetal. Además, tienen un alto contenido de hierro y fósforo. Cuentan con un bajo aporte calórico y una cantidad casi inexistente de grasas, lo que los convierten en un alimento más que aconsejable para bajar de peso.