¿Qué puedo hacer si mi perro no para de llorar?

Aunque no es plato de gusto, lo cierto es que, en ocasiones, nuestros perros lloran, emitiendo gemidos y ladridos largos. “Existen diversos motivos por los cuales nuestro animal podría emitir sonidos o ladridos simulando un llanto. Son muy variables, desde problemas de salud hasta problemas comportamentales. Se trata de causas muy distintas que debemos valorar y descartar para asegurar que nuestra mascota se encuentra en buen estado de salud”, nos cuenta María Gallego Murillo, veterinaria de Kivet Villanueva de la Serena.

Es verdad que un llanto esporádico no debería preocuparnos, pero sí cuando se trata de un comportamiento habitual. “Consideraría algo habitual y fuera de lo normal un llanto diario, casi siempre a la misma hora y de duración más o menos larga (unos 15 -30 minutos). En este caso y, tras varios días ocurriendo el mismo proceso supondría una anormalidad en el comportamiento de nuestra mascota”, nos cuenta la experta.

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El significado del llanto de los perros

El llanto es un mecanismo de comunicación para interactuar con otros perros y humanos. Y es que es la forma que tienen de comunicar frustración, ansiedad y dolor. De esta forma, nos hacen partícipes de su sensación, para que nos demos por enterados y les ayudemos a rebajarlos. Ese llanto, que los perros manifiestan desde cachorros, les permite hacernos ver que cuando lo emiten se les apoya, se les da calor, leche o atención. Así descubren que el llanto funciona, que sirve para pedir, y ayuda a su comunicación porque logran que se les conceda aquello que su instinto les dice que necesitan.

¿Una posible llamada de atención?

Un caso habitual es el que se da cuando nuestro perro utiliza el llanto como una llamada de atención hacia los dueños. “Por supuesto, tal y como he comentado anteriormente, hay animales que, al verse solos o sin atención por parte de sus dueños, utilizan este comportamiento para llamar la atención de sus propietarios. Además, si en otras ocasiones el animal ha utilizado esto y ha conseguido que sus propietarios estén pendientes de él, el animal ha aprendido que con esto consigue justo lo que quiere y preparan esta conducta para cuando vuelvan a necesitar utilizarla”, nos cuenta la experta, que añade que nuestras mascotas aprenden con relativa facilidad, y al igual que les enseñamos a sentarse o dar la patita porque después solemos premiarles, con algunos comportamientos ocurre lo mismo. El animal busca algo que ve que consigue si realiza una acción y, por tanto, es muy probable que la repita sabiendo que la vez anterior obtuvo un premio (caricias, amor, atenciones, juego...).

“Suele ser algo frustrante para los propietarios ya que no comprenden qué ocurre o por qué su mascota se comporta así. Quizá tan solo busque que los dueños jueguen con él o le hagan caso. Habitualmente pasamos mucho tiempo fuera de casa dejando a nuestra mascota sola la mayor parte del día. El animal, cuando llegamos a casa, solo busca atención y juego y de ahí podría estar derivado el llanto. El animal busca mucha atención tras estar todo el día solo en su camita. En estos casos es muy interesante interaccionar con el animal y sacarlo a pasear al menos 1 hora”, nos explica.

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Un problema de salud o de comportamiento

Y, claro está, como decíamos, también el llanto puede esconder la presencia de algún problema de salud o de comportamiento. “En muchas ocasiones, pensamos que el animal se queja para buscar atención o cariño, pero no es así. Un animal que presenta dolor o está incómodo puede tener gemidos o ladridos mostrando su incomodidad. De ahí la importancia de la medicina preventiva, siempre que nuestra mascota comience a tener comportamientos que no son habituales o son extraños se recomienda acudir al veterinario que valore y explore a nuestra mascota en busca de problemas de salud. Si estos se descartan, entonces debemos plantearnos temas comportamentales siempre, insisto, descartando primero que el animal tenga un problema de salud que le lleve a comportarse de forma anormal”, añade María Gallego Murillo.

¿Cómo debemos actuar?

Ante un llanto continuado de nuestro perro, sobre todo cuando ya no es un cachorro, tenemos que ponernos manos a la obra. “Debemos siempre vigilar si este comportamiento ocurre de forma frecuente o es algo puntual. Si esto ocurriera muy a menudo, lo primero a descartar es un problema de salud, acudiendo a nuestro veterinario para que sea él quien nos descarte todo tipo de patología o, ponga solución a los problemas que pueda presentar nuestra mascota”, nos cuenta la veterinaria, que especifica que una vez hecho esto y si se descartan problemas de salud, podremos plantearnos problemas comportamentales que, a veces, van asociados a cambios de casa, miembros nuevos en la familia, cambios de cama del animal, de mobiliario en general... Todo esto podría ocasionar estrés a nuestra mascota que podría traducirse en conductas indeseables.

“Ante todo, siempre debemos mantener la calma y no desesperar, intentar buscar ayuda en nuestro veterinario que será quien nos de las pautas para solucionar el asunto lo antes posible y, sobre todo, para que nuestro animal se encuentre bien”, concluye.

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Llanto nocturno

Hay ocasiones en las que el llanto aparece especialmente por la noche. Hay que buscar, claro está, las causas. “Desde que el animal tenga un problema de salud que pueda ir de la mano de un proceso doloroso para él, hasta un problema de ansiedad, cuando los dueños se van a la cama y el animal se queda solo, ya sea en otra estancia separada de la casa o en la misma habitación pero en su camita independiente. En estos casos, lo más recomendable sería descartar siempre una patología para poder ayudar a nuestro animal”, añade la veterinaria.